03 octubre, 2012

Hegemonía y política internacional

Hegemonía y política internacional

China usaPor Armando Ribas
Recientemente Henry Kissinger escribió al respecto de las relaciones de Estados Unidos con China en el Foreign Affaires. Allí dijo que en la China existe información que muestra el apoyo a la teoría de que las relaciones están dirigidas más a la confrontación que a la cooperación. Kissinger sostiene que la colaboración proviene del derecho a la democracia, pues los regímenes autoritarios están impelidos a lograr el apoyo interno a través de las relaciones nacionalistas y expansionistas (SIC).
Lamentablemente nos encontramos una vez más ante la ausencia de una definición clara del concepto de democracia, pues se ignora la diferencia entre el Rule of Law y la democracia mayoritaria. Ya hemos visto como la retórica democrática latinoamericana se desarrolla desde el nacionalismo contra el imperialismo americano para lograr y justificar el poder político interno. Y no creo que ningún país latinoamericano, incluida Venezuela crea que puede ganar una guerra a Estados Unidos. 

El acceso al poder internacional de la China ha sido igualmente la consecuencia de su crecimiento económico, que aun en medio de la crisis mundial permanece cercano a 8% anual. Por el contrario la recesión en Estados Unidos cuyas causas continúan en discusión, así como las políticas para superarla la economía este año crecería tan solo un 2%.
Entonces ¿Cuál es la causa de que un sistema autocrático crezca a tasas insuperables, en tanto que los países democráticos están muy lejos de alcanzarlas? Es evidente que el autoritarismo chino varió del maoísmo comunista a un capitalismo autoritario donde para bien o mal se respeta la propiedad privada. Al mismo tiempo considero que los chinos han aprendido el dictum de Hume respecto a que la riqueza de tu vecino no te perjudica sino que te beneficia y por tanto han decidido seguir comprando los bonos americanos.
Es mi criterio que el planteo de Kissinger resulta de desconocer que los parámetros del análisis de las relaciones internacionales han quedado modificados a partir de la existencia de las armas nucleares. Al mismo tiempo insisto en que la causa de la supuesta declinación de la hegemonía americana, que aun persiste, reside en la tendencia socialista de modificar el sistema que produjo la libertad en el mundo.
En este criterio Kissinger adopta el pensamiento de Kant, tal como lo expusiera en “La Paz Perpetua” donde en contradicción con su racionalismo histórico Hume “lo despertara de su modorra” expresó: “Si tal como es inevitable en el caso de la Constitución el consentimiento de los ciudadanos es requerido para decidir si se declara o no la guerra, es muy natural que ellos tendrán gran hesitación en embarcarse en tan peligrosa empresa. Porque ello significa el traer a ellos mismos todas las miserias de la guerra”.
A partir de esas consideraciones podemos empezar a comprender el porqué fue necesario el ataque japonés a Pearl Harbour para que Estados Unidos finalmente entrara en la Segunda Guerra Mundial dos años después de iniciada. Es decir la supuesta democracia se percibe como un factor determinante de la paz. Pero creo que el mundo ha cambiado y por tanto me voy a permitir otra cita trascendente de Juan B. Alberdi expresada ya en el siglo XIX. En el Crimen de la Guerra, en su oportunidad prohibido por Perón, escribió: “Las guerras serán más raras cuando los que las incitan y las declaran tengan la misma responsabilidad y riesgo que los que las pelean”.
Por tanto llego a la sabia conclusión de que las guerras se harían por mandato, es decir el terrorismo que hoy observamos en el mundo. Ahí tenemos las Torres Gemelas y más recientemente el asesinato del embajador americano en Libia. Tampoco olvidemos que el advenimiento de Fidel Castro gracias a los buenos oficios de Mr. Kennedy y su acuerdo con Kruschef de entregar a Cuba a la órbita soviética desató la subversión en América Latina de la cual nos hemos olvidado con excepción de las FARC.
Entonces debemos tomar en cuenta que las armas nucleares constituyen hoy un factor determinante de la paz perpetua, independientemente de la democracia o el autoritarismo. Ese fue asimismo determinante de que la guerra fría quedara como tal y finalmente en 1989 los propios rusos desarmaron el Imperio Soviético con la caída del Muro de Berlín. Al respecto no debemos olvidar tampoco las palabras del Papa Juan Pablo I que dijo “Las armas nucleares son disuasorias, no bélicas.
Volviendo sobre la política China no tengo otra opción que tomar en cuenta el pensamiento de un chino Wang Jisi que escribiera en el Foreign Affaire respecto a la política de Deng Xiaoping a partir de 1980, y así dijo: “Cuando la China se embarcó en la reforma y abrió el CCP, hizo del desarrollo económico su principal prioridad. El pensamiento de Deng sobre la política internacional difiere apreciablemente del de Mao” A los hechos me remito pues a partir de esa diferencia que en 20 años la China pasará a ser la segunda economía mundial. No obstante su indiscutible régimen autoritario la China rechazó de pleno a Marx y a Lenin al haber reconocido el derecho de propiedad privada.
En consecuencia logró acceder al 40% de la inversión extranjera que se realiza en el mundo. ¿Qué diría hoy Lenín al respecto cuando escribió “Imperialismo Etapa Superior del Capitalismo y dijo: “En tanto el capitalismo permanece lo que es, el capital excedente no será utilizado para elevar el nivel de vida de las masas, en un país dado, sino para aumentar las ganancias mediante la exportación de capital al extranjero, a los países atrasados”.
Evidentemente Deng desoyó esta advertencia. Por ello vale la pena analizar el pensamiento optimista que comparto de Charles Glasser, que escribió en el Foreign Affaire “Will China Rise Lead to War” ¿El surgimiento de China habrá de provocar la guerra? Allí escribió: “Las condiciones internacionales corrientes deben capacitar a ambos Estados Unidos y China a proteger sus intereses vitales sin imponer una gran amenaza de uno al otro”. Y asimismo revaluó la existencia de las armas nucleares y dijo: “Las armas nucleares hacen relativamente fácil a los grandes poderes el mantener una elevadamente efectiva fuerza detergente”.
Es un hecho que en la actualidad Obama ha acusado a la China de subvaluar su moneda, pero ese es un tema digno de discutirse en la OMC, pero no es la provocación de una guerra. Si alguien viola la libertad de comercio en el mundo es la Unión Europea y el sistema agrícola francés. Dicho sea de paso a quien más perjudica es a los países subdesarrollados. En fin sigo insistiendo que la hegemonía americana está en riesgo no por los factores externos, sino por la pretensión interna de olvidar los principios de los Founding Fathers y supuestamente luchar por la demagogia de la igualdad.
Por último debo insistir que la situación del mundo hoy no se encuentra amenazada por la Tercera Guerra Mundial, sino por el retorno del marxismo vía el Estado de Bienestar.

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