Hace ya tiempo que el ascenso de China e India se
convirtió en un tópico. En realidad, ninguno de los dos va demasiado
bien desde la crisis de 2008; en cambio, estos centros neurálgicos han
mejorado mucho.
COREA DEL SUR
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“Estoy seguro de que esta crisis puede ayudar a hacer realidad
nuestro sueño de convertirnos en una nación avanzada de primera
categoría”, dijo el presidente Lee Myung-bak
a un grupo de líderes empresariales
en 2009. Para cumplir su propósito, Corea del Sur incrementó el gasto
público en investigación y desarrollo de un 3,4% -ya uno de los más
elevados del planeta- a un 5%. El énfasis en la innovación, los
generosos subsidios y la política de mantener bajo el won para impulsar
las exportaciones han ayudado a gigantes surcoreanos como Samsung, Kia y
Hyundai a aumentar sus cuotas de mercado en el mundo. Corea del Sur
fue el primer país rico que salió de la recesión en 2009, y los
ingresos familiares no han dejado de crecer en los últimos 11
trimestres. Fitch subió la calificación crediticia del país en
septiembre y de esa forma reafirmó su condición de refugio seguro para
los inversores. Corea del Sur tiene todavía ante sí retos económicos -el
consumo interior es bajo y sus hogares son de los más endeudados del
mundo- pero, una vez que se recupere el comercio global, la ola coreana
chocará contra nuestras costas.
POLONIA
Durante mucho tiempo se consideró que Polonia era uno de los países
menos prometedores entre los Estados del este de Europa convertidos al
capitalismo, muy por detrás de
tigres como la República Checa y
Eslovenia. Pero los años malos de Europa han sido buenos para los
polacos. La economía del país creció un 15,8% entre 2008 y 2011,
mientras la economía global de la Unión Europea retrocedía un 0,5 %. En
2009, el peor año de la crisis, la economía de Polonia fue la única de
la UE que no sufrió una contracción. Los analistas dicen que el
milagro polaco
se debió a unas políticas monetarias y discales inteligentes y un bajo
nivel de endeudamiento, además de un gran mercado de consumidores
propios que permitió que las empresas nacionales dependieran menos de
las exportaciones que otros países vecinos. La verdad es que los
polacos hacen más esfuerzos que muchos otros europeos: trabajan unas
500 horas más al año que los alemanes, a pesar de que ganan la quinta
parte de su salario. No obstante, es posible que los problemas del
continente ya les estén afectando: hace poco, Varsovia tuvo que revisar
sus proyecciones de crecimiento para 2013 y rebajarlas de un 2,9% a un
2,2%.
CANADÁ
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El 1 de julio -el Día de Canadá, la fiesta nacional- de este año, se hizo oficial: por primera vez, el canadiense medio
es más rico
que el estadounidense medio. Algo que habría parecido imposible de
imaginar hace 20 años, cuando Canadá estaba lastrado por la deuda y un
crecimiento casi estancado. Pero el Gobierno recortó el gasto y redujo
el déficit en los 90, y eso le permitió recurrir al alivio fiscal y al
gasto en paquetes de estímulo cuando llegó la crisis de 2008. Al mismo
tiempo, “se resistió a los cantos de sirena de la desregulación” de su
sector financiero,
en palabras
del antiguo primer ministro Paul Martin, lo cual obligó a los bancos a
evitar muchas de las conductas de riesgo que pusieron en peligro las
instituciones financieras en otros países, y el Gobierno continuó
invirtiendo en infraestructuras. La renta disponible de los canadienses
ha aumentado alrededor del 15% en los últimos 10 años, y tres de
las 10 ciudades más habitables del planeta, según
The Economist,
se encuentran en Canadá. Pero no todo es maravilloso: su crecimiento
económico depende peligrosamente de las exportaciones de crudo
procedentes de sus lucrativas arenas bituminosas; Estados Unidos
adquiere el 22% del petróleo que consume de su vecino del norte. Y la
estrategia de alivio que ayudó a amortiguar el impacto de la recesión
ha producido una explosión de los precios de la vivienda, que, en
opinión de muchos inversores, quizá estén inflando una
burbuja.
