Beppe como catalizador de frustraciones
Por Alberto Benegas Lynch (h)
(Puede verse también sobre este tema Populismo europeo por Alvaro Vargas Llosa)
En las elecciones parlamentarias de Italia del
mes pasado, Giuseppe Piero Grillo (Beppe) obtuvo un apoyo electoral
realmente descomunal: un veinticinco por ciento de los sufragios lo cual
se traduce en ocho millones de votos. Beppe es un contador devenido en
cómico y destacado showman de la televisión, de 64 años de
edad, que cataliza las frustraciones de los italianos, especialmente de
la gente joven asqueada con la corrupción de los políticos, con sus
privilegios inauditos, sus arrogancias descomunales y sus crecientes
atropellos, todo a espaldas de ciudadanos absortos con el triste y
reiterado espectáculo de un bochorno sin solución de continuidad.
The
Economist lo tilda de “estrella naciente”, la revista Times lo menciona
como “uno de los héroes en la batalla contra la corrupción política”,
Businessweek sostiene que países como “Francia necesitan un Beppe
Grillo” y el semanario Zona Crítica concluye que el personaje de marras
“no es un cómico sino un desinfectante”.
Beppe Grillo fundó el
Movimiento Cinco Estrellas que Mario di Giorgio -director de una
televisión digital en Milán- lo denomina “el movimiento antisistema”,
establecido para lograr su cometido de llamar la atención al mundo sobre
los estropicios de la clase política y administra un blog consultado
por millones de personas en los idiomas italiano, inglés y japonés.
Insiste que “se está terminando una época” y pretende contribuir al
nacimiento de otra algo más oxigenada.
Algunas de sus propuestas
resultan confusas como en materia de ecología y economía pero las
intercala con chanzas como cuando se pregunta “si es cierto que en China
todos son socialistas ¿a quien pueden robar?”. En definitiva está en
línea con lo dicho por Golda Meir en el sentido que “nada es tan
escandaloso como cuando nada nos escandaliza”, pero no es lo que sugiere
se adopte lo que vale del ahora célebre Beppe sino, como queda dicho,
el llamado de atención a la debacle de las estructuras políticas del
momento en la que todos pretenden usufructuar de las mismas
instituciones decadentes.
La idea de la democracia complementada
con la noción republicana significa el respeto a los derechos de las
minorías, el recato y la sobriedad en la administración del poder, el
federalismo, la transparencia, la división de poderes, la seguridad
jurídica y la igualdad ante la ley en el contexto del afianzamiento de
la justicia. Hoy se ha producido una peligrosa y extendida metamorfosis
de la democracia que ha mutado en cleptocracia, es decir, en gobiernos
de ladrones de libertades, de propiedades y de sueños de vida. En otros
términos, una burla grotesca a la buena fe de los habitantes en países
del llamado mundo libre.
Cada vez más suben los impuestos para no
entregar casi nada como contrapartida salvo contratiempos, mientras los
consabidos fariseos de las pseudofinanzas machacan con el equilibrio
fiscal no importa si los contribuyentes sobreviven al reiterado
experimento. Con un poco de imaginación para salirse del brete
conservador, debería prohibirse el endeudamiento público por
incompatible con la democracia ya que compromete patrimonios de futuras
generaciones que no participan en el proceso electoral que eligió al
gobernante que contrajo la deuda. Debería también liquidarse la banca
central que siempre destruye el valor del dinero y permitir que la gente
elija los activos monetarios de su preferencia tal como se ha
fundamentado en múltiples ensayos de gran calado y, entonces, que se las
arreglen los gobernantes con ingresos presentes formados por los
impuestos, al tiempo que deben estimularse y aplaudirse las rebeliones
fiscales como signo de dignidad y autoestima cuando los gobiernos se
extralimitan.
Como una ilustración de las preocupaciones que
surgen en el seno del Movimiento Cinco Estrellas, señalo que tal vez una
de las primeras medidas de un gobierno razonable debería consistir en
la eliminación de todas las embajadas con sus pompas, privilegios y
mansiones principescas. La embajada es una idea de la época de las
carretas: debido a las muy deficientes comunicaciones al efecto de
adelantarse en los acontecimientos. Hoy con las teleconferencias y demás
herramientas extraordinarias que brinda la tecnología moderna, ese tipo
anacrónico de diplomacia no tiene sentido alguno. Con un modesto
consulado es más que suficiente. Incluso para las relaciones comerciales
resultan superfluas las embajadas, por ejemplo, Guatemala no mantiene
relaciones diplomáticas con China y es el país latinoamericano que más
comercio exhibe con los chinos en relación a su producto.
