En
la cumbre de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, Argentina
suscribió un acuerdo que, según sus detractores, abriría las puertas a
una supervisión gubernamental más marcada de la web.
El artículo más controversial del tratado firmado durante la
conferencia de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT),
realizada en Dubai entre el 3 y el 14 de diciembre, reza: “Los Estados
Miembros deben tomar las medidas necesarias para evitar la propagación
de comunicaciones masivas no solicitadas y minimizar sus efectos en los
servicios internacionales de telecomunicación. Se alienta a los Estados
Miembros a cooperar en ese sentido”, según informa hoy el diario Clarín.
Entre los 89 países que firmaron el tratado, además de la Argentina,
se encuentran Sudáfrica, Venezuela, Uruguay, México, Paraguay, Cuba,
Irán, Holanda, Rusia, China, Alemania y Suecia, entre otros. Alrededor
de 55 países no votaron el tratado, mientras que los Estados Unidos y
sus países aliados se manifestaron en contra de la iniciativa por
considerar que restringe la libertad de la web.
La Argentina suscribió el tratado, aunque con reservas, y señaló que
mantiene “el derecho a adoptar toda medida que considere necesaria” en
caso de que los demás países no cumplan con lo acordado o si “las
reservas expresadas por otros Estados Miembro afecten los servicios de
telecomunicación internacional de la República Argentina”.
Posiciones a favor y en contra
Los Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá, entre otros, se manifestaron en contra del acuerdo debido a que consideran que limita la libertad online y
porque propone el control gubernamental de internet. En la actualidad,
son algunas organizaciones sin fines de lucro norteamericanas las que se
encargan de temas como direcciones IP y nombres de dominio.
Así, aquellos países señalaron que internet no debía ser parte del
acuerdo, que gira en torno de temas como la conexión de llamadas
internacionales.
Sin embargo, en el inicio de la conferencia que reunió a cerca de
1.950 delegados provinientes de 190 países, Hamadoun Touré, secretario
de la UIT, apuntó que la cumbre no tenía intenciones de “emitir
resoluciones que restrinjan la libertad de internet”.
En cambio, señaló que tenía como objetivo “organizar internet, proteger las informaciones y la privacidad de los usuarios e impedir la piratería”.
En el extremo opuesto a la postura de los Estados Unidos, el grupo de
países entre los que se encuentran China, Rusia y Emiratos Árabes
sostuvo que internet debía estar contemplado en el tratado porque su
tráfico viaja a través de las redes de telecomunicaciones.
El desacuerdo entre ambos grupos no significa que las
telecomunicaciones entre ellos se interrumpirán. Los países que dieron
su visto bueno al documento podrán aplicarlo individualmente, en tanto
que aquellos que se manifestaron en contra podrían implementar acuerdos
separados.
En este sentido, desde la UIT además agregaron que las decisiones
últimas sobre las políticas de control a la web dependen de los
gobiernos de cada país.
La última actualización de un tratado de telecomunicaciones databa de 1988, cuando internet aún estaba en una etapa embrionaria.
Además de “organizar internet”, según palabras de Touré, la cumbre
buscó “dar a conocer los mejores medios para garantizar que todos los
habitantes del mundo se beneficien de las telecomunicaciones e internet
con precios razonables y aceptables”.
Elaborar patrones reguladores para las compañías de
telecomunicaciones para aumentar el nivel de calidad, transparencia e
igualdad se encontraban entre otros de los fines de la conferencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario