11 abril, 2008

Disidentes crean una agenda para la transición

Martha Beatriz Roque, junto a Vladimiro Roca, dirige la entidad integrada "a título personal''.
ALEJANDRO ERNESTO / EFE

Martha Beatriz Roque, junto a Vladimiro Roca, dirige la entidad integrada "a título personal''.

Un grupo de 18 conocidos disidentes crearon el jueves en La Habana una "Agenda para la Transición'', una plataforma política para el proceso que "se avecina'' en Cuba, y el cual debe transcurrir en una "atmósfera de reconciliación'', dijeron sus directivos.

"Estamos convencidos que el proceso de transición que se avecina en Cuba debe transcurrir en una atmósfera de reconciliación nacional'', dijo Martha Beatriz Roque, quien junto a Vladimiro Roca, dirige la entidad integrada "a título personal''.

Integran además la Agenda, entre otros, Elizardo Sánchez, René Gómez Manzano, Félix Bonne Carcasés, Guillermo Fariñas, Jorge Luis García Pérez (Antúnez) y Francisco Chaviano, mientras que algunos disidentes como Oswaldo Payá Sardiñas no respondieron a la invitación. El sociólogo y ex preso político Héctor Palacios, miembro de la Causa de los 75 y liberado por motivos de salud, integra también la coalición, pero no asistió porque se encuentra actualmente en España cumpliendo un tratamiento médico.

La disidente señaló que la Agenda "se crea para trabajar juntos, de forma coordinada'', algo imposible en casi medio siglo de gobierno de Fidel Castro, y desde febrero de su hermano Raúl, pero, "es un camino que hasta ahora no había seguido la oposición''.

Los puntos fundamentales que respaldan los firmantes y constituyen el basamento colegiado de la Agenda son:

* Liberación de todos los presos políticos.

* Cese inmediato de la represión gubernamental contra la oposición política.

* Fin al embargo impuesto por el régimen cubano a las libertades fundamentales del pueblo cubano.

* Sustitución del Estado totalitario por un Estado democrático de derecho.

"Fue una reunión inaugural y fundacional para un programa de la transición de Cuba'', comentó Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). ‘‘Compartimos todos una posición antitotalitaria muy clara''.

Sánchez relató que "estaban presentes en la reunión todos los veteranos de la disidencia interna, en su mayoría antiguos presos políticos, quienes no planean marcharse del país''.

Según Roque, el hecho de que personas que "antes fueron antagónicas'' coincidan en el proyecto "indica que hay una maduración política dentro de la oposición interna''.

Aunque Payá Sardiñas, líder del movimiento Cristiano Liberación, no asistió al foro, sí dejó abierta la posibi- lidad de una futura incorporación, así como el compromiso de mantener "canales de contacto'' con el grupo, dijo Sánchez.

La disidencia "no está completamente preparada'' para la transición, pero si más que la oposición de otros países y "mejor que el gobierno'' cubano, admitió Roque, quién agradeció "la ayuda'' de tres organizaciones anticastristas con base en Estados Unidos para poder realizar esa reunión y el ‘‘apoyo'' de diplomáticos británicos y holandeses presentes en el lugar.

De Miami respaldan la Agenda las organizaciones MAR por Cuba, Plantados hasta la Libertad y la Demo- cracia en Cuba y Juristas por la Democracia.

"Este acuerdo es relevante por el momento crucial que vive actualmente Cuba'', dijo anoche el ex preso político Angel de Fana, director de Plantados en Miami.

"Los que detentan el poder quieren mantenerlo, y debemos estar alertas y unidos para defender el reclamo fundamental de nuestro pueblo, que es la conquista de la democracia''.

De Fana, que cumplió 20 años en cautiverio por motivos políticos y salió al exilio en 1983, opinó que resulta alentador que "la disidencia logre comunión y unidad en los asuntos fundamentales para el país''.

"Creemos que es indispensable la participación del exilio cubano en todas las decisiones que tengan que ver con el destino de la nación'', añadió Roque.

Tras seis horas de reunión, los disidentes llegaron a 30 acuerdos, entre los cuales figuran exigir la libertad de todos los presos políticos y el cese de la "represión'' contra la oposición, aunque en temas como el embargo estadounidense no hubo acuerdos.

"Es un tema que nos divide, y por consiguiente lo hemos excluido'', dijo Roque, que lo ubicó como algo que deben resolver entre ambos gobiernos.

En abril del pasado año, representantes de la oposición cubana habían difundido el documento Unidad por la Libertad, en el que proclamaron también la unidad en la defensa de objetivos comunes desde la diversidad de los proyectos que cada uno encabeza.

Ese proyecto planteó el respeto de los derechos humanos, la democracia, la justicia social, la libertad y la soberanía del pueblo cubano, y fue suscrito por Vladimiro Roca, Oswaldo Payá, Martha Beatriz Roque, René Gómez Manzano y Elizardo Sánchez, entre otros.

Chavismo controla las noticias por tv

CARACAS

Oposiores se reúnen ante la sede de Globovision.
AP Photo/Howard Yanes

Oposiores se reúnen ante la sede de Globovision.

Hace dos semanas, cuando seis recién nacidos fallecieron el mismo día en un hospital público de Caracas por fallas en el servicio, médicos y enfermeras protestaron enérgicamente por las malas condiciones del lugar.

La noticia de las muertes y las protestas, transmitida en vivo por el canal opositor Globovisión, fue obviada por la media docena de canales de televisión controlados por el gobierno.

Una situación similar se vivió esta semana cuando Giovanni Vásquez, el testigo estrella que inculpó a media docena de personas por el asesinato del fiscal Danilo Anderson, reveló públicamente que todo había sido un montaje preparado por el ex fiscal general Isaías Rodríguez, para ocultar a los verdaderos autores. La noticia no tuvo cobertura en los medios oficiales, especialmente en el canal estatal VTV.

