Ilegales desisten de cruzar la frontera
SASABE, México
Las calles arenosas de Sasabe están desiertas. Los contrabandistas de emigrantes tienen que buscar clientes en los refugios de los pueblos fronterizos con Estados Unidos. Los inmigrantes deportados desisten tras un solo intento y aceptan el regreso gratis en autobús.
Una ofensiva estadounidense está causando la más prolongada y significativa reducción en los cruces ilegales desde México tras los ataques del 2001. Las autoridades dicen que la recesión económica en EEUU, una seguridad más estricta y un viaje más peligroso y caro hacen que muchos desistan pronto de su intento.
Los arrestos de la Patrulla Fronteriza han disminuido este año un 17 por ciento en la frontera con México después de caer 20 por ciento en el último año fiscal y el 8 por ciento en el 2006. Aunque es imposible saber cuánta gente cruza ilegalmente la frontera, la Patrulla usa el número de detenciones para calcular el flujo humano.
La baja en la inmigración ilegal ha provocado escasez de mano de obra en Estados Unidos y varios estados estudian implantar programas de trabajadores temporales, particularmente en los campos de cultivo, donde se están arruinando las cosechas.
Asimismo los mexicanos en EEUU están enviando menos dinero en sus habituales remesas a su país.
Las remesas eran la mayor fuente de ingresos del exterior detrás de las exportaciones de petróleo. Pero subieron sólo el 1 por ciento en el 2007 para llegar a $24,000 millones, y en el primer trimestre del 2008 bajaron casi 3 por ciento respecto al mismo período del año previo.
Adolfo Vásquez, un agricultor de 41 años del sur de México, recogió frutas durante tres años en el estado de Washington. El año pasado tuvo que hacer dos intentos para llegar a su trabajo en EEUU. Esta vez había caminado por cuatro noches hasta que lo atraparon. Ya no piensa intentar el cruce.
''Es muy desalentador, porque cada vez se pone el doble de difícil'', comentó Vásquez, que descansaba bajo una carpa de primeros auxilios para deportados en Nogales. ``Vamos a ir a Los Cabos o a Tijuana. Oímos que había trabajo allí''.
El número de inmigrantes devueltos que vuelven a intentar el cruce por el corredor desértico al oeste de Sasabe ha caído del 80 por ciento al 40 por ciento desde enero, indicó José González, vocero de la Patrulla Fronteriza. Los agentes mantienen los registros de las huellas dactilares de todos los detenidos y pueden identificar a los recurrentes aunque den nombres falsos.
Las autoridades estadounidenses atribuyen la baja a la mayor seguridad y a un nuevo programa en el sector de Tucson que desde que comenzó en enero ha procesado a más de 3,000 inmigrantes por cruzar ilegalmente. Enfrentan condenas de entre unos pocos días y seis meses.
Pero ninguno de los inmigrantes entrevistados sabía de este nuevo programa.
La Patrulla Fronteriza agregó 200 agentes desde el año pasado al sector de Tucson, y actualmente unos 3,000 agentes exploran el desierto en busca de inmigrantes ilegales en camión, a caballo, en helicóptero o en SUV. Ahora hay cuatro aviones no tripulados en busca de indocumentados y narcos, y dos muros de 12 pies de alto cerca de Nogales y en Sasabe.
Asimismo, los narcos mexicanos están cobrando peaje para el acceso a las principales rutas a Arizona.
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