Brasil quiere ser el mayor socio comercial de Cuba
Brasil expresó este viernes su intención de convertirse en el socio comercial número uno de Cuba y ratificó su disposición a aportar la financiación que permita a sus empresas participar en sectores como la agricultura, los alimentos y la infraestructura de la isla.
El canciller brasileño, Celso Amorim, dejó claro en la primera jornada de una visita de dos días a la isla que "en ese momento nuevo, renovado, que vive Cuba, que es tan importante, Brasil no quiere ser el socio número dos o número tres, Brasil quiere ser el socio número uno de Cuba''.
Amorim, que hace menos de cinco meses acompañó al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un viaje a La Habana, se entrevistó hoy con su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, con quien suscribió un acuerdo "para la implementación del proyecto de asistencia técnica para la producción de soja en Cuba''.
El canciller brasileño recordó que las "excelentes relaciones'' entre ambos países hasta ahora se habían "resentido'' de falta de concreción, una situación que, en su opinión, se revirtió y ha dado paso a "una nueva fase'' con la visita que hizo Lula, a mediados de enero.
''Nosotros tenemos la convicción de que Cuba está también abriéndose a una nueva fase de su desarrollo, de su evolución, y Brasil quiere estar al lado de Cuba en esa nueva fase'', dijo Amorim tras entrevistarse con Pérez Roque.
El canciller cubano correspondió al visitante al afirmar que la visita da "un nuevo impulso'' a los temas en que ambos países han trabajado en los últimos meses y "toma fuerza'' la cooperación en el terreno económico y las inversiones.
''Estamos seguros de que esta visita constituye un momento de importancia excepcional en las relaciones y dejará como estela, como resultado, sin dudas, un renovado impulso a las relaciones entre nuestros países'', dijo Pérez Roque.
A primera hora del día, Amorim ya había mostrado su optimismo sobre la "nueva fase'' de las relaciones entre Cuba y Brasil, al afirmar ante empresarios "el deseo firme, real'' de su país de formar parte del "esfuerzo de modernización de la economía'' que lleva adelante la isla.
Acompañado por 22 representantes de empresas brasileñas de sectores como el de la construcción, la agricultura o el energético, el canciller se refirió al desarrollo tecnológico, la producción de alimentos y las infraestructuras como terrenos para contribuir a que Cuba dé el "gran salto'' en los próximos años.
Para ello, ambos países trabajan en la ampliación de los créditos que desde enero favorecen al sector agroalimentario con una financiación que ya se sitúa en torno a los 200 millones de dólares.
Amorim explicó a periodistas que los dos países trabajan para que "en dos o tres semanas'' se abra una nueva dotación de 150 millones de dólares para la financiación de productos industriales de servicios, maquinaria agrícola y construcción de carreteras, que podría alcanzar los 600 millones.
El ministro cubano de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez, recordó en el foro empresarial que Brasil es el segundo socio comercial cubano en América y el primero si se descuentan las importaciones de petróleo y derivados procedentes de Venezuela.
Además, Brasil es el principal destino de las exportaciones cubanas en el área de la biotecnológica y la industria médico-farmacéutica, que suponen más del 80 por ciento de las exportaciones de la isla a ese país.
Afirmó que las relaciones comerciales "se encuentran en el mejor momento de su historia'', al recordar que en 2007 el comercio bilateral fue de unos 450 millones de dólares y hasta abril de este año ya había crecido un 58 por ciento con relación al mismo periodo del anterior.
Esta visita no ha traído novedades en el sector energético, donde las petroleras Petrobras y CUPET tienen un acuerdo para la instalación de una planta de lubricantes en La Habana y hay una oferta para que la compañía brasileña participe en el negocio de exploración en aguas profundas cubanas en el Golfo de México.
Sin embargo, con la firma del acuerdo entre los cancilleres se consolida la presencia brasileña en el sector agrícola de la isla.
La Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa) trabaja en un proyecto para el cultivo de alrededor de 40.000 hectáreas de soja, aún en fase de estudio, que supone la apertura del sector agrícola cubano a la inversión extranjera.
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