Según expertos, estos dos casos ilustran una de las múltiples estrategias que está empleando el gobierno del presidente Hugo Chávez para controlar el flujo informativo negativo, principalmente a través de la televisión, en un año electoral de dramática importancia para el futuro de la administración.

El gobierno ha utilizado mecanismos como facilitar abundantes frecuencias de televisión a grupos oficialistas, adquirir canales privados a través de empresarios prochavistas, hostigar legalmente a televisoras independientes, favorecer y castigar con la asignación de pautas publicitarias y saturar los espacios de comunicación pública, para contrarrestar informaciones adversas al gobierno.

"Los medios controlados por el oficialismo no hacen cobertura de temas que afectan al gobierno, ndependientemente que sean necesidades muy sentidas por la gente, o que sean temas apremiantes'', dijo Carlos Correa, el director de Espacio Público, una organización no gubernamental que analiza los medios públicos en Venezuela.

Según Correa, el fenómeno es más dramático en la actualidad que durante otros gobiernos debido al enorme número de medios que controla el gobierno, principalmente televisivos.

Un caso notable es el del empresario petrolero Wilmer Ruperti, cercano al chavismo, que ha emprendido la mayor operación de compra de medios en tiempos recientes, entre ellos el Canal I, una estación de corte informativo creada, según los críticos, para competir con Globovisión, y la cadena radial Rumbos, una red de radioemisoras de estilo popular y de gran penetración nacional.

Un estudio reciente de la Universidad Central de Venezuela (UCV) reveló que el control directo e indirecto que ejerce el gobierno sobre el espacio radioeléctrico pasó de 75 por ciento en el 2006 a 85 por ciento en lo que va de año.

Chávez ostenta el récord mundial de más tiempo de aparición en pantalla y frente a micrófonos: más de 80,000 minutos entre 1999 y 2006.

Los canales de televisión privados que antes eran fuertes críticos, como Venevisión, terminaron moderando la cobertura informativa, eliminando los espacios de opinión que cuestionaban las políticas oficiales, y beneficiándose de la pauta publicitaria gubernamental.

"Hay muchos canales que han hecho, gracias a las pautas publicitarias del gobierno, un silencio conveniente en las cosas que suceden'', afirmó Eladio Lares, el presidente de RCTV, el canal privado de televisión al que el gobierno le negó el año pasado renovar la concesión y le confiscó la mayoría de sus equipos.

En la actualidad, el mercado televisivo es dominado por Venevisión, propiedad del grupo Cisneros, que controla un 38.3 por ciento de la teleaudiencia.

El segundo canal en términos de audiencia, Televen, optó por una política informativa "equilibrada'', una estrategia iniciada por Venevisión para no asumir una posición protagónica en un ambiente político conflictivo.

El único canal privado fuertemente crítico del gobierno, Globovisión, ha sido objeto de ataques de radicales chavistas, y amenazado con el cierre.

"No nos dejan crecer y, desde 1998, Globovisión no ha recibido un permiso ni para un radio portátil más'', dijo a El Nuevo Herald Guillermo Zuloaga, el presidente del canal.

Zuloaga explicó que los niveles de crítica en varios medios televisivos cambiaron drásticamente luego de los sucesos del 11 de abril del 2002, cuando Chávez fue sacado temporalmente del poder.

"El gobierno llamaba a los canales de televisión privados los Cuatro Jinetes del Apocalipsis'', recordó Zuloaga, refiriéndose a Venevisión, Televen, RCTV y Globovisión. "Hoy día nos quedamos como el Llanero Solitario'', ironizó.

Carlos Bardasano, el presidente de Venevisión, dijo que el gobierno impone hasta 30 cuñas diarias de televisión a canales privados, y negó que su canal esté "favorecido publicitariamente por el gobierno''.

Bardasano detalló que el Estado invierte apenas unos $60 millones anuales en publicidad televisiva, alrededor del 10 por ciento de la inversión privada en anuncios de televisión, que alcanza unos $600 millones.

Venevisión se vio obligado a practicar un riguroso equilibrio en la pauta informativa, porque "este país está tan radicalizado que si tú pones tres noticias seguidas de una misma tendencia política o te cambian de canal, o te etiquetan'', indicó el ejecutivo.

A pesar de las críticas, la administración de Chávez nunca ha ocultado su intención de aumentar al máximo el control sobre los medios.

El ministro de Comunicación, Andrés Izarra, declaró el año pasado: "Nuestro socialismo necesita una hegemonía comunicacional''.

El gobierno ha negado que pretenda coaccionar "la pluralidad sobre la libertad de disentir''. De acuerdo con Izarra, el 78 por ciento de las frecuencias VHF y 82 por ciento en UHF "están en manos privadas''. Sin embargo, la mayoría de estas frecuencias pertenecen a grupos comunitarios financiados por el gobierno.

Para Antonio Pasquali, un respetado investigador de la comunicación, Chávez "es el primero en la historia del país en haber asumido a plenitud el poder de las comunicaciones, sobre todo radioeléctricas'', para "garantizarse por saturación de mensajes un predominio ideológico que eternice el consenso mayoritario''.

A pesar de la política de control de medios, los canales televisivos oficialistas han obtenido apenas un 9.3 por ciento de la audiencia nacional, en contraste con el 90.7 por ciento alcanzado por medios privados, según la firma especializada AGB.

No obstante, advirtió el profesor Marcelino Bisbal, un especialista de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), de Caracas, "en la medida que el escenario de medios se vaya copando por el sector oficial, no va a haber alternativas'', puntualizó Bisbal.


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