El crecimiento más bajo
en los últimos 4 sexenios, alza de pobreza, precarización del empleo, aumento
de la informalidad, endeudamiento de estados y municipios, y la inversión
extranjera estancada, son parte de la ‘herencia’ que recibirá el nuevo
presidente de México.
Francisco Muciño/ El Financiero
Se dio a sí mismo un plazo de un año. Enrique
Peña Nieto, presidente de México a partir de este 1 de diciembre, ha dicho
que en un año sacará adelante todas las reformas estructurales, varadas por
décadas, con lo cual le dará la vuelta al crecimiento inercial de México, para
alcanzar tasas de 6% anuales.
Pero lograrlo no será nada fácil. En frente le
espera un país con el crecimiento económico más bajo en los últimos 4 sexenios,
con incremento de población en situación de pobreza, con un panorama laboral
precario y crecimiento de la informalidad, endeudamiento acelerado de los
estados y municipios, además de la inversión extranjera estancada.
Éste es, en materia económica, el México que
recibe el nuevo presidente.
1. Débil crecimiento económico
De 2007 a 2012, el crecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB) de México tuvo un promedio de 1.9%. Para encontrar otro
desempeño más bajo, es necesario volver 24 años atrás: en el sexenio de Miguel
de la Madrid el país creció en promedio 0.21%.
Como atenuante, México no estuvo exento de la
crisis económica global que estalló en 2008; el país, por su estrecha relación
comercial con Estados Unidos, lo resintió en 2009, con una pronunciada caída de
6%.
Aunque los choques externos socavaron el
crecimiento de México, también hay responsabilidad en el gobierno de Felipe
Calderónpor no actuar de acuerdo a la magnitud de la crisis, opinaJosé
Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en
Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.
“Se indicó que el choque externo por la crisis
financiera iba a ser reducido, ‘un catarrito’, le llamaron. Hay una
responsabilidad en cómo se diagnosticó la crisis. Los efectos se propagaron de
una forma grande porque no se estaba preparado para implementar programas de
emergencia, eso explicaría la caída de 6%”, considera.
2. Pobreza creciente
En 2006, en México había 44.7 millones de
personas en situación de pobreza patrimonial, equivalente a 42.6% de la
población total. Sólo en dos años, ésta se incrementó hasta 50.1 millones,
47.4% de la población, y en 2010 se ubicó en 52 millones de personas, de
acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (Coneval).
En el mismo año, las personas en pobreza
alimentaria pasaron de 14.4 millones, 13.8% del total, a 21.8 millones de
personas, 18.8% de la población. Si la Coneval a 2010 estima casi 52 millones
de pobres, el Centro de Investigación de Economía y Negocios (CIEN) del Tec de
Monterrey Campus Estado de México considera que la cifra puede elevarse hasta
60 millones de personas al cierre de 2012.
A nivel continental, México fue, después de El
Salvador, el país que menos avanzó en reducir la pobreza en la última década,
según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en el
documento ‘Panorama Social 2012’.
Pese a que en el sexenio de Calderón se lanzó la
estrategia“Vivir Mejor”, consistente en programas
sociales comoOportunidades, 70 y más, entre otros, no se
detuvo el avance de la pobreza en el país.
“Si nosotros tomamos estrictamente el sexenio,
lo que tenemos es un incremento de pobres. Significa que los programas sociales
que se implementaron son insuficientes para disminuir este problema de
marginación, es como combatir un cáncer con un mejoral”, opina José Luis de la
Cruz, del Tec de Monterrey.
3. Menos empleo y más precario
En materia laboral, también se quedó rezagado el
gobierno de Felipe Calderón. La Población Económicamente Activa (PEA) creció
15.6% desde 2006 hasta el tercer trimestre de 2012, y solamente la población
ocupada aumentó 13.7%, pero la desocupada pasó de 1.6 millones a 2.64 millones,
65.3% más, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(Inegi). Por lo tanto, la tasa de desempleo pasó de 3.7% en 2007 a 5% en
octubre de este año.
Por si fuera poco, la ocupación en el sector
informal, sin seguridad social ni prestaciones, creció de forma más acelerada:
de 11.4 millones de personas en 2007, a 14.2 millones en octubre de 2012, 24.7%
más. Este número de personas constituye casi 30% de la PEA.
La reforma laboral, recién aprobada y
promulgada, fue hecha para flexibilizar el mercado del trabajo e incentivar más
creación de empleos, pero probablemente con una calidad más baja, menciona De
la Cruz.
“Mi perspectiva es que (la reforma) generará
alrededor entre 200,000 o 250,000 empleos más, pero probablemente sea con
ingresos menores o similares. Se va a crear empleo, pero con una calidad, me
parece, muy baja”, indica el académico. Además, considera que el crecimiento
del empleo informal es una tendencia que difícilmente parará en el próximo
sexenio.
4. Deuda creciente en estados y municipios
El ejemplo de Coahuila fue el más drástico, al
pasar su deuda de 420 millones de pesos (mdp) en 2006 a 36,500 mdp durante el
gobierno de Humberto Moreira, pero la tendencia creciente se
mantiene en el resto de los estados y municipios del país.
De acuerdo a registros de la Secretaría de
Hacienda (SHCP), al tercer trimestre de 2012 la deuda de las entidades
subnacionales se ubicó en 404,000 mdp, 2.7% del PIB. En 2008 era sólo la mitad,
de 203,100 mdp.
“Este comportamiento ya representa una señal de
alerta para el sector en inclusive se discuten diversas opciones para limitar,
controlar y promover el endeudamiento prudente de las entidades subnacionales”,
advirtió Fitch en un comunicado el pasado 22 de octubre.
Si bien en el peso del PIB nacional la deuda aun
no es representativa, explica De la Cruz, “sí está comprometiendo la capacidad
financiera de varios municipios y varios estados. El problema es que en los
siguientes meses y años, los municipios tendrán que aportar más recursos y
participaciones para pagar deuda e intereses”.
5. IED estancada
Al cierre de 2007, la Inversión Extranjera
Directa (IED) en México fue de 23,230 mdd, según cifras de la Secretaría de
Economía (SE). Este monto, que no se había visto desde 2001, cuando el grupo
financiero estadounidense Citigroup compró Banamex por 12,500 mdd, no se ha
vuelto a ver en los años siguientes.
En 2009, por la crisis económica, la IED bajó a
11,417 mdd, en 2010 subió hasta 17,725 mdd y en 2011 siguió recuperándose hasta
19,439 mdd. Pero de enero a septiembre de este año, la IED sólo es de 13,045
mdp.
Para José Luis de la Cruz, el panorama de México
en inversión extranjera es de estancamiento. “La IED no ha tenido un aumento
como en los casos de Brasil, China o de países más chicos, como Vietnam, que
fue motivado por el desarrollo de su sector industrial. En México, oscila entre
15,000 y 20,000 mdd, y ahí se queda a menos que ocurra una compra
extraordinaria, como una cementera, un banco o cervecera. Pero si no es por
esas compras extraordinarias, sigue estancada.”
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