Estiman 250 muertos en Kenia, masacre en iglesia
NAIROBI - Un turba incendió el martes una iglesia en Kenia y el fuego mató a los campesinos que se escondían adentro, mientras crecía a casi 200 el número de muertos en los disturbios étnicos desatados por la disputada reelección del presidente Mwai Kibaki.
La oposición estima que hay en total unos 250 muertos.
En el incidente más terrible, unas 30 personas perdieron la vida cuando el fuego terminó con una iglesia cerca de la aldea de Eldoret. En la iglesia se habían refugiado decenas de personas de la tribu Kikuyu, del presidente Kibaki, temorosos por sus vidas.
Este ataque hizo recordar las matanzas en iglesias de decenas de miles de víctimas en el genocidio de 1994 en Ruanda, y el suicidio masivo de cientos de integrantes de un culto de Uganda en el incendio de una iglesia en el 2000.
La policía, los reporteros y un alto funcionario de seguridad dijeron que una pandilla de jóvenes inició deliberadamente el incendio en la iglesia pentecostal Asambelas de Dios.
Los testigos dijeron que vieron cuerpos calcinados, incluyendo mujeres y niños, entre los restos humeantes de la iglesia.
"Esta es la primera vez en la historia que un grupo ha atacado una iglesia. Nunca creímos que el salvajismo iría tan lejos," dijo el portavoz policial Eric Kiraithe.
Al área se estaban enviando refuerzos para arrestar a todos los alborotadores "independientemente de su estatus social," dijo.
"Nuestros oficiales están ejerciendo mucho autocontrol al mantener la ley. Este autocontrol no durará para siempre," agregó.
Residentes y una fuente de seguridad dijeron que las víctimas habían buscado un sitio seguro en la iglesia, situada a 8 kilómetros de Eldoret.
"Algunos jóvenes vinieron a la iglesia," dijo un reportero local desde el lugar. "Pelearon con los muchachos que la custodiaban, pero fueron superados y los jóvenes incendiaron la iglesia."
La erupción de la violencia en una de las democracias más estables de Africa, con una economía relativamente fuerte, ha conmocionado al mundo y horrorizó a los kenianos en momentos en que las históricas rivalidades tribales enfrentan una contra otra a las comunidades del país.
Uno de los principales diarios de la nación africana, el Daily Nation, expresó su temor a que Kenia esté "al borde de un colapso total."
En las calles se veía una fuerte presencia policial en el primer día del año, y por la mañana la situación estaba más tranquila.
Pero tanbién comenzaban a conocerse los detalles de un creciente saldo de muertes y destrucción generalizada en uno de los peores momentos del país desde que en 1963 se independizara de Gran Bretaña.
HUYEN DE A MILES
Washington primero felicitó a Kibaki pero luego cambió a una posición que expresó "preocupaciones sobre irregularidades."
Gran Bretaña, ex potencia colonial, la Unión Europea (UE) y otros evitaron felicitar a Kibaki, se mostraron preocupados, instaron a la reconciliación y pidieron una investigación sobre las sospechas de irregularidades en la votación.
"Las elecciones generales del 2007 no han alcanzado los estándares internacionales y regionales clave de las elecciones democráticas," dijo la misión de observadores de la UE, en su evaluación formal.
Los diplomáticos occidentales trataban de iniciar una mediación entre ambas partes. El primer ministro británico Gordon Brown hizo un llamamiento a Kibaki y a su rival opositor Raila Odinga.
La zona de Eldoret es multiétnica, pero está dominada tradicionalmente por la tribu Kalenjin. La región sufrió violencia étnica en 1992 y 1997, cuando cientos de personas -principalmente Kikuyus- murieron y miles fueron desplazados en unos combates por tierras.
Un alto funcionario de seguridad en Rift Valley dijo que hasta 15.000 personas estaban buscando refugio de la violencia en iglesias y estaciones policiales en el pueblo de Eldoret.
Dijo que la culpa la tenía la oposición política, por incitar a la violencia.
Un sacerdote católico irlandés en Eldoret, el padre Paul Brennan, dijo a Reuters que habían pandillas rondando las calles.
"Están incendiando casas. Es muy peligroso salir para contar los muertos," dijo. "Las iglesias están repletas. En la catedral principal, hay cuatro o cinco mil" personas, agregó.
La mayoría de las muertes se han debido a disparos de la policía contra los manifestantes, según testigos, lo que ha provocado acusaciones de grupos de derechos humanos y de la oposición que dicen que Kibaki convirtió a Kenia en un "estado policial."
La policía reportó 143 muertos. Pero medios locales dieron cifras entre 153 y 164 fallecidos, mientras que reporteros de Reuters en el país estimaron unos 200, pero esperan que la cifra aumente.
Odinga dijo que su Movimiento Democrático Naranja verificó 160 fallecidos hasta el lunes en la noche, pero con las muertes ocurridas durante la noche, el total habría aumentado a unos 250 o "ligeramente más."
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