Ramón Guillermo Aveledo
Antonio Maria Delgado
Ramón Guillermo Aveledo, uno de los principales arquitectos de la
unidad de la oposición venezolana, dijo que la intimidación jugó un
papel preponderante en la reelección del presidente Hugo Chávez,
señalando que el resultado de los comicios de este mes podría haber
estado más vinculado con el miedo que con un legítimo afecto de la
población hacia la Revolución Bolivariana.
Aveledo dijo que la oposición aún se encuentra evaluando las lecciones brindadas por los comicios, en los cuales Chávez obtuvo un nuevo período presidencial de seis años tras obtener el 54 por ciento de la votación.
Es un resultado que sorprendió a muchos en el equipo de campaña del opositor Henrique Capriles, quien apenas obtuvo cerca del 44 por ciento de los votos.
“Teníamos planes distintos, esperábamos un resultado estrecho […] Nunca pensábamos que podíamos perder con una diferencia como esta”, dijo Aveledo, Secretario General de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), organización que aglutina a los principales partidos de oposición del país.
Para Aveledo, el resultado refleja el peso que el miedo está ejerciendo dentro de la política de Venezuela, país donde la campaña basada en las amenazas y la intimidación se impuso sobre las promesas de esperanzas formuladas por el candidato de la oposición.
“Hay que analizar […] el peso que el miedo tiene sobre la situación actual”, sostuvo el jefe de la MUD en una entrevista.
“La campaña del presidente Chávez estuvo centrada en dos aspectos. Por un lado, la publicidad de sus llamados logros. Y por el otro, un discurso siempre agresivo de amenaza, de intimidación, tanto de Chávez como de su banda de militares y de civiles”, agregó Aveledo.
Chávez, quien con la reelección del 7 de octubre ahora extendería a 20 años su período presidencial, amenazó en varias ocasiones a los venezolanos con la violencia, en un mensaje que normalmente estaba dirigido a los sectores de mayores recursos.
“Las familias ricas tienen casas lujosas, buenos coches, probablemente un apartamento en la playa, propiedades etc. Les gusta viajar al extranjero en vacaciones”, señaló el mandatario un mes antes de que se realizaran los comicios.
“¿Les conviene una guerra civil? En absoluto. Sólo conviene a la extrema derecha fascista encarnada por el perdedor. Es del interés de los ricos que aman la paz ganar, y les invito a votar por Chávez el próximo 7 de octubre. Chávez garantiza la paz, la estabilidad y el crecimiento económico”, sostuvo el mandatario.
Pero políticas de intimidación también fueron esgrimidas contra los electores de menos recursos, ante las frecuentes advertencias del mandatario de que un gobierno de la oposición pondría fin a los programas sociales emprendidos durante su gobierno.
Al los empleados públicos, quienes suman millones en un país cada vez más estatizado, el gobierno intimidó con amenazas de que podrían perder sus puestos de trabajo, esparciendo rumores de que el voto no es secreto y que un pronunciamiento a favor de la oposición podría llevarles a ser víctimas de la exclusión.
“Todas esas amenazas tuvieron un impacto”, dijo Aveledo al resaltar que el uso del miedo “es muy característico de tipos de regimenes que se parecen a éste”.
Pese a los resultados adversos de la elección, Aveledo dijo que han sido muchos los logros acumulados por la oposición venezolana en los últimos años, siendo la unidad uno de los principales.
Si bien es cierto que la derrota electoral ha estado generando fricciones dentro de las filas de la oposición, Aveledo dijo que los integrantes de la MUD están conscientes de que solo unidos podrán hacerle frente al proyecto político emprendido por Chávez, quien pretende profundizar su revolución socialista para ejercer un mayor control sobre los venezolanos.
Aveledo dijo que la profundización del socialismo en Venezuela “es un peligro real frente al cual debemos cuidarnos”, dado los anuncios formulados por Chávez al registrar su candidatura presidencial.
“El programa presentado por el candidato a la reelección es un programa mucho más extremista de lo que ha venido ocurriendo. Es un programa de radicalización, de profundización de la revolución”, sostuvo.
Curiosamente, fue un programa que se mantuvo oculto durante gran parte de la campaña del mandatario.
El Secretario General de la MUD dijo que esto podría deberse a que Chávez está al tanto que la gran mayoría de los venezolanos, incluyendo a una parte significativa de sus seguidores, está en desacuerdo con la radicalización del socialismo en el país.
“Solo una minoría, que podría ser una quinta parte de la población, estaría de acuerdo. El resto de la población, en distintos grados, está en desacuerdo con ese plan”, dijo Aveledo.
Si Chávez decide aplicarlo, “incurriría en un grave error. No solo porque es un camino equivocado, sino porque estaría ignorando, por un lado a seis millones y medio de venezolanos que votaron en contra él, y por el otro a muchos de sus propios seguidores que están opuestos a una radicalización mayor”, señaló.
