01 marzo, 2013

Elba desde prisión

Ana Paula Ordorica
¿Quién llenará el vacío de poder de La Maestra? ¿Tendremos otra cara cubierta por el mismo manto de corrupción..? 
Elba desde prisión
Elba Esther Gordillo se creyó intocable y ahora sabe que no lo era. Que no lo es. Su aprehensión fue un golpe brutal político, estratégico y también contra la corrupción.
Golpe brutal, pero no mortal.
Elba desde prisión nos deja con una serie de preguntas.
¿La caída de la lideresa va a ocasionar algo similar a lo que ocurrió con el quinazo, cuando salió Joaquín Hernández Galicia, La Quina, con su corrupción, pero entró Carlos Romero Deschamps para demostrar que aquello de pasar de Guate-mala a Guate-peor sí que es posible?


¿Quién llenará el vacío de poder de La Maestra? A nivel magisterial, ¿tendremos otra cara cubierta por el mismo manto de corrupción o finalmente se buscará sacar adelante una reforma que obligue a hacer transparentes los gastos de recursos de los sindicatos para que, ahora sí, el golpe a la corrupción sea mortal?
Y a nivel político, esos tres o cuatro puntos porcentuales electorales de los que se jactaba Gordillo de poder colocar en donde quisiera, con el político que ella eligiera, ¿a dónde irán a parar ahora?, ¿los asume de inmediato el PRI de Enrique Peña Nieto?
¿Qué pasará con el Partido Nueva Alianza? ¿Quiénes tomarán las riendas? ¿Qué es lo que querrán promover, proponer, empujar?
¿Qué papel y cuánto poder dejará la salida de La Maestra del SNTE a la CNTE, este grupo de maestros que en muchos sentidos son más radicales y dañinos para la educación del país? Si con Elba en prisión la CNTE se fortalece, mala noticia será para México.
Más preguntas:
¿Qué pensará de esta aprehensión alguien como José Antonio Meade? Como funcionario público, su desempeño destaca de forma positiva, tanto, que pasó de Hacienda con Calderón a Relaciones Exteriores con Peña Nieto. ¿Cómo justificar que hace unos meses Hacienda nada vio y ahora sí?
La misma pregunta es válida para el también ex secretario de Hacienda y hoy senador Ernesto Cordero, quien ha dicho que no se hizo nada porque nada se vio. ¿Nada se vio o nada se quiso ver?
Apostilla: A propósito de mi columna de la semana pasada en donde hacía algunas preguntas sobre el desempeño de Obdulio Ávila como subsecretario de la Segob, en específico en el área de Juegos y Sorteos, el propio Obdulio responde:
Que colocó a su íntimo amigo Alejandro Martínez al frente de la Dirección General de Juegos y Sorteos por su capacidad operativa probada, sobre todo como titular de Braceros, y porque fue sometido y aprobó los controles de confianza del CISEN.
Que los dedos acusatorios le apuntan como el responsable de otorgar permisos a los que no estaba obligado (él dice que lo estaba, pero la sentencia de Recreativos Marina no lo demuestra) debido a que tiene muchos enemigos en el mundo de los casinos.
Y remata que en su periodo en Segob hubo transparencia; se modificó el reglamento de juegos y sorteos para prohibir permisos múltiples para establecimientos, y además se colegió el otorgamiento de permisos.

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