08 octubre, 2012

Lo que se juega Cuba con la presidencia de Chávez

Lo que se juega Cuba con la presidencia de Chávez

Printer-friendly versionSend to friendpor Mary Anastasia O'Grady

Mary Anastasia O’Grady es editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.
Las elecciones presidenciales de Venezuela ayer y la posibilidad de que Hugo Chávez se viera obligado a aceptar una derrota acapararon la atención del domingo. Pero pocos estuvieron tan al tanto como la élite de la dictadura militar cubana, que en años recientes se ha vuelto altamente dependiente del petróleo venezolano prácticamente gratuito, cortesía de Chávez.
La jornada electoral transcurrió con relativa tranquilidad a pesar de la enorme concurrencia que el Consejo Nacional Electoral, controlado por Chávez, parecía no estar en condiciones de manejar. Algunos votantes denunciaron haber esperado seis horas en fila. Pero los venezolanos fueron pacientes y no se reportaron actos de violencia. Al cierre de esta edición, no se había declarado el ganador de la contienda entre Chávez y Henrique Capriles Radonski, el gobernador del estado de Miranda. Pero desde hace varios meses, el régimen cubano se ha estado preparando para una paliza para Chávez y la posible pérdida del crudo que recibe.


El jueves, la Seguridad del Estado detuvo a la bloguera Yoani Sánchez y su esposo Reinaldo Escobar cuando se dirigían a la ciudad de Bayamo. Sánchez debía cubrir el juicio al activista español Ángel Carromero para el diario español El País.
Carromero, quien estaba al volante cuando los defensores cubanos de los derechos humanos Oswaldo Payá y Harold Cepero fallecieron en un accidente de tráfico en julio en la frontera oriental de la isla, es acusado de homicidio imprudente. Payá era un líder popular y carismático del creciente movimiento disidente, y luego del accidente circularon rumores de que el auto alquilado por el español había sido desviado de la carretera. Si se determina que eso fue así, la condena internacional pesaría sobre los hermanos Castro y dañaría sus recientes esfuerzos para obtener un grado mínimo de legitimidad en el escenario global.
La familia Payá ha solicitado una investigación independiente. El gobierno ha hecho caso omiso a ese pedido. A los periodistas extranjeros se les permitió seguir el juicio a través de la señal de circuito cerrado en una sala adyacente a la corte. Sin embargo, la policía secreta mantuvo a la familia Payá lejos del recinto. No hubo un veredicto. Sánchez y su esposo fueron liberados la noche del viernes.
Silenciar a los críticos, utilizar a extranjeros entrometidos como señal de advertencia y llevar a cabo juicios sumarios cerrados no es ninguna novedad. Pero analistas señalan que a medida que ha crecido el número de disidentes y estos han aprendido a organizarse, el régimen ha intensificado la represión.
El mismo día que Sánchez fue detenida, el régimen también arrestó a 22 "activistas pro demócratas que intentaban asistir a un encuentro pacífico en el pueblo de Santa Clara para discutir una petición, llamada 'Demanda ciudadana por otra Cuba'", según el sitio web Capitol Hill Cubans. Entre los que estuvieron bajo custodia, dice el sitio web, se encontraban al ganador del Premio Sájarov para la Libertad de Conciencia de 2010, Guillermo Fariñas, y el ex prisionero político Librado Linares. Los arrestos son parte de una ofensiva más amplia contra los críticos del gobierno, entre quienes figuran Las damas de blanco, que ganaron el premio Sájarov, otorgado por el Parlamento Europeo, en 2005.
La cada vez más aguda carencia económica impacienta a los cubanos y se espera que la situación empeore si Venezuela deja de proveer petróleo a la isla. Según Jorge Piñón, un experto en energía de la Universidad de Miami, Chávez ha estado enviando cerca de 100.000 barriles de crudo diarios a la isla. A cambio, Cuba manda médicos y trabajadores sociales a Venezuela para atender a los pobres.
Sin embargo, es bastante improbable que Venezuela obtenga una compensación adecuada. Capriles dijo la semana pasada que los 40.000 cubanos que Venezuela recibe cuestan aproximadamente US$800 millones al año mientras que el petróleo que envía a Cuba al año vale US$4.000 millones. Advirtió que, de ser elegido, cambiaría ese acuerdo. "Si necesitamos los médicos cubanos, pagaremos por ellos", anunció. Pero "no podemos regalar" el petróleo.
Incluso un Chávez reelecto estará bajo una fuerte presión económica para modificar los términos del intercambio de petróleo por doctores, porque la brecha entre el gasto venezolano y los ingresos crecerá sin dudas durante el próximo año. Carreteras y puentes se están deteriorando rápidamente, los hospitales están en aprietos y la seguridad públical es casi inexistente. Los analistas prevén una enorme devaluación del bolívar venezolano el próximo año.
Cuba también afronta la creciente tendencia de sus doctores a desertar una vez llegan a Venezuela. La semana pasada, el diario local El Universal informó que "desde mayo pasado han desertado de Venezuela unos 80 médicos cubanos por mes", citando fuentes cercanas a la Misión Barrio Adentro. El periódico también dijo que este año "las deserciones […] prometen superar los cerca de 500 que abandonaron sus puestos en 2011". Yumar Gómez, que ahora vive en Miami, es uno de ellos.
"Y le digo… muchos no quieren volver a Cuba", dijo el médico a El Universal.
En un ensayo de 2010 para el Instituto Cato, Sánchez escribió "Ahora que el Estado no tiene dinero y no hay más derechos para intercambiar por beneficios, la demanda de libertad crece".
Nadie entiende eso mejor que Raúl Castro, por lo que el domingo el dictador hacía barra por un triunfo de Chávez.

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