En su
muy difundido discurso ante miles y miles de jóvenes en la Piazza San
Giovanni titulado “El redescubrimiento de la condición humana”, Grillo
no solo se refirió a la pompa de funcionarios equivalentes a nuestro
ejemplo de los embajadores y sus cortes, sino que la emprendió contra
banqueros y economistas. No es para menos si se tiene en cuenta el
fraude legal que significa el sistema de reserva fraccional manipulado
por la banca central que permite el privilegio de usar recursos de
terceros depositados “a la vista”, y cuando se producen cambios en la
demanda de dinero los desfasajes son cubiertos por las autoridades del
momento. No es para menos el cargar contra los economistas del
establishment que con el apoyo de absurdas instituciones financieras
internacionales repiten a coro la necesidad de elevar la presión
tributaria y la deuda, con lo que propinan golpe tras golpe a los
azorados trabajadores de todos los ramos quienes constatan una y otra
vez las dádivas entregadas graciosamente a los amigos del poder,
inaceptables a los ojos de cualquier persona decente. Esto así no
resistirá mucho tiempo y siempre está al acecho el peligro de embestir
contra un capitalismo inexistente y, por ende, acentuar los males que se
pretenden remediar. En este contexto es que Giovanni Sartori sostiene
que Grillo “es un demagogo sin ideas”.
De cualquier manera, como
se ha consignado en otras ocasiones, los mortales nunca llegaremos a una
instancia final, debemos estar en guardia permanente si queremos
preservar nuestras libertades. Para ello es menester trabajar las
neuronas y la imaginación a los efectos de limitar el poder. Son muchas
las posibilidades pero hay tres propuestas dirigidas a los tres poderes
que son de interés debatir o, de lo contrario, proponer otras vallas
pero lo que no es admisible es quedarse con los brazos cruzados
esperando que ocurra un milagro puesto que, como ha dicho Einstein, no
es posible esperar resultados distintos si se aplican las mismas
recetas.
He recordado antes que las tres propuestas pertenecen
respectivamente a Hayek para el Poder Legislativo (en el tercer tomo de
Derecho, legislación y libertad), a Bruno Leoni para el Judicial (en La
libertad y la ley) y Montesquieu aplicable al Ejecutivo (en Del espíritu
de las leyes) quien escribe que “el sufragio por sorteo está en la
índole de la democracia”, con lo que los incentivos operarán en
dirección a proteger vidas y haciendas dado que cualquiera puede ser
elegido. Esto significa la preocupación y la ocupación en dirección a
limitar las facultades de los gobernantes, es decir, limitar el poder
que es precisamente lo que se requiere puesto que, como lo ha destacado
Popper, el problema no radica en quien ha de gobernar sino en el
establecimiento de instituciones “para que el gobierno haga el menor
daño posible”.
El antedicho proceso electoral parlamentario en
Italia revela atisbos esperanzadores, en medio de la sucesión de
dictadores electos como ocurre en Venezuela, Nicaragua, Ecuador y
Bolivia, para no decir nada de la fantochada cubana y lo que viene
sucediendo con un Leviatán desbocado en Argentina que deglute a pasos
agigantados los restos de la tradición alberdiana que aún quedan en pie,
especialmente después de la superlativa desfachatez del acuerdo con el
gobierno terrorista de Irán.
Por su parte, La Stampa pone de
manifiesto que “hemos votado el Parlamento más ingobernable en de la
historia”, pero estas elecciones reflejan un hartazgo saludable, lo cual
constituye el primer paso para una posible rectificación en el mundo de
la política convencional de la época, por más que en este caso
eventualmente haya que repetir las elecciones para formar gobierno si
antes del 15 de marzo no se obtuviera una mayoría según manda la
Constitución.
Vivimos la crisis de aparatos estatales
elefantiásicos que abandonan las funciones de brindar justicia y
seguridad para internarse en faenas que significan la demolición del
derecho y pretenden convertir a la sociedad en un inmenso e insostenible
círculo donde todos tienen las manos metidas en los bolsillos del
prójimo.
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