02 diciembre, 2012

Peña Nieto se reúne con diplomáticos y sus pares en Chapultepec

El Presidente habló de la participación de México en el mundo “mostrándose como lo que es: un país generoso y emprendedor”

Ernesto Méndez
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El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, entre otros distinguidos visitantes, saluda al presidente Enrique Peña Nieto, durante la comida ofrecida en el Alcázar de Chapultepec


CIUDAD DE MÉXICO, 2 de diciembre.- Al ofrecer una recepción en el Alcázar de Chapultepec a los jefes de Estado y de gobierno, así como a diplomáticos que lo acompañaron en su toma de posesión, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que hará de México un actor con responsabilidad global.


Acompañado de su esposa, Angélica Rivera, el jefe del Ejecutivo indicó que México tiene mucho que aportar a la comunidad internacional, por lo que adelantó que la nación participará activamente en el mundo mostrándose como un país generoso, emprendedor, solidario y abierto.
Al acto asistieron embajadores, gobernadores, los titulares de los poderes Legislativo y Judicial, prelados, miembros de las Fuerzas Armadas y otras personalidades.
La crónica en el bosque
Un típico sábado en el Bosque de Chapultepec, donde familias completas disfrutaron un rato de esparcimiento con el clásico trenecito, la vendimia y el sol acogedor.
A espaldas del monumento a los Niños Héroes, vallas metálicas y la presencia de elementos del Estado Mayor Presidencial y Policía Federal que custodiaban los accesos al Alcázar de Chapultepec, donde el presidente de México, Enrique Peña Nieto, ofreció una comida a más de 350 invitados especiales.
Jefes de Estado y gobierno, así como representantes diplomáticos que llegaron para estar presentes en la ceremonia de toma de posesión en el Palacio Legislativo de San Lázaro y que en retribución pudieron compartir el pan y la sal con Peña Nieto.
Por la mañana, camionetas de carga ingresaron con enseres y alimentos para el banquete, no sin antes ser revisados exhaustivamente por un perro entrenado para detectar explosivos.
En punto de las dos de la tarde comenzaron a llegar las comitivas escoltadas por motociclistas y patrullas, que acompañaron a los visitantes extranjeros hasta los filtros de acceso, donde tuvieron que pasar los arcos detectores de metales y presentar una tarjeta roja con la leyenda de la Presidencia de la República, que servía como una especie de invitación al evento.
En una Suburban blindada, color azul marino, con la bandera de España, apareció el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, quien desde su asiento en la parte de atrás, hizo señas de que no podía bajar la ventana, ante la insistencia de reporteros de captar sus primeras impresiones sobre el cambio de poderes en México.
De manera intempestiva y captando la atención de la concurrencia, aparecieron al menos seis camionetas con la bandera de las barras y las estrellas, que transportaban al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, resguardado por agentes del Servicio Secreto y militares mexicanos atentos ante cualquier eventualidad.
Personalidades
Al Alcázar arribaron los presidentes de Costa Rica, Laura Chinchilla; Colombia, Juan Manuel Santos, y Perú, Ollanta Humala, para escuchar el discurso de Peña Nieto sobre la participación de México en el mundo “mostrándose como lo que es: un país generoso, emprendedor, solidario y abierto”.
En el lugar hubo un desfile interminable de vehículos con banderas de Brasil, Argentina, Uruguay, Cuba, Finlandia, Corea del Sur y China, así como organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que tuvieron que ser estacionados, en donde fuera, para que los convidados a la comida, pudieran acudir a la cita con el Presidente, quien posó gozoso, como buen anfitrión, para las fotografías del recuerdo.

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