La mediación de la Iglesia aún no da frutos en Bolivia

MARTIN ALIPAZ / EFE

PARLAMENTARIOS OPOSITORES al gobierno de Evo Morales en Bolivia protestan, el viernes pasado, en el Congreso de La Paz, luego que el vicepresidente del país, Alvaro García Linera, clausurara la sesión para analizar la crisis del país.

La gestión de la Iglesia Católica para abrir el diálogo entre el presidente Evo Morales y la oposición aún no ha dado frutos en Bolivia y las autoridades religiosas pidieron ayer otra vez a las partes renunciar ``a actitudes egoístas y visiones parciales''.

El secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), monseñor Jesús Juárez, declaró a radio Erbol que se necesita un tiempo de ''preparación para ir pensando en la agenda y en los actores'' para que el diálogo, una vez instalado, no fracase.

No obstante, el acercamiento entre el Ejecutivo y la oposición aún no se ha producido e incluso el prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Ruben Costas, señaló a la prensa que nadie, ''ni la Iglesia'', parará el referendo sobre autonomías programado para el 4 de mayo.

El Congreso y la Corte Nacional Electoral dejaron en suspenso esa consulta y otras dos sobre el proyecto de constitución, que impulsa el presidente Morales, que también estaban fijados para esa fecha.

En su enfrentamiento, y tras varios procesos de diálogo que han fracasado desde el año pasado, Morales y la oposición sólo han coincidido en los últimos días en que sea la Iglesia Católica la que facilite un nuevo acercamiento.

''Yo creo que en estos momentos vamos con mucha cautela porque sabemos que este diálogo no puede fracasar y por eso hemos hecho un fuerte llamado a crear un clima de apertura renunciando a todas estas actitudes egoístas y visiones parciales'', dijo Juárez.

El cardenal Julio Terrazas, que es la máxima autoridad de la Iglesia boliviana, se reunió la semana pasada, por separado y en reserva, con el presidente Morales y con el gobernador Costas.

Tras oficiar una misa en la plaza principal de la ciudad de Santa Cruz, el cardenal Terrazas dijo que tiene sus puertas abiertas para todos los que quieran dialogar, pero insistió en que su rol será el de ser un puente y no un mediador. ''Nosotros somos puentes, ese es nuestro trabajo, hacer puentes para que se encuentren, para que dialoguen, para que no se maten, para que hablen'', también pidió a sus feligreses rezar porque, según dijo, ''cuando los puentes están destruidos'' no se puede realizar el proceso de acercamiento.