30 marzo, 2008

McCain y el voto hispano

Andres Oppenheimer

El candidato republicano John McCain pondrá en el aire sus primeros anuncios en español de su campaña la semana entrante con la esperanza de ganar el crucial voto hispano en las elecciones de noviembre. Pero dadas las posturas antiinmigración de su partido, se le hará difícil ganar esa batalla.

La mayoría de los encuestadores coinciden que el candidato republicano necesitará alrededor de 40 por ciento de los votantes hispanos --que se estiman en 9 millones-- para ganar las elecciones de noviembre, casi el mismo porcentaje que el presidente Bush obtuvo en el 2004.

Pero, aunque McCain tiene más cercanía con los latinos que sus ex rivales para la nominación republicana, --en el 2006 fue uno de los principales proponentes del proyecto de ley de reforma inmigratoria que incluía una vía para la legalización de millones de trabajadores indocumentados-- los demócratas dicen que hay varias razones por las cuales será muy difícil que McCain logre ganar una parte considerable del voto latino.

Primero, el partido republicano ha ahuyentado a muchos hispanos durante los últimos tres años con la retórica antiinmigración de casi todos sus candidatos. Durante las primarias republicanas, los ex candidatos Mike Huckabee, Mitt Romney y Tom Tancredo abogaron por la deportación masiva de millones de trabajadores indocumentados, sin ofrecer una vía a la legalización para quienes hubieran pagado sus impuestos y cumplido otros requisitos.

El 5 de marzo, un grupo de senadores republicanos presentó una serie de nuevas leyes antiinmigratorias, incluyendo una que de hecho aboliría el uso del español en los documentos gubernamentales. El 76 por ciento de los hispanos perciben un creciente sentimiento antilatino en el país, según una encuesta reciente del encuestador demócrata Sergio Bendixen.

Segundo, un porcentaje récord del 78 por ciento de los hispanos que asistieron a las urnas en las primarias de este año votaron por los demócratas, sugiriendo que habrá una afluencia masiva de hispanos que votarán por el partido demócrata en noviembre, según el New Democratic Network, un grupo dedicado a cultivar el voto hispano para ese partido.

''A McCain le costará mucho alcanzar el nivel de votos latinos que consiguió Bush, porque el clima general ha cambiado mucho'', dice el director de NDN, Simon Rosenberg. ``La postura republicana respecto de la inmigración ha sido muy perjudicial para todos los republicanos''.

En tercer lugar, los demócratas tratarán de desacreditar el rol de McCain como principal proponente de la ley de reforma inmgiratoria McCain-Kennedy, respaldada por la mayoría de los hispanos. Los demócratas alegarán que McCain abandonó el proyecto cuando inició su campaña presidencial, acatando el sentimiento antiinmigración de su partido, y que permitió que el proyecto de la ley fuera finalmente derrotado en el Senado.

Según Rosenberg: ``En un momento crucial para la comunidad latina, se distanció de un tema de enorme importancia para los latinos''.

Además, los demócratas dicen que la mayoría de los hispanos se oponen a la guerra de Irak y apoyan el seguro de salud universal. Las posturas de McCain en ambos temas no funcionarán bien entre los latinos, afirman.

Pero los partidarios de McCain replican que a McCain siempre le ha ido muy bien con el voto hispano: en su estado natal de Arizona ha ganado repetidamente con más del 70 por ciento del voto hispano. Y en las recientes primarias de Florida, obtuvo el 51 por ciento de los votos hispanos a pesar de que sus rivales republicanos gastaron quince veces más dinero, afirman.

''No se puede calificar a John McCain de antiinmigrante'', dice Ana Navarro, asesora de asuntos hispanos del candidato republicano. ``Durante toda la primaria republicana, se negó a hacer uso de la retórica antiinmigración y antihispana, y mucho menos lo haría de ahora en más''.

Según sus asesores de campaña, los hispanos elegirán a McCain porque será el candidato que representa los valores familiares, el patriotismo y el coraje político necesario para tratar de solucionar problemas espinosos como la inmigración y la salud pública.

McCain empezó su campaña en procura del voto latino la semana pasada, cuando mencionó a Latinoamérica en primer lugar entre otras regiones del mundo durante un discurso dedicado a la política exterior pronunciado en Los Angeles. Según sus funcionarios de campaña, esta semana empezarán a difundirse sus primeros anuncios en español en Nuevo México.

Mi opinión: De todos los recientes candidatos republicanos, McCain es de lejos el que tiene mejores posibilidades de conquistar votos hispanos. Pero los demócratas arrancan con una enorme ventaja entre los votantes latinos, y buscarán mantenerla tratando de desacreditar a McCain como un ''traidor'' en la reciente lucha legislativa por la reforma migratoria.

Si los correligionarios republicanos de McCain siguen insistiendo con su cruzada antiinmigración, y los latinos acuden a las urnas en noviembre en las mismas cantidades en que lo han hecho en los últimos meses, no veo como McCain pueda revertir la caída libre que su propio partido se ha autoinfligido entre los votantes hispanos.

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