20 marzo, 2008

Los accionistas de Bear Stearns contraatacan

Los inversionistas se resisten a olvidarse de Bear Stearns.

Desde el lunes los especuladores elevaron el precio de la acción de Bear Stearns Cos., que subió un 23% el martes. Pese a caer 9,82% el miércoles, se trata de una apuesta a que J.P. Morgan Chase & Co. tendrá que elevar su oferta para sellar la compra del banco de inversión. J.P. Morgan Chase.

El repunte de las acciones sienta las bases para una batalla entre inversionistas molestos en una esquina y el presidente ejecutivo de J.P. Morgan, James Dimon y la Reserva Federal —que orquestó el acuerdo—, en la otra.

Los accionistas están amenazando con descarrilar el pacto votando en su contra. Al hacerlo, corren el riesgo de disgustar a la Fed y eliminar la garantía de J.P. Morgan sobre las posiciones de Bear, volviendo a la compañía insolvente. Por su parte, ¿permitirá la Fed, que ha establecido un precedente con su rescate de Bear Stearns, que sumas irrelevantes de dinero arruinen su misión salvadora?

"Puedo ver una (oferta mayor) si se atrincheran", dice una fuente cercana. "Pero James es un negociador duro... Al final podría darse una gran confrontación".

La acción de Bear Stearns cerró ayer a US$5,33, casi tres veces el precio de la oferta de J.P. Morgan que originalmente valoraba a Bear a US$2 la acción. Pero un aumento de 16% en su propia acción ha elevado la oferta en acciones a US$339 millones o US$2,34 por título, a precioQs del martes.

Son muchos los factores que han animado el repunte de las acciones, dicen los operadores, pero la causa principal parece ser la incredulidad, especialmente entre los empleados, dueños de 30% de las acciones de Bear, pero a quienes generalmente se les ha impedido negociarlas.

"Esta acción valía US$65" el miércoles de la semana pasada, dice un operador. "Dónde se ha visto que la acción de una empresa importante, con años de historia, baje de US$65 a US$2 en un par de días. Eso nunca había pasado".

Según la fuente cercana, si se concluye que la mayoría de los accionistas de Bear va a rechazar el acuerdo, J.P. Morgan podría optar por mejorar su oferta, o retirarse del acuerdo definitivamente, lo que seguramente forzaría a Bear a acogerse a la protección por bancarrota.

Un vocero de J.P. Morgan declinó hacer comentarios.

Si el acuerdo es rechazado en el voto inicial, J.P. Morgan tiene una opción de comprar acciones equivalentes a una participación de 19,9% en Bear Stearns. Con esto, sería más fácil sellar el acuerdo en un voto subsiguiente.

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