Máxima estudió economía en la Universidad Católica de Argentina y en 1989, mientras aún estaba en la carrera, trabajó para Mercado Abierto S.A. investigando sobre software para mercados financieros
Publicado por Actitud Fem

Máxima trabajó para HSBC James Capel Inc. en Nueva York donde llegó a ser vicepresidenta de ventas institucionales para América Latina. Foto: Getty

La economista que se convirtió en reina de Holanda

Máxima Zorreguieta, al igual que muchas otras mujeres de las cortes europeas, rompió con los estereotipos tradicionales de los linajes reales. Máxima se casó en 2002 con el ahora Rey Guillermo Alejandro y ha vivido desde entonces en la capital holandesa, pero antes de figurar dentro de la corte real ya había recorrido un interesante camino.


Antes de ser princesa
Máxima nació el 17 de mayo de 1971 en Buenos Aires, Argentina, del matrimonio de Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti. Tiene tres hermanos, Martín, Juan e Inés, y tres medias hermanas de un matrimonio anterior de su padre.
Estudió economía en la Universidad Católica de Argentina, y en 1989, mientras aún estaba en la carrera, trabajó para Mercado Abierto S.A. investigando sobre software para mercados financieros.
Terminó la licenciatura en 1995, y un año después trabajó para HSBC James Capel Inc. en Nueva York donde llegó a ser vicepresidenta de ventas institucionales para América Latina. Después ingresó en Dresdner Kleinwort Boston y en el Deutche Bank, desde donde fue transferida a Bruselas en 2001.
Máxima trabajó como miembro del Grupo Asesor de las Naciones Unidas en el Año Internacional del Microcrédito 2005. Después participó en Sectores Financieros Inclusivos y en el 2008 presentó Ban Ki-Moon sus recomendaciones.
La polémica
El padre de Máxima fue Secretario de Agricultura y Ganadería durante la última dictadura militar argentina, entre 1976 y 1983, el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, con el presidente Jorge Rafael Videla.
Michiel Baud, historiador y profesor holandés, fue el encargado de realizar una investigación exhaustiva para determinar si Jorge Zorreguieta tuvo participación directa en la Guerra Sucia que vivió Argentina durante la dictadura.
Escribió el informe “El padre de la novia” donde concluyó:
Hice un informe sobre la tarea pública del señor Zorreguieta, enfocándome en el contexto de su trabajo, la posibilidad de que supiera de violaciones a los derechos humanos y si había tomado parte activa en eso en el período entre 1976 y 1981. [...] El señor Zorreguieta tuvo una posición alta. No podía ignorar lo que ocurría en el país. En posiciones altas, callarse es cada vez menos aceptable. Por la responsabilidad y el cargo que tenía.
Esta investigación fue suficiente para demostrar que el Secretario no tuvo participación directa en los asesinatos de la época, lo que tranquilizó un poco a los altos mandos holandeses para aprobar el matrimonio.
Sin embargo, no fue invitado a la boda de su hija para evitar conflictos internacionales, y el asunto llega a tal grado que tampoco asistió a la ceremonia de coronación de la ahora Reina Consorte de Holanda.