Fernando Ravsberg BBC Mundo, Cuba |
¿Solo compañero Fidel?
"No me despido de ustedes. Deseo combatir como un soldado de las ideas", expresó Fidel Castro en su renuncia y agregó que "será un arma más del arsenal con el cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso".
Decir que tal vez se escuche su voz parece tal exceso de modestia que resulta poco creíble, su peso en la sociedad cubana está más allá de los cargos que ostenta, en los medios de prensa la gente repite que él seguirá siendo el Comandante.
El propio Raúl Castro, en su primer discurso como presidente aclaró que "el Comandante en Jefe de la revolución es uno solo, Fidel es Fidel, es insustituible", con lo que queda oficializado que seguirá ostentando su rango.
La mayoría de los cubanos nacieron bajo su presidencia, que se extendió por casi de 50 años; una gran parte de los dirigentes históricos combatieron con él en la Sierra Maestra y varios de los más jóvenes fueron miembros de su Grupo de Apoyo.
El peso de las reflexiones
Fidel Castro parece querer tranquilizar al nuevo gobierno y promete ser "cuidadoso" con las opiniones expresadas en sus editoriales, las cuales se publican en todos los medios de difusión del país incluyendo, radio y televisión.
En sus reflexiones del pasado día 22 hace un nuevo ejercicio de modestia, no sólo pide que se le llame "compañero Fidel", sino que sus escritos no aparezcan en las portadas del periódico oficial e insiste en que los demás medios sólo emitan una síntesis.
De todas maneras, se trata solo de algo formal; aunque sus reflexiones aparezcan en la página de deportes, su peso no será por eso menor. Tanto nacional como internacionalmente, cualquier comentario del "compañero Fidel" repercutirá profundamente.
En cierta forma, es una Espada de Damocles pendiente sobre la cabeza del resto de los dirigentes, todos ellos saben que sería extremadamente difícil llevar adelante cualquier política que sea públicamente condenada por Castro.
Raúl Castro: "Fidel es insustituible"
Sin embargo, desde que enfermó ha dedicado sus reflexiones a temas internacionales, dejando las manos de Raúl Castro bastante libres, aunque este último anunció que consultará con Fidel la defensa, la política internacional y el desarrollo socioeconómico del país.
Los rumores de Radio Bemba
Las relaciones entre los hermanos Castro son en Cuba un misterio condimentado por los más disímiles rumores que van desde cómo se llevaban en su más tierna infancia hasta nuestros días, pasando por el largo periplo revolucionario.
Hay quien dice que para Raúl, Fidel fue casi un padre cuando apenas siendo unos niños estudiaron internos en la escuela de Santiago de Cuba, "fue el que lo consoló en su soledad, lo protegió y fue su único asidero familiar", analiza un psicólogo.
Otros explican que tal era la devoción de Raúl por su hermano, que fue capaz de dejar su militancia en el Partido Socialista Popular (comunista) para seguirlo en la aventura de asaltar el cuartel Moncada e iniciar la guerra contra Batista.
Sin embargo, a pesar de esa fidelidad, el General se ha mostrado en desacuerdo con Fidel en más de una ocasión, la más renombrada habría ocurrido en los años 90, al inicio de la crisis económica, a raíz de que el Comandante se negaba a reabrir los mercados agropecuarios.
Cuentan que se encerraron solos y discutieron varias horas, que desde afuera de la oficina de Fidel se podían oír los gritos de ambos. Unos días después, los cubanos volvían a comprar frutas y verduras en los agromercados.
Nada de esto se puede confirmar, no hay pruebas, sólo supuestos testigos, pero en Cuba, como en ningún otro país, cuando el río suena es porque piedras trae y, "Radio Bemba", la transmisión oral de la información, casi siempre acierta.
Un soldado con mucho poder
Mariela Castro decía a BBC Mundo que las transformaciones se realizarían "lentamente y respetuosamente" y su padre, el presidente Raúl Castro, afirmaba en diciembre que todo se haría por consenso, incluyendo, por supuesto, al Comandante.
El propio Fidel parece entender que habrá cambios. En su reflexión del día 22 de febrero habló de "el fin de una etapa" y, hasta ahora, no ha hecho la más mínima oposición pública a lo que está haciendo su hermano menor.
Lejos de eso, parece dispuesto a apoyarlo en la transición que tendrá que hacerse obligadamente entre la generación épica -que ya rondan los 80 años de edad- y el resto de los dirigentes del gobierno y el Partido Comunista (PCC).
Todo parece indicar que, en el futuro inmediato, Fidel Castro seguirá jugando el mismo rol unificador que jugó durante décadas entre las diferentes tendencias políticas que conviven en el seno del gobierno y del PCC.
Aparentemente, ese será su papel hasta el Congreso del PCC, cuando la militancia decida qué políticas se impulsarán en el futuro.
Por cierto, Fidel Castro sigue siendo Primer Secretario del Partido, lo que lo convierte en un "soldado" con mucho poder.
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