es un fracaso.
La prueba refleja datos similares desde 2006 y los peores resultados
se reflejan en secretariado y magisterio. Es decir: ¡los peores
resultados se reflejan entre los que están estudiando para enseñar! Y
parece evidente que, si esto está ocurriendo desde hace 6 años, las
evaluaciones van a parar a algún cajón y no hay voluntad política
(porque esto es asunto de políticos y funcionarios) ha hecho algo serio
para mejorar los resultados.
En el sector público esto no debería sorprendernos porque, ¿por qué
es que la educación tendría un mejor desempeño que otras áreas en las
que están a cargo de los pipoldermos?
Y en cuanto al sector privado, el asunto es engañoso porque los
colegios privados en realidad son sólo apéndices del Sistema Nacional de
Educación, totalmente controlado por políticos y burócratas. Lo que
conocemos como colegios privados, en realidad son partes del sistema
público, administradas por el sector privado. Nada se hace, en los
colegios privados, que no sea aprobado y supervisado por los politicos y
funcionarios que están al mando del sistema nacional.
Es perturbador, por ejemplo, que una directiva de la Cámara
Guatemalteca de la Educación (que agrupa a muchos colegios privados) se
queje de que los agremiados no reciben apoyo, ni material didáctico de
parte de los políticos y funcionarios. ¿Será que no se dan cuenta de
quehay queso en las trampas para ratones? A los colegios
privados no suele gustarles que les regulen los contenidos y las cuotas;
pero a la hora de pedir…se quejan si no reciben.
Y adicionalmente, ¿Alguien apunta hacia la politización de la educación? ¿Alguien se está dando cuenta de que educar no es depositar conocimientos en cubetas?
¿Alguien se está dando cuenta de que en el siglo XXI educar es enseñar a
aprender y enseñar a pensar? Mi hipótesis es que 180 días de depositar conocimientos en una cubeta hacen más daño que 150 días de enseñar a aprender ya pensar.
El sistema estatista de educación es un fracaso, pero no es un
fracaso total. Tiene éxitos políticos de gran valor para el estatismo y
para el colectivismo. Forma electores que son súbditos y no
ciudadanos. Forma sujetos igualitariamente incapaces; acostumbrados a
pedir, a exigir y a recibir. Deformados en aulas en las que los valores
son la obediencia y la igualdad; no la exploración y la diversidad.
Forma tributarios convencidos de que es inmoral resistirse a ser
expoliado. Forma masas de sujetos; y no individuos.
Al estatismo no le importa mucho que los estudiantes salgan de las
escuelas y colegios sin saber leer bien, y sin poder multiplicar, o
dividir. Lo que le importa es que se gradúen y salgan a exigir más.
Ellos son la sangre que el estatismo necesita para crecer. Y cuando
digo sangre, no lo digo sólo en sentido figurado.
La ilustración la tomé de Facebook. Al ver esa ilustración
uno no puede sino pensar que es inmoral contribuir al sostenimiento de
la educación estatizante. Para una sociedad libre, es suicida reformar
la educación estatizante y lo que corresponde es abolirla
De
los estudiantes de diversificado evaluados en 2012 por el Ministerio de
Educación, ¡92.7% reprobó en matemáticas; y 75.52% reprobó en lectura!
La educación estatizada, tanto pública como privada,
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