31 octubre, 2012

Tensión en Guatemala por secuestro en aldeas

 

El presidente Otto Pérez consideró que era prematuro imponer un estado de excepción.
El presidente Otto Pérez consideró que era prematuro imponer un estado de excepción.
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Agence France Presse

Pobladores de dos aldeas de Guatemala mantenían retenidas este martes a siete personas, de ocho secuestradas inicialmente, para exigir la liberación de un líder comunal, mientras el gobierno descartó la imposición del estado de sitio y analiza rescatarlas por la fuerza.


El presidente Otto Pérez consideró en rueda de prensa que es prematuro imponer un estado de excepción, como lo sugirió horas antes el ministro de Gobernación, Mauricio López.
Sin embargo, “el gobierno está mandando el mensaje claramente: no vamos a negociar con delincuentes, a ellos se les ha exigido que deben de respetar la vida y liberar a las personas que tienen retenidas, de lo contrario vamos a actuar legalmente y desde ya estamos concentrando a las unidades y al personal (policial) necesario para rescatar la vida de estas personas que están secuestradas”, afirmó el mandatario.
“Estamos haciendo un llamado y una advertencia también a la población para que no estén apoyando a los que están cometiendo estos delitos, porque están cometiendo acciones fuera de la ley”, aseveró.
Pérez anunció que un delegado de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), que se hallaba entre los retenidos, había sido liberado, por lo que ahora son siete las personas secuestradas.
Los aldeanos exigen la liberación de Florián Juárez, líder comunal detenido el 20 de setiembre porque supuestamente encabeza una asociación vecinal que obtiene energía eléctrica en forma ilegal.
Ahora entre los rehenes hay cinco policías y dos contratistas de la empresa británica Actis, que distribuye la energía a través de la firma Energuate.
Según autoridades, las retenciones comenzaron el viernes en las aldeas San José La Paz y Santa Rosa, ambas del departamento de San Marcos, fronterizo con México, donde los pobladores llevan años protestando contra las tarifas que pagan por el consumo de energía eléctrica.
En la aldea Santa Rosa, cientos de vecinos bloquearon la vía hacia el puesto fronterizo con México denominado El Carmen, al oeste de la capital.
La noche del lunes, unos 400 efectivos de las Fuerzas Especiales Policiales lanzaron bombas lacrimógenas, pese a lo cual se mantuvo el bloqueo.
El gerente de Energuate, Jaime Tupper, aseguró que los robos de energía ocasionan pérdidas mensuales superiores al millón de dólares.
El 4 de octubre, vecinos de Totonicapán, cercano a San Marcos, se manifestaron pacíficamente también contra el alto costo del servicio eléctrico, pero el ejército disolvió violentamente el movimiento, con saldo de seis indígenas muertos.

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