por Manuel Hinds
Manuel Hinds es ex Ministro de Finanzas de El Salvador y co-autor de Money, Markets and Sovereignty (
Personeros del FMLN parecen sentir que han descubierto una mina de oro al darse cuenta de que en las bóvedas del Banco Central hay grandes cantidades de billetes de colones. Inmediatamente se les ocurrió que ese era dinero de verdad y se han excitado mucho, proponiendo que el gobierno aproveche esa gran riqueza que ellos creen que existe en esos papeles guardados en el Banco Central. Si a usted le cuentan esta historia trate de no reír y pregúnteles si no se han dado cuenta de que ese dinero puede ser mucho, muchísimo más si sólo el Banco Central hiciera lo que hicieron los Sandinistas en Nicaragua y varias veces el Banco Central de Argentina —ponerles un sello a los billetes que diga que se le añaden seis ceros más a cada cifra en el billete. ¡De esta forma, los billetes de un colón se convertirían en billetes de un millón de colones, en minutos!
Pero no deje que pierdan la excitación, preguntándoles que por qué no han tomado en cuenta las chequeras del gobierno contra el Banco Central que quedaron denominadas en colones, las cuales son muchísimo mejores que los billetes porque la cantidad que se puede poner en ellos no tiene límite. Al fin y al cabo, la palabra quintillón es bien corta y es más que todos los colones que jamás han existido, y en la parte en la que hay que escribir el número se puede poner como 10 elevado a la treinta potencia (10 multiplicado por sí mismo treinta veces). ¡Hágales notar que eso es más que todos los dólares que han existido y más que lo que todas las monedas del mundo suman ahora! Es un millón de cuatrillones, que es un millón de trillones, que es un millón de billones, que es un millón de millones.
Pero esto no es todo el dinero que anda por allí que podría usarse para financiar el presupuesto. ¿Qué tal las tarjetas de crédito, todavía no emitidas por los bancos, pero que están en sus bodegas listas para ser emitidas? ¡Sólo les falta un nombre y una fecha de emisión y vencimiento! ¡Dígales que pongan el nombre del presidente o el del presidente de la Asamblea y que las emitan! ¡Es riqueza guardada en los bancos que no se está usando! ¡Dígales que no sean tímidos, que emitan un millón de millones de quintillones!
Esto alcanzaría para comprar todos los helicópteros del universo para el presidente de la Asamblea Nacional y los diputados y sus asesores, por ejemplo, o todas las
Pero adviértales que cuando los gobiernos deciden hacer este tipo de cosas y se acercan felices con un trillón de colones a comprar los dólares necesarios para comprar los helicópteros, las Prado, la gasolina que se necesitan para que helicópteros y aviones y Prados funcionen, los
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