22 abril, 2008

Clinton y Obama miden fuerzas en crucial elección en Pennsylvania

Barack Obama desayunó con su esposa Michelle en Pamela's Diner de Pittsburgh.
Jae C. Hong / AP
Barack Obama desayunó con su esposa Michelle en Pamela's Diner de Pittsburgh.

Los aspirantes a la candidatura demócrata Barack Obama y Hillary Clinton comenzaron este martes a medir sus fuerzas en Pennsylvania (noreste), en unas primarias que la senadora de Nueva York debe ganar si quiere conservar intactas sus ambiciones presidenciales.

Las mesas de votación abrieron a las 07H00 locales (12H00 GMT) para recibir a los electores del Partido Demócrata, y cerrarán la recepción a las 20H00 locales (01H00 GMT).

Cerca de 4,1 millones de electores demócratas están habilitados para votar en Pennsylvania, donde 158 delegados están en juego.

''Nos acercamos al día decisivo'', dijo Clinton el domingo en Bethlehem, una ciudad de Pennyilvania que vio cerrar su célebre fábrica siderúrgica de 150 años de existencia en 1995, víctima de la competencia extranjera.

Según la mayoría de analistas, Clinton debe vencer claramente en este estado para impulsar su carrera hacia la Casa Blanca. Los sondeos publicados el lunes otorgan a Clinton una ventaja de entre seis y diez puntos.

Pero esta ventaja es considerada muy débil por los analistas como para permitirle relanzar su campaña.

Incluso una victoria con 10 puntos de ventaja para Clinton no afectaría demasiado el actual balance de delegados que encabeza Obama, ya que los 158 delegados que otorga este estado para la convención demócrata se reparten en forma proporcional a los votos obtenidos.

Obama cuenta con 1,650 delegados contra 1,508 que respaldan a Clinton, según cifras del sitio web independiente RealClearPolitics.com.

También hay que tener en cuenta que el senador por Illinois ha conseguido más dinero para su campaña ($13.3 millones contra $12.6 millones).

Clinton insiste en que ella ha ganado en los grandes Estados como Nueva York y California y otros considerados clave (que resultarán decisivos en las elecciones presidenciales de noviembre) como Ohio y Florida.

La ex primera dama visitó el domingo las regiones económicamente devastadas de Pennsylvania, donde atacó en varias oportunidades a su rival.

''Es realmente una elección de liderazgo, les ofrezco un liderazgo en el cual pueden contar. Saben cuál es mi posición, saben lo que hice, saben lo que haré'', añadió la senadora por Nueva York.

''La presidencia no es una cuestión de discursos'', añadió haciendo referencia a Barack Obama.

A nivel nacional, los últimos sondeos son más que inquietantes para los deseos de la ex primera dama de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos.

Un 54% de los electores demócratas prefieren a Obama, mientras que un 35% se inclina por Clinton, según el sondeo de Princeton Survey Research Associates International, realizado para el semanario Newsweek entre 1.209 personas.

En marzo, el mismo sondeo de opinión prácticamente empataba a ambos candidatos con 45% de los electores a favor de Obama y 44% por Clinton.

Una de las enseñanzas más duras para Clinton fue que una mayoría de los electores la considera ahora deshonesta y poco fiable, concretamente 51% de los encuestados frente a 41% que manifiesta la postura contraria.

En un debate del 17 de abril, Clinton aseguró que su rival demócrata era totalmente capaz de vencer al republicano John McCain en las elecciones de noviembre. Al ser interrogada de si Obama podía vencer a McCain, la ex primera dama respondió: ``Sí, sí, sí''.

''Pero yo puedo hacer una gestión mejor. Por eso estoy aquí'', añadió entre carcajadas.

Tras esta elección, Clinton necesita además vencer en las primarias de Indiana (norte), previstas para el 6 de mayo.

Un sondeo publicado el miércoles por Los Angeles Times da como ganador a Obama en Indiana. El senador por Illinois es además archifavorito para la primaria de Carolina del Norte (sudeste), prevista igualmente para el 6 de mayo.

Los resultados de estas elecciones son importantes también para el futuro del partido demócrata en los comicios de noviembre. En especial porque mientras las filas demócratas se encuentra enfrascadas en una dura batalla para decidir quién será el candidato de su partido, del lado republicano, John McCain, tiene vía libre para hacer su campaña.

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