29 octubre, 2012

‘The New York Times’, tiempos difíciles. Agnes T. Crane

El dinero de The New York Times solo puede estirarse hasta un cierto punto. Los inquietantes resultados del tercer trimestre de la casa editorial del periódico estadounidense acabaron con cerca de una quinta parte de su valor de mercado e hicieron aumentar su creciente necesidad de fondos de financiación. Los accionistas, incluida la familia Sulzberger, querrán un dividendo y los fondos de pensión son escasos. The Times, sin embargo, podría usar el colchón para amortiguar futuros golpes.


La editorial Arthur Sulzberger se vio obligada a enfrentarse a una gran cantidad de titulares malos el jueves. Su consejero delegado recién elegido de la BBC se está viendo inmerso en el escándalo que protagoniza la cadena británica. Lo más perjudicial en un primer momento, al menos financieramente hablando, fue que los beneficios estaban por debajo de lo que esperaban los analistas, ya que las ventas de publicidad cayeron un 9% en comparación con las de hace un año. Y lo que es preocupante, los medios digitales sufrieron igual que los impresos. Los directivos de la empresa culparon, sin verdadero fundamento, al doble problema de la incertidumbre electoral y del precipicio fiscal.
El aumento de la tirada ayudó a suavizar el golpe. Sin embargo, este beneficio es más caro, ya que se necesita bastante marketing para atraer a nuevos suscriptores. En términos generales, los costes de explotación aumentaron un 2,3%, un escaso complemento para unos ingresos brutos que disminuyen. Es más, las ventas desenfrenadas de la empresa, entre ellas la de un puñado de periódicos regionales y una participación en la propiedad de los Red Sox de Boston, frenó el ritmo de generación de flujo de caja disponible en cerca de la mitad con respecto a la primera mitad del año, según Barclays.
Todas las noticias del día hicieron que el futuro pareciese mucho más incierto. El elemento más tranquilizador son los 1.000 millones de dólares de los que dispondrá The Times una vez que se realicen las ventas de About.com e Indeed.com. No obstante, es más difícil justificar el dividendo que se ha esperado con tantas ganas, o al menos, uno tan importante como el que se podría haber planteado anteriormente.
Puede que eso no siente bien entre los accionistas, especialmente entre los Sulzberger, los propietarios que controlan la empresa, que no han recibido un pago desde 2008. Es más, el plan de pensiones de la empresa necesita una dotación de cerca de quinientos millones de dólares. Si no se realizan profundos y dolorosos recortes de costes, y dado los nubarrones que se ciernen sobre The Times, probablemente es más adecuado destinar el dinero a un fondo de emergencia.

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