01 mayo, 2013

DISCRIMINAICON POSITIVA Y MATRIMONIO HOMOSEXUAL


La manera políticamente lista de conseguir privilegios especiales consiste en llamarlos "derechos" -- especialmente "igualdad de derechos". Este año algunas campañas electorales locales han recurrido a esta táctica, tratando de conseguir privilegios especiales usando cuotas de discriminación positiva o exigiendo que la definición de matrimonio se cambie para que se adapte a los homosexuales.

Igualdad de derechos no significa igualdad de resultados. Yo puedo tener toda la igualdad de trato del mundo en un campo de golf y no por eso voy a acabar ni por asomo al nivel de Tiger Woods.



Cuando los "objetivos" o "cuotas" arbitrariamente impuestos por la discriminación positiva no logran su cometido, se pone la carga de la prueba al empleador para que demuestre que no está discriminando a las minorías o a las mujeres. Pero a los que no se les pide prueba alguna es a los defensores de los "objetivos" o "cuotas" para que demuestren que la gente estaría igualitariamente representada en trabajos, universidades o en cualquier otro sitio en ausencia de discriminación.

Hay toneladas de evidencias de países alrededor del mundo y de siglos de historia que demuestran que las disparidades estadísticas son la regla y no la excepción, incluso en situaciónes en las que la discriminación es prácticamente imposible.

Exámenes corregidos anónimamente no muestran los mismos resultados de un grupo a otro. En muchos países hay minorías que superan ampliamente a los grupos predominantes, sea en educación, economía, o en deportes, incluso cuando no hay forma de discriminar contra la mayoría.

Exigir que la carga de la prueba esté sobre cualquiera excepto uno mismo es un truco político muy hábil. Ya va siendo hora de que los votantes se den cuenta de lo que sucede.

Otro fraude en las papeletas electorales de este año es el "matrimonio" homosexual.

El matrimonio ha existido durante siglos y, hasta hace poco, siempre significaba la unión entre un hombre y una mujer. Durante todos esos siglos han nacido una amplia serie de leyes, todas basadas en las circunstancias que se dan en la unión entre un hombre y una mujer.

El juez Oliver Wendell Holmes decía que la ley no se basa en la lógica, sino en la experiencia. Aplicar una montaña de leyes basadas específicamente en la experiencia colectiva de la unión entre un hombre y una mujer para que sirvan a un tipo de relación distinta donde no hay diferencias de sexo es como aplicar las reglas del béisbol al fútbol.

El argumento de que las actuales leyes de matrimonio "discriminan" a los homosexuales trastoca el concepto de discriminación contra la gente con la distinción entre diversos tipos de comportamientos.

Todas las leyes hacen distinciones entre diversos tipos de comportamiento.
¿Qué otro propósito tiene la ley?
Mientras la gente puede ser tratada de forma igual, los comportamientos son algo distinto. Las leyes que prohíben la circulación de bicicletas en las carreteras obviamente tienen un impacto distinto sobre la gente que tiene bicicleta pero no un automóvil.

Pero eso no es discriminación contra alguien. El ciclista que se sube a un auto es tan libre para conducir en la carretera como cualquier otra persona.

La pregunta no es si se debería permitir que los homosexuales se casen. Muchos homosexuales ya se han casado con personas del sexo opuesto. Y al revés, a los heterosexuales que quieran casarse con alguien del mismo sexo para demostrar algo se les prohibirá hacerlo al igual que a los homosexuales.

Aquí el asunto real es si debe redefinirse el concepto de matrimonio -- y si se hace por los homosexuales, ¿por qué no hacerlo para la poligamia o la pedofilia?

A pesar de la intensísima campaña televisiva en California a favor del "matrimonio homosexual", que mostraba imágenes de negros siendo atacados por perros policía durante las marchas de derechos civiles, dando a entender que los homosexuales sufren hoy la misma discriminación, es una analogía es completamente falsa.

Los negros tenían que sentarse atrás en el autobús porque eran negros. Estaban haciendo exactamente lo mismo que hacía la gente blanca: Ir en autobús. Eso es lo que lo convertía en discriminación racial.

El matrimonio no es un derecho, sino un conjunto de obligaciones legales impuestas porque el gobierno tiene un interés especial en estas uniones ya que, entre otras cosas, tienen el potencial de producir hijos, o sea, la futura población de la nación.

Los homosexuales estaban acertadísimos cuando decían que lo que ellos hacen no es asunto de nadie más. Ahora van exigiendo el derecho a contar con la aprobación de los demás -- eso es algo completamente distinto.

Nadie puede arrogarse el derecho a contar con la aprobación de los demás.

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