Gobierno argentino da una señal, pero continúa la huelga
En un intento por poner fin a la huelga rural de 19 días, que ha provocado desabastecimiento de alimentos y desatado su primera crisis política, el gobierno de Cristina Fernández anunció el lunes una serie de medidas para compensar a los pequeños productores por los efectos del reciente aumento en los derechos a la exportación de granos.
El ministro de Economía, Martín Lousteau, anunció en un acto en casa de gobierno "el reintegro automático de las ‘retenciones' (gravámenes) para el 80 por ciento de los pequeños productores de soja y girasol'', que compense el aumento en los derechos de exportación dispuesta el 11 de marzo y que desató una protesta generalizada en los sectores del agro.
El gobierno considera "pequeños productores'' a aquellos que producen menos de 500 toneladas y tienen un promedio de 150 hectáreas de cultivo. Según Lousteau, uno 62,500 productores serán beneficiados por la nueva resolución.
Si bien el gobierno no da marcha atrás con el alza de gravámenes, con esta medida parece reconocer el error inicial de no distinguir entre grandes hacendados y los medianos y pequeños productores cuando dispuso el esquema de retenciones móviles para los granos que variará según los precios internacionales.
Tras la novedad, las cuatro principales entidades rurales expresaron que deben discutir con sus bases los pasos a seguir, pero confirmaron la continuidad del paro hasta el miércoles.
El gobierno también anunció otras medidas como compensación por costo diferencial de transportes para los productores de zonas más alejadas, incentivos a producción lechera, lanzamiento de una línea de créditos para productores agropecuarios y la creación de una subsecretaría de desarrollo rural y agricultura familiar.
"En nombre de todos los argentinos y argentinas (...) yo les pido una vez más que por favor dejen transitar a los camiones y que por favor se piensen como parte de un país y no como propietarios del país'', solicitó la presidenta Fernández durante el mismo acto.
"Permitan el traspaso de camiones que llevan los alimentos para el pueblo'', agregó.
Los productores agrícolas, que ya bloquean las carreteras nacionales en más de 300 lugares, han causado un serio desabastecimiento de alimentos básicos en esta ciudad y otros centros urbanos.
Toneladas de alimentos están siendo arrojados al costado de las rutas por los propios camioneros bloqueados por el paro, dispuesto en rechazo de aumentos a los gravámenes a la exportación de soja y girasol.
"El paro continúa'', dijo en conferencia de prensa Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria Argentina (FAA), tras escuchar las palabras de la presidenta.
A su lado, el titular de Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Mario Llambías, afirmó que ‘‘seguimos creyendo que el gobierno no entiende cuál es la raíz del problema. No es la soja. Falta una política agropecuaria de largo plazo''.
La presidenta reiteró que las retenciones buscan evitar que los exportadores rurales trasladen los precios internacionales al mercado interno y que también persiguen una finalidad de ‘‘redistribución del ingreso'' debido a que los propietarios del campo han sido los que mayores ganancias alcanzaron en el sector en la Argentina en los últimos cuatro años.
Las organizaciones "ruralistas'', a su vez, acusan al gobierno de perseguir con los gravámenes una finalidad exclusivamente de recaudación fiscal y reclaman su suspensión.
El paro rural perturbaba también el transporte automotor desde Buenos Aires a las provincias del centro y el norte de la Argentina, ya que las empresas de autobuses cancelaban los servicios debido a los cortes.
La carne vacuna y los productos lácteos estaban desapareciendo de supermercados y almacenes.
En el Mercado de Hacienda de Liniers de esta capital, que abastece de carne vacuna (principal alimento de los argentinos) a la populosa región metropolitana, los corrales seguían vacíos, después de dos semanas sin que ingresaran animales.
En la provincia de Buenos Aires, la mayor del país con unos 12 millones de habitantes, el 70% de los comedores instalados en las escuelas para proporcionar almuerzos a niños de menores recursos, estaba cerrado por falta de suministros el lunes.
Se informó desde Rosario, a 300 kilómetros al noroeste, principal puerto cerealero argentino, que entre 70 y 75 buques de carga con destino al exterior están inmovilizados en las radas por la falta de granos en los contenedores, a causa del bloqueo de los ruralistas.
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