PAN; DEL SERVICIO A SERVIRSE.

Ricardo Alemán.

En palabras del senador Ernesto Ruffo Appel –el primer gobernador de un partido distinto al PRI–, el Partido Acción Nacional perdió su esencia y requiere la acción de algunos de sus miembros más longevos, para recuperar los principios que dieron origen –y sentido– al frente político.

Precisamente por eso, Ruffo Appel decidió liderar una suerte de "tercer vía" al interior del PAN. Es decir, un grupo que no se asocie con los allegados al presidente del partido, Gustavo Madero, pero que tampoco haga el caldo gordo a quienes apoyan al ex presidente de México, Felipe Calderón.

Si bien el ex gobernador aseguró que no se trata de otra "tribu" o de oponerse a calderonistas y/o maderistas; es evidente que estamos ante un contrapeso para los grupos hegemónicos que controlan al partido.

Al esfuerzo de Ruffo se sumaron los ex gobernadores Carlos Medina Plasencia de Guanajuato, Fernando Elizondo de Nuevo León, Alberto Cárdenas de Jalisco, Fernando Canales Clariond también de Nuevo León y Francisco Barrio de Chihuahua. 

Y, en conjunto, los panistas de cepa buscan crear un espacio de reflexión y rescate del partido azul.

En la opinión de Ruffo, el panismo cambió la vocación de servir por el deseo de servirse del poder. De modo que hicieron a un lado la doctrina y se aferraron a los cargos de elección popular.

A todas luces, Ruffo Appel puso el dedo en la llaga. 

No obstante, valdría la pena que la purificación azul empezara en casa. Ya que durante la próxima elección para gobernador de Baja California, los azules pactaron una alianza con el Panal –Partido de Elba Esther Gordillo– y el PRD –un frente político opuesto ideológicamente a Acción Nacional.

Y la pregunta obvia es, ¿Dónde en esta mescolanza caben la ciudadanía, la vocación de servir y el repudio al poder por el poder?