26 octubre, 2012

México: ¿A la congeladora? – por Sergio Sarmiento

La reforma laboral, sin embargo, es importante por la posibilidad de permitir mayores inversiones que generen más empleos formales en nuestro país.
La discusión se ha centrado en la democracia sindical y la rendición de cuentas de los líderes a los trabajadores. La reforma laboral, sin embargo, es importante por la posibilidad de permitir mayores inversiones que generen más empleos formales en nuestro país.
El PRD y los demás partidos de izquierda han establecido una alianza con el PAN para tratar de reintroducir los temas de democracia y transparencia en la nueva Ley del Trabajo. Son asuntos importantes, especialmente por razones de justicia. Los líderes sindicales en nuestro país no solamente permanecen de manera indefinida en sus cargos, e incluso los heredan, sino que además se vuelven muy ricos en ellos.


Contar con una verdadera democracia sindical o con procesos eficaces de rendición de cuentas, que incluyan auditorías externas a las cuentas de los sindicatos, sería un paso adelante para los trabajadores de nuestro país. No sorprende que los líderes sindicales se opongan, ya que ellos se benefician directamente de la situación actual.
Entre los legisladores del PRI hay un contingente importante de líderes sindicales. Desde un principio señalaron que no votarían por una reforma que impusiera estas reglas. Sin embargo, han cumplido con su palabra de apoyar el resto de la reforma. Su posición no está exenta de riesgos ya que los líderes de la izquierda los están rebasando con su discurso de que la reforma viola las conquistas laborales.
Quizá el punto más relevante de la reforma para la economía es el que tiene que ver con la limitación de los salarios caídos. El hecho de que un proceso judicial pueda llevar a una empresa a tener que pagar salarios caídos de dos, cinco o diez años genera una incertidumbre enorme para la inversión. Muchas empresas pequeñas han quebrado por tener que pagar salarios caídos mayores a su patrimonio.
Otros elementos de la reforma laboral son positivos porque dan mayor flexibilidad en la contratación. Los contratos por hora favorecerán fundamentalmente a las madres y jóvenes que quieren trabajar tiempo parcial. Los contratos de capacitación y de prueba generarán oportunidades para los jóvenes.
En la propuesta original del presidente Felipe Calderón, las propuestas de democracia sindical y rendición de cuentas eran también loables. Pero no vale la pena arriesgar toda la reforma por ellas. La reforma aprobada por el Senado podría convertirse en ley en este mismo sexenio. Nada impide, por otra parte, que de inmediato se presente una nueva iniciativa para promover la democracia y la transparencia en los sindicatos.
Los senadores del PAN tienen la palabra. Los de los partidos de izquierda se unirán a la propuesta de reintroducir los temas de democracia y transparencia porque lo que buscan realmente es descarrilar la reforma.

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