07 noviembre, 2012

Wal-Mart le da una lección a los fiscales antimonopolio

Madelyn Harwood


La cadena de tiendas Wal-Mart apareció en los titulares de la semana pasada por lanzar un servicio de reparto a domicilio en el mismo día para competir directamente con Amazon.com. Esta nueva rivalidad comercial entre dos peces gordos (uno del mundo real y otro virtual) proporciona aún más pruebas de que ninguna compañía, con independencia de su tamaño, está a salvo de la competencia. Esta es una lección a la que los fiscales federales antimonopolio deberían prestar atención.


Está previsto que el servicio “Wal-Mart To Go” se lance para la temporada de vacaciones en el norte de Virginia, Filadelfia, Minneapolis, San José y San Francisco. Sin duda, otros minoristas introducirán en algún momento servicios similares o versiones del mismo servicio a domicilio en el mismo día. Y eso es debido a que en un mundo tecnológico, en el que los mercados pueden cambiar en un instante, seguir siendo competitivo exige una continua innovación. Por tanto, las empresas están bajo la amenaza constante de perder clientes y cuota de mercado.
Amazon no es la única gran empresa que se enfrenta a la presión de la competencia. Por ejemplo, Google, Facebook y Apple se hallan envueltas en una lucha sin tregua por los clientes. Y quien gana con todo este lío es precisamente el cliente.
Mientras tanto, la Comisión Federal de Comercio está considerando seriamente la posibilidad de un pleito antimonopolio contra Google. La base de la acusación parece ser que Google favorece sus propios contenidos en los resultados de las búsquedas. Sin embargo, Google niega que eso sea así. Pero si sus búsquedas no satisfacen a los usuarios, la competencia proporcionaría un remedio más rápido y efectivo que un juicio antimonopolio por parte del gobierno.
La historia está llena de ejemplos de gigantes del comercio minorista desbancados por empresas emergentes o por sus propios errores. La cadena de tiendas de comestibles A&P, en su momento la número uno del país, quedó desbancada por su fracaso a la hora de mantenerse al día con las tendencias modernas de su sector. También IBM estuvo en su momento considerada como invencible, hasta que apareció Microsoft.
Y la administración Obama debería tomar buena nota de ello. Como se comprobó con la incursión de Wal-Mart en el territorio de Amazon, el mercado es tremendamente autocorrector si está libre de las cargas del gobierno. Pues en el mundo del libre mercado, no existe la hegemonía.

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