07 enero, 2013

Economía para Todos: La Revolución Liberal de 1871

Economía para Todos: La Revolución Liberal de 1871

La Revolución Liberal de 1871 derrocó al régimen conservador —heredero del régimen colonial— e instauró el régimen liberal, que estuvo vigente hasta 1944. Es el régimen de los 43 años. Fue una verdadera revolución militar.

POR JOSé MOLINA CALDERóN
Se inició con una invasión desde México dirigida por Miguel García Granados a fines de marzo de 1871, con el propósito de derrocar al presidente Vicente Cerna, quien a su vez fue el sucesor de Rafael Carrera.
Manifiesto de García Granados
El 8 de mayo de 1871 García Granados proclamó un Manifiesto a los Guatemaltecos, argumentando: reivindicar sus derechos y combatir una administración que oprime a los pueblos y viola diariamente las garantías más sagradas del hombre; que combate desde hace 20 años esa administración arbitraria y despótica que sin haber logrado derrocarla, le ha permitido dar a conocer los abusos, demasías y crueldades de ese sistema dictatorial; en su calidad de representante del pueblo hacia una oposición enérgica, pero legal; se le mandó a aprehender en unión de otros representantes en la Asamblea Legislativa, pero se logró salvar; un gobierno de leyes es el único que puede establecer el verdadero orden; se desea establecer un gobierno que no tenga más normas que la justicia; se quiere que desaparezca la llamada Acta Constitutiva (comentario: es la Constitución Política que se aprobó en época de Rafael Carrera); se desea una verdadera representación nacional, libremente elegida; se quiere una prensa libre; se quiere que el ejército mejore; se quiere también que la hacienda pública se arregle y el sistema de impuestos se modifique; también se desea que la instrucción pública se generalice, y finalmente que desaparezca toda especie de monopolios y muy especialmente el del aguardiente.


El Manifiesto dice en estas frases: ayudadme a derrocar una administración tirana y odiosa; venid a mí y seréis felices; no temáis que los que obran bajo nuestra dirección cometan desórdenes ni demasías de ninguna clase; también sabré respetar a los amigos leales.
Acta de Patzicía
El 3 de junio de 1871 el grupo de revolucionarios, todos con grado militar, en la Villa de Patzicía, autodenominándose “Jefes Oficiales del Ejército Libertador, reunidos en Consejo de motu propio”, levantaron el acta que contiene lo siguiente: desconocer el gobierno de D. Vicente Cerna; nombrar Presidente Provisorio de la República al General Sr. D. Miguel García Granados, ampliamente facultado para organizar el país bajo las bases que el mismo General ha proclamado en su manifiesto de 8 de mayo próximo pasado; queda igualmente facultado para cuando las circunstancias lo permitan, reunir una Asamblea Constituyente que decrete la Carta Fundamental que debe regir definitivamente a la nación; todos los Jefes y Oficiales se comprometen bajo juramento a no dejar las armas de la mano hasta no haber llevado a debido efecto todos los puntos contenidos en esta acta. Siguen 20 firmas de Generales, Coroneles, Capitanes y Tenientes.
El Acta de Patzicía durante ocho años fue el equivalente a la Constitución Política, hasta su aprobación el 11 de diciembre de 1879. Fue la que permitió la dictadura liberal.
Toma de la Capital
El 29 de junio de 1871, se llevó a cabo la batalla final en la Finca La Choza, justamente en el encuentro actual de las carreteras Antigua Guatemala-Bárcenas. El día 30 de junio, motivo del asueto laboral actual, los revolucionarios ingresaron triunfalmente a la capital, ratificando de hecho a García Granados como presidente provisorio. Hubo Te Deum en la Catedral, sin imaginarse el Arzobispo Bernardo Piñol y Aycinena que pronto sería expulsado del país, al igual que otro obispo, el alto clero, y todas las órdenes religiosas, excepto las Hermanas de la Caridad, encargadas de los hospitales. También fueron expropiados todos los bienes de las órdenes religiosas.
En 1872, García Granados hizo delegación de la presidencia en J. Rufino Barrios, con el objeto de colocarse al frente del Ejército de Guatemala, invadir Honduras e intentar deponer a su presidente. Barrios durante el período de presidencia interina, cometió arbitrariedades contra guatemaltecos pudientes, encarcelándolos y azotándolos. También en forma inconsulta promovió decretos para la ya señalada exclaustración de las órdenes religiosas y nacionalizar sus bienes. Esto fue motivo de que García Granados presentara su renuncia. Empero, Barrios como gran manipulador, logró que la Asamblea Nacional no aceptara esa dimisión y además que le dieran un voto de confianza, con el objeto de que no lo hicieran a él responsable de la renuncia de García Granados. Para coronar este acto, ordenó a la Asamblea y así ocurrió, que se aprobara una indemnización de Setenta mil Pesos a favor de García Granados y otra de Cincuenta mil Pesos a su favor.
Barrios sustituyó a García Granados hasta 1885, ejerciendo un gobierno dictatorial. La política económica sufrió una transformación profunda.

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