22 octubre, 2012

Romney acusa a Obama de "flaquear" ante Castro, Chávez y Ahmadineyad

El tercer debate, para Obama

Obama ganó por la mínima un debate soso y desapasionado, donde no apareció el Romney combativo que prometía batallar con el ataque terrorista de Libia


bárbara ayuso 
Era el último cara a cara, el último cuerpo a cuerpo en el que los candidatos a la Casa Blanca debían lograr emocionar e imprimir una dosis de urgencia al electorado aún indeciso entre ambos. Pero el enfrentamiento este lunes entre Obama y Romney ha estado prácticamente exento de tensión. Se mantuvieron firmes dentro del guión marcado, más corteses y correctos que en los anteriores debates, evidenciando que al menos en política exterior, suman más coincidencias que divergencias.


Celebrado en la Universidad de Lynn (Florida) el encuentro televisado se desarrolló dentro de un formato más pausado, con Obama y Romney sentados frente a un moderador, Bob Schieffer, que en ocasiones pareció haberse retirado del plató y dejó demasiado espacio a circunloquios y divagaciones soporíferas. Con pocas interrupciones y prácticamente desprovisto de momentos estelares, el tercer debate se ha revelado como el más desapasionado de la campaña.

Bengasi, Libia y la primavera árabe

Tras la oportunidad perdida del segundo debate, Mitt Romney tenía el terreno abonado para atacar a Barack Obama con lo sucedido en el ataque al consulado americano de Bengasi, en lo que se presuponía uno de los asuntos candentes del debate. Pero no fue así.

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