SUECIA
El país nórdico sufrió su propio derrumbe financiero en 1992, cuando la
burbuja inmobiliaria
estalló y el Gobierno se vio obligado a asumir el control de varios
bancos del país, de modo que, cuando llegó la crisis actual, estaba
listo. Suecia ha recortado sus famosos impuestos individuales y de
sociedades -si bien siguen estando entre los más altos del mundo- y ha
conseguido mantener un elevado porcentaje de gasto en educación y
sanidad. El Ejecutivo ha logrado que la deuda siga siendo baja
-alrededor del 38% del PIB, frente al 80% de la supuestamente frugal
Alemania- y demostró tener cualidades proféticas con su decisión de no
adoptar el euro, lo que le ha permitido flotar su divisa. Suecia fue la
segunda economía de Europa que más creció en 2011, solo superada por
la diminuta Estonia, y la corona no deja de subir frente al euro. Aun
así, es vulnerable a una caída de las exportaciones a Europa, y el
desempleo está aumentando. Sin embargo, gracias a que su Gobierno tiene
las finanzas en orden, ha capeado el temporal mejor que la mayoría.
INDONESIA
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No cabe duda de que los indonesios están seguros de sí mismos. El
80% cree que su país tiene posibilidades de convertirse en una superpotencia global, y hace poco superaron a los indios como
consumidores más optimistas
del mundo. Se han ganado el derecho a ser arrogantes. India ha tenido
unas tasas anuales de crecimiento superiores al 4,5% durante toda la
recesión, y el año pasado tuvo la segunda mayor tasa de crecimiento del
G-20 (después de China). Parte de ese crecimiento se apoya en materias
primas como el carbón, el aceite de palma y el estaño, pero Indonesia
posee también un mercado de consumidores de clase media amplio y en
expansión; las ventas de coches han subido un 15% respecto al año
pasado. Las compañías multinacionales se han dado cuenta, entre ellas
el fabricante de coches Nissan, que está invirtiendo casi 400 millones
de dólares en duplicar su producción en el país. Las inversiones
extranjeras representaron casi un tercio del PIB en el segundo
trimestre de 2012. Indonesia, con la cuarta mayor población del planeta,
casi 250 millones de habitantes, está disfrutando de un dividendo
demográfico -una elevada ratio de adultos en edad laboral respecto a
los que dependen de ellos- como el que impulsó el increíble crecimiento
de China e India durante el último decenio.
TURQUÍA
El reciente ascenso de Turquía suele describirse como un fenómeno
político, pero quizá su base es la economía. Durante la última década,
el país poco expuesto a la crisis financiera europea, ha conseguido
casi triplicar su PIB y su renta per cápita. Se ha convertido ya en el
mayor fabricante de automóviles de Europa, con fábricas de Honda,
Hyundai, Renault, Toyota y Ford, y también ocupa un lugar destacado en
el sector farmacéutico. Gran parte del mérito es del Gobierno del
primer ministro Recep Tayyip Erdogan, que, desde que llegó al poder en
2003, ha liberalizado las normas sobre inversiones y ha implantado
reglas más estrictas para hacer frente a la corrupción. Además, Turquía
ha recuperado su papel histórico de puente entre Europa y Oriente
Medio: su mayor socio comercial es Alemania, pero Egipto, Irán, Irak y
Arabia Saudí son cada vez más importantes para las cuentas del país.
Los analistas advierten de que Turquía debe hacer algo respecto a sus
elevados índices de inflación y atraer más inversiones directas, y da
la impresión de que las conversaciones para incorporarse a la Unión
Europea, un esfuerzo en marcha desde hace años, se encuentran en punto
muerto. Pero es posible que, para una Turquía en ascenso, permanecer
fuera de una Europa estancada no sea tan malo, después de todo.
MÉXICO
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México puede parecer una elección sorprendente al hablar de éxitos,
dada la terrible violencia relacionada con el narcotráfico que ha
matado a más de 50.000 personas en los últimos seis años, pero una cosa
de la que se habla mucho menos es el
boom económico del país.
El año pasado, el crecimiento de México superó incluso el del
cacareado Brasil. En 2010 se crearon más de 700.000 nuevos puestos de
trabajo y las fábricas exportaron cantidades de electrodomésticos sin
precedentes, incluso disputando a China una cuota del mercado
estadounidense. La inflación y la deuda son bajas y, por primera vez en
años, la migración neta a Estados Unidos cayó casi a cero en 2012, y
es posible incluso que se invirtiera. Los políticos estadounidenses
siguen prestando atención a México sobre todo como lugar de origen de
las drogas y los inmigrantes. Sin embargo, ahora que está luchando para
sustituir al
gigante asiático como segundo socio comercial de
su vecino después de Canadá, quizá haya llegado el momento de que EE
UU empiece a pensar en el país del sur como fuente de clientes y
empleo.
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