01 enero, 2008

La generosidad de Chávez

Por si sus marionetas se desploman, y sus intereses políticos y económicos llegasen a tambalear, el Stalin bananero está importando asesinos del Medio Oriente y sosteniendo financieramente a delincuentes, mercenarios, líderes barriales, piqueteros, políticos, militares de baja ralea, y tropas enteras de individuos de peligroso pedigrí, con quienes está conformando células que le obedecen directamente, y serán usadas para cometer atentados terroristas, asesinatos, robos y secuestros, que desestabilizarán cualquier opción de gobierno ajeno al chavismo.

Al tiempo que Venezuela pierde posiciones entre las economías del orbe, ocupando el puesto 28 entre 29 países de América y su inflación acumulada de 13,6 por ciento es la mayor del continente --lo que la ha llevado a fijar precios a los artículos básicos de la canasta familiar como el pollo, la carne y el azúcar-- el teniente coronel sigue despilfarrando en el exterior, alimentando a extremistas afines a su ideología y sustentando a sus aliados con préstamos multimillonarios.

Chávez está regalando en América Latina más dinero que los Estados Unidos. The Associated Press indicó que para 2007 prometió más de 8.800 millones de dólares en donaciones y financiamientos, pero no se sabe con certeza cuánto realmente dio ni a dónde fue a parar el dinero.

La ayuda norteamericana se maneja con estrictos controles fiscales y objetivos específicos, que hacen que su cooperación no sea grotescamente visible como la del venezolano, que es usada de cartel publicitario para el régimen bolivariano. Estados Unidos es quien más aporta al BID y al Banco Mundial, que entregan los fondos a las naciones necesitadas, condonando habitualmente la deuda de los países más pobres como Bolivia, Nicaragua, Honduras, Guayana y Haití a quienes les perdonaron el pago de 7.500 millones de dólares en los últimos tres años.

Mientras el militar neocomunista sigue ganando terreno afianzándose como jefe máximo de los incautos latinoamericanos, 25 por ciento de los 26 millones de venezolanos subsiste con menos de tres dólares diarios. Gran parte del capital distribuido en Latinoamérica, es utilizado para sobornar a individuos con cierto liderazgo que no se vendieron inicialmente al chavismo. En Bolivia el alcalde del pequeño pueblo de San Lorenzo, entre otros intendentes, recibió un cheque del embajador venezolano por 427.000 dólares para construir un nuevo mercado agrícola. La entrega se hizo sin condiciones, como si fuese un obsequio personal, pero en la política y en los negocios no hay almuerzos gratis, la factura, más temprano que tarde, les va a llegar a todos, y Chávez recurrirá al chantaje u otros métodos coercitivos, legales o ilegales para recuperar sus inversiones con apariencia de donativos. A quien más ha entregado hasta el momento es a la monarquía Kirchner, 5.100 millones de dólares a cuenta de bonos del estado, ante lo que el periódico Scotts News citó mordazmente: “Argentina es la mejor democracia que el dinero puede comprar”.

La nueva propuesta continental de Chávez es la creación del “Banco del Sur”. Como capital inicial para su formación, piensa utilizar las reservas internacionales de Venezuela. Simultáneamente el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social venezolano (Bandes), se está expandiendo a Bolivia, Uruguay, Honduras, Guatemala, Haití y Nicaragua, brindando préstamos blandos. A los agricultores nicaragüenses les cobra sólo cinco por ciento de interés, en comparación con el 35 por ciento que exige la banca privada.

Por si sus marionetas se desploman, y sus intereses políticos y económicos llegasen a tambalear, el Stalin bananero está importando asesinos del Medio Oriente y sosteniendo financieramente a delincuentes, mercenarios, líderes barriales, piqueteros, políticos, militares de baja ralea, y tropas enteras de individuos de peligroso pedigrí, con quienes está conformando células que le obedecen directamente, y serán usadas para cometer atentados terroristas, asesinatos, robos y secuestros, que desestabilizarán cualquier opción de gobierno ajeno al chavismo.

Al desbocado paso que anda el locuaz demagogo, Venezuela pronto estará en la bancarrota. Los primeros en asumir las consecuencias serán los venezolanos, a quienes les elevará sus impuestos. Con sus hermanos árabes subirá el valor del petróleo. Exigirá mayor participación y control en las compañías en las que está de socio. Nacionalizará lo que tenga a su alcance, comenzando por los bancos españoles, continuará con las empresas rentables, y por último, para consolidar su poderío sobre sus colonias, es probable que emplee la fuerza militar, como amenazó reiteradamente, intentando defender al cada día más débil Morales, que es su adquisición más importante. 2008 se perfila como un año de peligrosos conflictos.

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