El dato positivo es que las 29 economías de la región evaluadas en el Índice 2013 de Libertad Económica, publicado por The Wall Street Journal y la Fundación Heritage, continuaron con la tendencia del año anterior de obtener unas puntuaciones superiores a la media mundial en libertad fiscal y monetaria. También mejoraron en el control del gasto público. Sin embargo, mantuvieron su baja puntuación en lo relacionado con la corrupción y la protección de la propiedad privada. A juicio de los editores del índice, estas malas notas son reflejo de "los tradicionales problemas de mal gobierno e inestabilidad política" de la zona.
Elaborado desde 1995, el Índice evalúa a los países en cuatro grandes áreas: Estado de Derecho, eficacia reguladora, gobierno limitado y apertura de mercados. En función de las puntuaciones obtenidas, cada una de las 177 economías analizadas son clasificadas como libres (a partir de los 80 puntos), mayormente libres (entre 70 y 79,9), moderadamente libres (entre 60 y 69,9), mayormente controladas (entre 50 y 59,9) o reprimidas (por debajo de 50).
Chile mantiene su séptimo puesto en el Índice 2013, si bien logra el mayor crecimiento en libertad económica entre los 10 primeros clasificados. Cuba experimentó modestos incrementos en materia de libertad económica, pero no mejoró su posición como segunda peor economía del mundo. Los otros 27 países de la región se distribuyeron en una curva con forma de campana, pues ocho mejoraron y 19 perdieron puestos. La mayoría son moderadamente libres o mayormente controlados, y cinco cambiaron de estatus en el último año: Bolivia y Haití cayeron desde mayormente controlados hasta reprimidos, Belice y República Dominicana lo hicieron de moderadamente libres a mayormente controlados, en tanto que Bahamas sobresalió como el único que mejoró en la clasificación, al pasar a ser mayormente libre.
Los editores del Índice destacan el caso de Colombia, que gana 1,6 puntos y al que consideran ejemplo perfecto de nación que transformó la crisis global en "una oportunidad para mejorar su sistema económico".
En conjunto, la región sufrió el peor retroceso de los experimentados en el mundo. Belice, Panamá, Haití, Bolivia y Trinidad y Tobago están entre los 10 países con mayores retrocesos; Belice, de hecho, experimentó la peor caída de entre todas las economías analizadas: -4,6 puntos.
Los 59,6 puntos del promedio mundial supusieron un aumento de sólo una décima respecto al registrado en 2012. Como observan los editores, "el avance hacia la libertad económica se ha frenado totalmente". Sin embargo, la tendencia general fue positiva: entre los 177 países de la clasificación, 91 vieron mejorar sus puntuaciones, mientras que 78 cosecharon peores resultados que en la edición anterior.
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