Libertad, ¿para qué?
Por Ricardo E.
Calvo
Hace unos 50
años y sin terminar la enseñanza secundaria salí de mi pais natal Cuba donde
había sido testigo de los métodos que el Partido Comunista utilizaba para
fraguar el socialismo científico.
Vi como las
masas se congregaban en las plazas públicas y a petición de los dirigentes
aprobaban incondicionalmente que todos seriamos subyugados al “bien común”,
eliminaríamos a “los ricos” y lo que poseíamos seria “de todos”.
Se vociferaba que si aquellas propuestas eran de
índole comunista entonces los simpatizantes de estas querían que los pusieran
“en la lista” de militantes comunistas pues estaban de acuerdo con esos fines.
El pueblo de
Cuba había combatido una dictadura para recuperar su libertad y restablecer una
República Constitucional basada en las libertades individuales y el Estado de
Derecho lograda a través del triunfo de la insurgencia en el monte y el
clandestinaje en el llano.
Pero parece que
el pueblo cubano le temió a esa Libertad.
El ser humano al
llegar frente a la Libertad llega también frente al riesgo, a la lucha y a
decidir sus acciones y encarar sus consecuencias siendo responsable si
yerra.
Al enfrentarse a
la Libertad el ser humano busca instancias protectoras que le cubran los riesgos
y elige las autoridades que tomen las decisiones en su lugar.
Al tener miedo a
la Libertad el ser humano se infantiliza y quiere sentirse protegido, amparado
y busca quien le resuelva lo que le conviene y lo que no le conviene.
La forma más
dañina del miedo a la Libertad es el temor al libre pensamiento, se cierran los
ojos ante los problemas y se prefiere pensar con cabeza ajena aceptando
“verdades” ya dichas sin tener que elegir las verdades por sí mismo.
El lema “laissez
faire, laissez passer” no es una actividad pasiva sino todo lo contrario. Esta
frase tan criticada por el socialismo internacional demanda claramente que me
dejen hacer, me dejen trabajar, tener manos libres y que se me respete lo que
yo consigo con mi esfuerzo licito y sin dañar a otros. Esto es después de todo
por lo que los “marielitos” y “balseros” cubanos y emigrantes de otras
nacionalidades en los EEUU y otros países del mundo realmente han aprobado “con
los pies”.
Cuando se
expresa explícitamente el ansia de Libertad es cuando aparece más agudo el
miedo a esa Libertad que hay que encarar y esta actitud de miedo contribuye
substancialmente al socialismo y a todas sus modalidades.
Y así surgen los
enmascarados derechos individuales llamados entonces “derechos sociales” que quieren
aparecer como perfeccionamiento de los verdaderos derechos cuando la verdad es
que están inspirados por una actitud contraria. Eva Perón de la Argentina en
una ocasión llego a expresar: “Detrás de cada necesidad hay un derecho “.
Existe una
diferencia enorme entre el derecho de propiedad que es el derecho de que yo
obtenga lo que pueda lograr y que me sea respetado y el supuesto derecho a la
propiedad en el cual yo exijo que se me de algo en propiedad.
Entre la
libertad de trabajo y el “derecho al trabajo” hay una contraposición. En la
primera yo exijo que me dejen trabajar y no pido que me den nada. En el
“derecho al trabajo” estoy realmente pidiendo que me garanticen el trabajo.
Dentro de esta
misma corriente de pensamiento se plantean una serie de exigencias bajo las
cuales late un ansia desaforada de ser protegido. Esta actitud es una tentación
de la naturaleza humana y puede presentarse en todos los individuos
independientemente de su situación social económica.
Como el miedo a
la Libertad es una actitud regresiva hacia la infancia esta produce el
sentimiento de envidia. Creemos que el que tiene más bienes me está afectando
pero no me atrevo a expresarlo explícitamente y me veo en la necesidad de
racionalizar mi envidia teniendo que recurrir a esa doctrina de boga llamada
“justicia social” que me sirve de escudo para disfrazar ese antiguo pero
permanente sentimiento.
Ahora puedo adoptar una actitud “justiciera” y altruista en la que condeno las “injusticias” que acarrea la libre empresa y predico la necesidad de “distribuir las riquezas” más equitativamente.
Ahora puedo adoptar una actitud “justiciera” y altruista en la que condeno las “injusticias” que acarrea la libre empresa y predico la necesidad de “distribuir las riquezas” más equitativamente.
El miedo a la
Libertad amenaza a todos los seres humanos pero el llamado “intelectual” está
más expuesto a ello.
Este último se
considera por lo general un ser superior y se siente molesto al ver que los
empresarios privados obtienen posiciones económicas mas altas que la suya y su
envidia oculta se canaliza elaborando teorías políticas y económicas de
carácter socialista.
Las ideas socialistas no han surgido de las clases proletarias pero si de los “intelectuales” quienes influidos por la envidia fabrican las doctrinas que mas tarde en muchos casos encuentran terreno fértil en la mente de las masas llevándolas a la miseria.
Las ideas socialistas no han surgido de las clases proletarias pero si de los “intelectuales” quienes influidos por la envidia fabrican las doctrinas que mas tarde en muchos casos encuentran terreno fértil en la mente de las masas llevándolas a la miseria.
El verdadero
peligro al que nos enfrentamos hoy consiste en que el ser humano tiene miedo a
la Libertad aunque en la actualidad lo oculte bajo las diversas mascaras y
variantes del socialismo.
Si nos preguntamos Libertad ¿para que?, quiero sugerir unas respuestas:
Quiero Libertad para disponer de nuestra propiedad más sagrada que es nuestra vida y persona y lograr por mis esfuerzos los medios para sustentar la existencia y la prosperidad.
Si nos preguntamos Libertad ¿para que?, quiero sugerir unas respuestas:
Quiero Libertad para disponer de nuestra propiedad más sagrada que es nuestra vida y persona y lograr por mis esfuerzos los medios para sustentar la existencia y la prosperidad.
Quiero Libertad
para vivir en un país donde somos iguales ante la ley y no a través de ella.
Quiero Libertad
para existir en una sociedad coordinada por el llamado mercado libre donde el
poder de todos está limitado, disperso y condicionado por la aquiescencia de
los demás.No pretendo un mundo perfecto, porque eso solamente existe en la mente de los utópicos. Libertad ¿para qué?: !Para ser dignos y sentirnos con dignidad!
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