El alto mando israelí decidió tratar los cinco cohetes Qassam lanzados contra Shear Hanegev ayer miércoles 3 de abril, que fueron reivindicados por las salafistas "Brigadas de la Jihad en Jerusalén", afiliadas a Al Qaeda, como los disparos de apertura de un mayor ataque coordinado posterior. Una batería de Iron Dome fue trasladada en consecuencia este jueves al norte de la frontera israelí-egipcia del puerto meridional de Eilat y una fuerza adicional de las IDF se dirigen hacia el sur.
Las fuertes tormentas de arena en la región han reducido considerablemente la visibilidad de los movimientos de tropas y ha proporcionado una excelente cobertura para la infiltración terrorista.
Decenas de salafistas armados y operativos de Al Qaeda en todoterrenos con ametralladoras pesadas montadas fueron avistados este martes por la carretera del norte del Sinaí que une Rafah en la frontera de Gaza con Sheikh Zuweid. Se retiraron apresuradamente a la región montañosa central cuando un reforzado contingente militar egipcio apareció y fue capaz de atrapar a unos pocos.
Se cree que el grupo está preparándose para montar un ataque múltiple simultáneamente desde el Sinaí y la Franja de Gaza. Eilat puede ser un objetivo, pero otros se cree que son las fuerzas norteamericanas en el Negev y también los numerosos oficiales y hombres estadounidenses de la fuerza de mantenimiento de la paz en el norte del Sinaí.
Los portavoces israelíes están sosteniendo a Hamas como responsable del renacimiento de los ataques con misiles y morteros desde la Franja de Gaza después de los cinco meses de calma que empezaron tras el acuerdo de noviembre de cese del fuego. Están tratando de presionar a los gobernantes de Hamas para que afirmen el control y contengan a los salafistas y a las células vinculadas a al-Qaeda en el sur de la Franja de Gaza.
Israel también ha pedido al gobierno egipcio intensificar la acción militar para reducir la actividad terrorista en el norte de Sinaí y otras zonas fronterizas. Estas medidas israelíes han tenido poco efecto. Hamas tiene miedo a un enfrentamiento directo con las células de Al Qaeda y con sus aliados, mientras que los organismos de seguridad egipcios han adoptado una política de control de documentos de las personas que entran desde el Sinaí a Egipto, pero no de los viajeros que se están moviendo en la dirección opuesta. Por lo tanto, no hay ninguna barrera en contra de los terroristas islamistas de Egipto y Libia que impida que entren en el Sinaí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario