02 mayo, 2008

Las bolsas latinoamericanas capean mejor la crisis financiera que otros mercados

Por Antonio Regalado y Joanna Slater

México iba supuestamente a sufrir lo indecible con la recesión en Estados Unidos. Pero la bolsa mexicana ha crecido un 2,5% en lo que va del año.

De hecho, a lo largo de América Latina las bolsas están derrotando a las mismas fuerzas que han provocado pérdidas enormes en otros lugares. Impulsadas por el auge de las materias primas, el crecimiento relativamente sólido de sus economías y la baja valoración de las empresas, las bolsas latinoamericanas están este año entre las de mejor desempeño en un planeta donde abundan los retornos espantosos.

Standard & Poor's, por ejemplo, acaba de subir la calificación de la deuda de Brasil en moneda extranjera, lo que hizo que el Bovespa, el índice que agrupa a las mayores empresas de la Bolsa de São Paulo, se encaramara a alturas inusitadas.

El alza de la inflación o un mayor deterioro de la economía todavía pueden derribar a estos mercados. Por ahora, no obstante, las bolsas latinoamericanas han sido refugios mucho más seguros que mercados emergentes que antes las habían eclipsado.

Las bolsas de China e India han caído en forma precipitada. Las acciones chinas, por ejemplo, han perdido alrededor de un tercio de su valor desde inicios de año. Los mercados bursátiles de Europa y Japón también han caído. Pero el Bovespa, ha ganado 6,2% en 2008 al tiempo que los principales indicadores de Chile y Perú registran leves pérdidas.

Cuando las bolsas latinoamericanas se derrumbaron súbitamente en enero, pareció que la bonanza de cinco años de la región llegaba a su fin. América Latina, no obstante, tenía reservado un segundo acto sorprendente.

Una de las razones del repunte es que las acciones de la región nunca alcanzaron las exageradas valuaciones que los inversionistas habían dado a las compañías de Asia en los años de auge.

A fines del año pasado, el índice de Morgan Stanley Capital International, que sigue los movimientos de la bolsa brasileña, cotizaba a un valor casi 15 veces superior al de las ganancias de sus componentes en los 12 meses anteriores. La misma cifra para China era de 27 veces. A fines de abril, el índice chino era considerablemente más caro que su contraparte brasileño, pese a la estrepitosa caída de las acciones asiáticas.

Entre las acciones más baratas figuran las de Argentina y México, las que, se negocian a precios de 10 u 11 veces sus ganancias para este año, según un informe de Citigroup.

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"Los inversionistas están prestando más atención a los fundamentos y no simplemente poniendo a todos los mercados emergentes en el mismo saco para una operación rápida", dice Will Landers, quien administra US$8.000 millones en acciones latinoamericanas para el fondo BlackRock. "La región todavía es relativamente barata y muestra ganancias".

Los índices de América Latina tienden a estar dominados por empresas de materias primas, como la petrolera brasileña Petrobras y la minera brasileña Cia. Vale do Rio Doce. Los inversionistas en busca de la seguridad que brindan los activos tangibles han disparado la acción de Vale un 100% desde que se desatara la crisis de crédito a mediados del año pasado.

El crecimiento de las economías latinoamericanas, mientras tanto, sigue sorprendiendo. En muchos casos, la expansión ha sido liderada por el incremento del crédito de consumo, lo que representa un marcado contraste con lo que ocurre en Estados Unidos.

Brasil crecerá 4,8% este año y Argentina 7%, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional. México, cuyo PIB se expandiría un 2%, dista de descollar, pero su desempeño no es tan malo como algunos pronosticaban frente al enfriamiento de EE.UU.

En México, además, nuevas reglas que permiten a los fondos de pensiones invertir más dinero en renta variable añadieron en marzo otros US$650 millones a la bolsa, señala Damian Fraser, director de renta variable para América Latina de UBS Pactual.

Daniel Darahem, director de Mercados de Capital Accionario para América Latina de J.P. Morgan Chase, dice que hay una larga cola de empresas que quieren empezar a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores.

Mientras las acciones de las constructoras en Estados Unidos han perdido casi un 40% de su valor en los últimos 12 meses, la mexicana Homex, cuyas acciones se transan en la Bolsa de Nueva York, ha visto sus títulos crecer 1,4% en el mismo período. En Brasil, más de una docena de constructoras salieron a bolsa el año pasado y los inversionistas estudian el mercado para ver qué es lo que conviene comprar.

Sin embargo, las bolsas latinoamericanas también han tenido sus tropiezos. Algunas compañías pequeñas, especialmente en Brasil, han sufrido graves pérdidas a medida que los inversionistas se desprendían de sus activos más riesgosos y se refugiaban en los nombres más seguros. Las salidas a bolsa también se han frenado, lo que ha golpeado a las acciones del propio Bovespa, las que debutaron el año pasado.

En México, donde la economía depende en parte de las exportaciones de productos manufacturados a EE.UU., algunos inversionistas creen que después de las recientes alzas, a la bolsa no le queda mucho espacio donde subir.

"Uno no se puede esconder del viento en contra, que es el enfriamiento de EE.UU.", dice Pedro Martins Jr., estratega de acciones latinoamericanas de Merrill Lynch. "De ahora en adelante, creo que los resultados serán irregulares".

El fin del auge de las materias primas también asestaría un golpe durísimo a las bolsas de la región.

Otro riesgo es la inflación. Los gobiernos se están viendo obligados a dejar que sus monedas se aprecien frente al dólar para combatir el alza de precios.

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