Evidencia de ello quedó registrada en los resultados del referendo constitucional del 2007, en el que buena parte de los seguidores de Chávez, aun cuando no querían votar contra el mandatario, terminaron haciéndolo para dejar en claro que no están de acuerdo con la implantación de un régimen parecido al cubano en Venezuela, dijo.
Aveledo dijo que la oposición aún se encuentra evaluando las lecciones brindadas por los comicios, en los cuales Chávez obtuvo un nuevo período presidencial de seis años tras obtener el 54 por ciento de la votación.
Es un resultado que sorprendió a muchos en el equipo de campaña del opositor Henrique Capriles, quien apenas obtuvo cerca del 44 por ciento de los votos.
“Teníamos planes distintos, esperábamos un resultado estrecho […] Nunca pensábamos que podíamos perder con una diferencia como esta”, dijo Aveledo, Secretario General de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), organización que aglutina a los principales partidos de oposición del país.
Para Aveledo, el resultado refleja el peso que el miedo está ejerciendo dentro de la política de Venezuela, país donde la campaña basada en las amenazas y la intimidación se impuso sobre las promesas de esperanzas formuladas por el candidato de la oposición.
“Hay que analizar […] el peso que el miedo tiene sobre la situación actual”, sostuvo el jefe de la MUD en una entrevista.
“La campaña del presidente Chávez estuvo centrada en dos aspectos. Por un lado, la publicidad de sus llamados logros. Y por el otro, un discurso siempre agresivo de amenaza, de intimidación, tanto de Chávez como de su banda de militares y de civiles”, agregó Aveledo.
Chávez, quien con la reelección del 7 de octubre ahora extendería a 20 años su período presidencial, amenazó en varias ocasiones a los venezolanos con la violencia, en un mensaje que normalmente estaba dirigido a los sectores de mayores recursos.
“Las familias ricas tienen casas lujosas, buenos coches, probablemente un apartamento en la playa, propiedades etc. Les gusta viajar al extranjero en vacaciones”, señaló el mandatario un mes antes de que se realizaran los comicios.
“¿Les conviene una guerra civil? En absoluto. Sólo conviene a la extrema derecha fascista encarnada por el perdedor. Es del interés de los ricos que aman la paz ganar, y les invito a votar por Chávez el próximo 7 de octubre. Chávez garantiza la paz, la estabilidad y el crecimiento económico”, sostuvo el mandatario.
Pero políticas de intimidación también fueron esgrimidas contra los electores de menos recursos, ante las frecuentes advertencias del mandatario de que un gobierno de la oposición pondría fin a los programas sociales emprendidos durante su gobierno.
Al los empleados públicos, quienes suman millones en un país cada vez más estatizado, el gobierno intimidó con amenazas de que podrían perder sus puestos de trabajo, esparciendo rumores de que el voto no es secreto y que un pronunciamiento a favor de la oposición podría llevarles a ser víctimas de la exclusión.
“Todas esas amenazas tuvieron un impacto”, dijo Aveledo al resaltar que el uso del miedo “es muy característico de tipos de regimenes que se parecen a éste”.
Pese a los resultados adversos de la elección, Aveledo dijo que han sido muchos los logros acumulados por la oposición venezolana en los últimos años, siendo la unidad uno de los principales.
Si bien es cierto que la derrota electoral ha estado generando fricciones dentro de las filas de la oposición, Aveledo dijo que los integrantes de la MUD están conscientes de que solo unidos podrán hacerle frente al proyecto político emprendido por Chávez, quien pretende profundizar su revolución socialista para ejercer un mayor control sobre los venezolanos.
Aveledo dijo que la profundización del socialismo en Venezuela “es un peligro real frente al cual debemos cuidarnos”, dado los anuncios formulados por Chávez al registrar su candidatura presidencial.
“El programa presentado por el candidato a la reelección es un programa mucho más extremista de lo que ha venido ocurriendo. Es un programa de radicalización, de profundización de la revolución”, sostuvo.
Curiosamente, fue un programa que se mantuvo oculto durante gran parte de la campaña del mandatario.
El Secretario General de la MUD dijo que esto podría deberse a que Chávez está al tanto que la gran mayoría de los venezolanos, incluyendo a una parte significativa de sus seguidores, está en desacuerdo con la radicalización del socialismo en el país.
“Solo una minoría, que podría ser una quinta parte de la población, estaría de acuerdo. El resto de la población, en distintos grados, está en desacuerdo con ese plan”, dijo Aveledo.
Si Chávez decide aplicarlo, “incurriría en un grave error. No solo porque es un camino equivocado, sino porque estaría ignorando, por un lado a seis millones y medio de venezolanos que votaron en contra él, y por el otro a muchos de sus propios seguidores que están opuestos a una radicalización mayor”, señaló.
Evidencia de ello quedó registrada en los resultados del referendo constitucional del 2007, en el que buena parte de los seguidores de Chávez, aun cuando no querían votar contra el mandatario, terminaron haciéndolo para dejar en claro que no están de acuerdo con la implantación de un régimen parecido al cubano en Venezuela, dijo.
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