11 noviembre, 2012

Guatemala: Entrevista a Christopher Lingle – por Lorena Álvarez & Ana María Monroy

Christopher Lingle, especialista en políticas públicas y profesor visitante de economía en la Universidad Francisco Marroquín (UFM), opina acerca de la pobreza, el papel del Estado y el TLC.
- ¿Qué opina usted de que los empresarios se niegan a pagar los impuestos para redistribuir la desigualdad de los ingresos? 
- Pues yo, más bien me pregunto, ¿quién querría pagar los servicios que presta el Gobierno cuando éste es ineficiente para proveerlos?, por ejemplo, ¿para qué sostener un Ejército en un país como Guatemala? ¿Lo necesita realmente? Y, por otro lado, el retorno social que reciben los habitantes por sus impuestos es bajo; la educación de un graduado de Harvard es más barata que la de un estudiante de la Universidad de San Carlos (Usac) y no es de la misma calidad. La pobreza no existe porque no se paguen impuestos sino que el mismo Gobierno la genera al no incentivar la creación de empresas y pretender dar la cura para este mal gravando la riqueza.


Me atrevería a decir que la carga tributaria de este país es muy alta si consideramos que provee de malos caminos, mala educación y seguridad. Suecia es un país socialista pero es rico porque su gente es capaz de generar riqueza, los altos impuestos al ingreso son un castigo al éxito del empresario que genera trabajos.
- Y qué hay de las recomendaciones del Banco Mundial y otros organismos por disminuir la pobreza a través de un mayor gasto social o, en el peor de los casos, con endeudamiento externo. 
- El endeudamiento externo es un acto criminal, un impuesto que pagarán las generaciones futuras. Es como el joven que se emborracha hoy y disfruta del tequila pero la resaca de mañana no la sufre él sino sus hijos.
Además, estos fondos no se usan en inversión para el desarrollo económico sino para consumo. Por otro lado, diré que los economistas de estos organismos que menciona son malos en lo que hacen, pues la ausencia de educación no es la causa de la pobreza, la causa de la pobreza es la ausencia de trabajo y formación de capital.
La forma de razonar no debería ser: educo a mi población primero para después sacarla de la pobreza, sino genero empleos y, en el camino, la mano de obra se irá capacitando, las necesidades de educación se irán solventando en el proceso.
- ¿Pero en un país con tanta pobreza no es necesario al menos establecer un salario mínimo?
- Si analizamos bien el término nos daremos cuenta que el único salario mínimo que se puede pagar es “cero”. Los políticos ven el salario mínimo como una solución al desempleo (y la pobreza), pero es parecido a los impuestos, un castigo al empresario que socava sus ganancias y el poder adquisitivo del consumidor final que debe pagar mayores precios.
¿Qué fue lo que pasó al aumentar el último salario mínimo?, pues ya ve, las migraciones de la maquila a Honduras y a otros países con salarios más bajos, y qué pasó con los desempleados, se quedaron con el salario mínimo que es cero. El salario debería estar basado en la productividad y lo que los consumidores pueden pagar por un bien o servicio.
- ¿Es el Cafta una solución para mejorar, al facilitar el comercio con Estados Unidos? 
- No se necesita del señor Cafta para abrir o restringir el comercio, pues en un lapso de 20 años esperan realizarlo… ¡Es una farsa!, por qué no lo hacen de una vez, por qué no cierran las aduanas y ya; se perderían algunos empleos pero se ganaría mucho más, pues no sólo habría más trabajo sino que se pagaría menos impuestos. Los contrabandistas ya no tendrían que esconderse, pues se legalizarían y se verían forzados a mejorar las carreteras para agilizar el comercio.
Lo mejor es abrir la competencia, el comercio y permitir a los empresarios a que inviertan en su propio país para formar capital, trabajo y riqueza. Un ejemplo sobresaliente es Singapur, que en menos de 50 años salieron de la pobreza.
- ¿A qué ideología se circunscribe?, ¿la neoliberal?
- No digo que un país no deba tener Gobierno, digo que debe existir un mejor Gobierno y probablemente más pequeño, pero que facilite la creación de capital y trabajo, pues son ellos los fabricantes de la pobreza.
Se debe promover el turismo y, para incentivarlo, mejorar los niveles de seguridad. Se piensa que el mayor enemigo es el empresario, pero quisiera decir que la lucha de clases marxiana ha pasado de la obrera y capitalista a la lucha posmarxiana, de la clase opresora y productiva privilegiada, los burócratas y políticos contra una clase que quiere generar empleos. A mí me encanta ver en los semáforos a los muchachos que venden dulces, aguacates y naranjas, ellos son la clase productiva pero, ¿qué hace el Gobierno? ¡Los anula! La redistribución es una causa de la pobreza en el largo plazo, pero crea más pobreza que el incentivo para mejorar la riqueza.

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