15 marzo, 2008

Aumentan las deserciones desde que Fidel Castro dejó el poder

The Miami Herald

Archivo El Nuevo Herald

El famoso talento de la televisión cubana Carlos Otero, rápidamente encontró trabajo en Miami como presentador de un programa cómico y musical, Pellízcame que estoy soñando, que se trasmite por AméricaTeVe Canal 41.

Un gran número de jóvenes atletas y artistas de Cuba han solicitado asilo en Estados Unidos desde que, gravemente enfermo, Fidel Castro cedió el poder hace 21 meses. Los desertores se escabullen de sus vigilantes y dejan detrás a sus familias en busca de una nueva vida al otro lado del Estrecho de la Florida.

Aunque ha habido desertores cubanos de importancia que llegan a Estados Unidos durante las cinco décadas desde que Castro asumió el poder en 1959, la oleada más reciente se ha dado en el marco de la partida del anciano dirigente del escenario político.

El momento de esas deserciones, según los analistas y algunos de los propios desertores, subraya la insatisfacción tanto con la situación económica y política de la isla, como la creencia de que los cambios bajo el sucesor de Fidel Castro, su hermano Raúl, serán insuficientes.

"El momento de las deserciones es significativo'', dice Andy Gómez, miembro del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos. "Revela la frustración de los cubanos, especialmente los jóvenes, que ven ese cambio simplemente como una continuidad del antiguo régimen''.

Siete jugadores de fútbol desertaron en Tampa esta semana. Todos eran miembros de la selección sub-23 y se escabulleron del hotel donde se alojaban. Cinco de ellos lograron escaparse el martes, inmediatamente después de un sorprendente empate 1-1 con EEUU en un partido clasificatorio para las Olimpiadas. Otros dos huyeron el miércoles y dijeron que planeaban sumarse a sus compañeros desertores en Lake Worth, a la espera de que algún equipo de la liga profesional de fútbol de Estados Unidos o de otro país los contrate.

Las deserciones también reflejan una tendencia más amplia: la inmigración de Cuba ha estado aumentando desde que Fidel Castro le cediera el poder a su hermano menor en julio del 2006.

El año pasado, 3,197 inmigrantes cubanos fueron interceptados en el mar, el mayor número en un año desde la crisis de los balseros de 1994, cuando 37,191 cubanos fueron interceptados en el estrecho.

Los expertos dicen que el ascenso de Raúl Castro al poder ha suscitado amplias expectativas de cambio y que la impaciencia por las reformas podría ser una de las razones detrás de las deserciones.

Tal frustración podría comprender preocupaciones tanto filosóficas como prácticas, dijo Issac Delgado, un conocido cantante de salsa que desertó de la isla en noviembre del 2006.

Delgado cita una "sensación de desilusión'' entre los artistas, pero también la imposibilidad de viajar libremente fuera de la isla para trabajar y la falta de acceso a internet --una necesaria fuente de comunicación en un mundo cada vez más digitalizado-- como puntos especialmente exasperantes.

"Más y más personas en Cuba están comprendiendo que sus trabajos tienen posibilidades [de éxito], pero en Cuba los artistas profesionales siempre encuentran trabas'', dijo Delgado desde su apartamento en Key Biscayne. "No te dejan viajar. No tienes la posibilidad, como la tienen otros en cualquier país del mundo, de tratar de llegar a tu máximo potencial, de lograr tus sueños''.

Además de Delgado, otros artistas y atletas notables han preparado sus deserciones desde el cambio en el poder.

Los estelares boxeadores Yan Barthelemy, Yuriorkis Gamboa y Odlanier Solís desertaron cuando el equipo cubano visitó Venezuela en diciembre del 2006.

El pelotero Alexei Ramírez desertó en septiembre del 2007 y fue contratado por los Medias Blancas de Chicago.

En sólo un mes, en diciembre pasado, las deserciones incluyeron a tres importantes bailarines del Ballet Nacional Cubano, cuatro miembros del Circo Nacional Cubano, seis miembros del grupo musical Los Tres de la Habana y siete miembros jóvenes del Ballet Español de Cuba, que desertaron durante un festival de arte en México. Varios de ellos se dirigieron a Miami.

Ese mismo mes trajo la deserción del famoso talento de la televisión cubana Carlos Otero, quien rápidamente encontró trabajo en Miami como presentador de un programa cómico y musical, Pellízcame que estoy soñando, que se trasmite por AméricaTeVe Canal 41.

"En Cuba, la gente que trabaja en las artes, la medicina, las profesiones, los deportes, está cansada de esperar por un cambio que nunca llega'', dijo Otero, que desertó mientras estaba en Canadá. Se le ocurrió el título del programa cuando manejaba por la I-95, después de su llegada, y le pidió a su esposa que lo pellizcara porque le parecía un sueño estar en Estados Unidos.

"Hay una gran expectativa de cambio'', agregó Otero. "Pero la gente ve que Cuba se ha quedado suspendida en el tiempo desde que Fidel enfermó''.

Las deserciones de personalidades cubanas no son nada nuevo. Peloteros como Orlando "El Duque'' Hernández, músicos como Albita Rodríguez y bailarines como Lorena Feijoo y Joan Boada se han ido de Cuba a través de los años buscando libertad y carreras potencialmente lucrativas.

Lo que posiblemente estimule la actual sensación de descontento es la decisión del propio Raúl Castro de alentar el debate público sobre las frustraciones con la revolución, dijo Brian Latell, un ex analista de la CIA especializado en Cuba y América Latina.

"Las tensiones sociales han estado subiendo, quizás hasta un nivel peligroso, en el último año'', dijo Latell, hoy investigador en el Instituto para Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami.

"Raúl también ha estado estimulando las expectativas de cambio al abrir el debate, pero no ha podido proporcionar ninguna mejora significativa en el nivel de vida''.

Max Lesnik, un polémico comentarista radial que regularmente visita Cuba, se hizo eco de esa opinión. Entre las medidas que los jóvenes cubanos esperaban estaba la eliminación de los permisos de salida que se les exige, incluso si han obtenido la visa para visitar un país, afirmó.

"La demora en introducir esa medida pudiera ser una de las razones de la impaciencia entre los jóvenes talentosos'', dijo Lesnik.

Lesnik piensa ir a La Habana para cubrir una reunión de cubanos que viven en el exterior convocada por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Tanto Lesnik como Francisco Aruca --otro controversial comentarista radial cubano-americano que viaja frecuentemente a Cuba-- dijeron que la eliminación del permiso de salida pudiera ser una de las medidas que se anuncien durante la reunión de emigrados de tres días.

Pero no todos los que abandonan la isla creen que eso vaya a suceder.

Taras Domitro, uno de los tres principales bailarines que desertaron del Ballet Nacional de Cuba en diciembre, dijo que los bailarines se han estado yendo de Cuba desde siempre.

"Muchos bailarines, de todos los niveles, se han ido'', dijo Domitro desde la casa de su madre en Pompano Beach, donde vive mientras espera por su permiso de trabajo para poder unirse al Ballet de San Francisco. "Esto ha estado sucediendo toda mi vida''.

Pero aunque contemplar la deserción de un compañero puede ser habitual, su discusión ‘‘sigue siendo tabú'', dijo.

"Nunca hablamos de eso en la compañía'', afirmó. "No se puede. Hablar de irse del país no es O.K."

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