28 febrero, 2008

México intenta una reforma judicial para ganar transparencia


CIUDAD DE MÉXICO — México planea acercar su proceso judicial un poco más al estilo estadounidense de juicios abiertos y alejarlo de su ineficaz sistema en una reforma constitucional que se espera sea aprobada en los próximos días.

Los cambios propuestos por la reforma de justicia penal son una iniciativa clave para el gobierno del presidente Felipe Calderón, quien ha lanzado un asalto contra del narcotráfico y los grupos de secuestradores. La reforma busca impulsar la confianza en un sistema legal hermético que muchos mexicanos opinan que es altamente corrupto, al ampliar las facultades de las autoridades para perseguir al crimen organizado.

La aprobación de los cambios, los cuales fueron ratificados por la Cámara de Diputados esta semana y se cree que pronto serán aprobados por el Senado, incluso hoy, ampliarían la racha ganadora de Calderón en el Congreso.

El talento del ex legislador para negociar acuerdos con los líderes de la oposición ha producido un puñado de victorias legislativas, como la aprobación de la reforma al sistema de pensiones, que el gobierno de Vicente Fox no pudo concretar.

Queda por ver si el estilo de negociación de Calderón será efectivo para aprobar grandes reformas, como la apertura de la industria energética. Después de meses de negociaciones, la estrategia de Calderón para permitir más inversión privada en la industria petrolera ha quedado atascada ante las protestas de la oposición.

La pieza central de la reforma del sistema judicial es una medida para incluir argumentos orales de los abogados en un juicio público, una medida que los analistas creen que acelerará los juicios al mismo tiempo que reducirá las posibilidades de corrupción. Bajo el sistema actual, los abogados presentan sus argumentos por escrito a los jueces investigadores quienes deciden el caso fuera del escrutinio público.

"El cambio de un sistema inquisitorio, como el que México tiene hoy en día, a un sistema acusatorio basado en juicios orales, tal como se usa en el sistema de justicia estadounidense, brindará mayor transparencia y mucha más agilidad en la administración de justicia", dijo Calderón en una reunión de la Cámara de Comercio Estadounidense esta semana, según Reuters.

Algunos detractores dicen que los cambios no son lo suficientemente amplios. Por ejemplo, algunos defensores de la reforma quieren que se adopten los juicios con jurado, en vez de depender sólo de los jueces para decidir los casos.

Los cambios ofrecen nuevas protecciones para los acusados, incluyendo la presunción de inocencia. Limitarían las prácticas discrecionales como la "prisión preventiva", donde quienes son objeto de una investigación policial, en accidentes de auto o asesinatos, pueden permanecer en prisión durante meses sin ser acusados formalmente.

"La clase de horrores que suceden a diario en nuestro sistema penal podrían llenar varios libros", dice Ernesto Canales, un importante abogado corporativo mexicano quien junto con otros abogados ha solicitado durante años una reforma del sistema judicial. "Es un cambio de un sistema que tiene varios siglos".

Al mismo tiempo, los fiscales e investigadores recibirían nuevos poderes para perseguir el crimen organizado, entre ellos más autoridad para realizar escuchas telefónicas y la capacidad de detener a sospechosos de tráfico de drogas durante períodos más largos de los que la ley permite para otros delitos.

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