Intel quiere poner uno de sus chips en cada bolsillo
Los microprocesadores de Intel Corp. ya llegan a cientos de millones de personas, pero Paul Otellini quiere alcanzar a miles de millones.
Al presidente ejecutivo del gigante de Silicon Valley no le basta que su empresa fabrique los cerebros electrónicos de las computadoras convencionales. Otellini desea poner los chips de Intel en los bolsillos de las personas, aprovechando la tendencia de incorporar capacidad para navegar en Internet a los teléfonos celulares y otros aparatos electrónicos.
La tarea no será fácil. Intel ya intentó infructuosamente dominar el mercado de los celulares, que ahora es controlado por los fabricantes de chips que licencian tecnología de ARM Holdings PLC. En su lugar, Intel promueve el uso de lo que denomina "aparatos móviles de Internet" o MID por su sigla en inglés, que van del tamaño de un celular al de una computadora portátil, además de una nueva generación de computadoras portátiles llamadas netbooks que cuestan menos de US$300. Esta clase de aparatos necesitan chips que consuman poca energía para extender la duración de la pila. Fabricar microprocesadores más económicos es otra de las prioridades de Intel. La compañía, cuyos chips más baratos habitualmente cuestan poco más de US$100, debe generar ganancias con productos como su nueva línea de chips Atom, cuyo precio parte en alrededor de US$20.
Otellini, quien en mayo de 2005 se transformó en el quinto presidente ejecutivo de Intel, ha recortado los costos operativos para hacer frente a la competencia de Advanced Micro Devices Inc. en sus mercados actuales e incursionar en nuevos nichos. Otellini encabezó una reestructuración de dos años que redujo el número de empleados de 103.300 a 84.600 a fines del primer trimestre y consiguió que los ingenieros demoraran menos en lanzar nuevos chips.
Otellini, de 57 años, analizó en una entrevista la nueva dirección de Intel así como otros temas.
WSJ: Recientemente estimó que un 20% de la población mundial está conectada a Internet, lo que sugiere que hay una buena oportunidad para Intel. ¿Cómo la explota?
Otellini: Si se mantiene la actual tasa de crecimiento, habrá suficientes celulares vendidos para que cada habitante del mundo tenga uno dentro de diez años. Ahora, los italianos tienen tres y algunos no tienen ninguno, de modo que se trata de un promedio. Pero la idea de que en el mundo haya uno por persona de lo que sea nunca ha ocurrido. Ni siquiera hay un televisor por persona.
El celular sería lo primero. De ahí no es un gran salto decir que todos estos aparatos ofrecerán, en algún momento, acceso a Internet.
WSJ: Fabricar chips para teléfonos celulares no ha sido una de las fortalezas de Intel.
Otellini: Nuestro primer objetivo era el mercado de teléfonos inteligentes de hace 10 años. Ahora, nuestra visión es absolutamente distinta. (Los celulares) se están transformando en pequeñas computadoras con acceso a Internet por las cuales también se puede hablar. Creo que el iPhone es un buen ejemplo. A mi juicio, ese es el paradigma que nos permite incursionar en este mercado, porque somos buenos para producir cosas chicas, somos buenos en la integración, somos buenos en el alto desempeño. Todo en Internet funciona con la arquitectura de Intel...
WSJ: ¿Cómo se comparan estos aparatos móviles de Internet con los celulares?
Otellini: Con el paso del tiempo será imposible distinguirlos. A largo plazo, todos los celulares ofrecerán alguna forma de acceso a Internet. Los aparatos móviles de Internet son una manera de diferenciarlos de los teléfonos inteligentes, o BlackBerries, que hoy cuentan con acceso muy rudimentario a Internet, y de una computadora portátil, que tiene un gran acceso a Internet.
WSJ: ¿Espera que sus chips se incorporen a los nuevos iPhones y aparatos de esa naturaleza?
Otellini: Los principales fabricantes de celulares tienen una familia de productos y todos están hablando con nosotros. En esta categoría de aparatos móviles de Internet, existen tres clases de clientes que hablan con nosotros. Los fabricantes de computadoras, que consideran que se trata de una oportunidad para crecer o una estrategia defensiva en el mercado de las portátiles. Los fabricantes de celulares también son un cliente obvio. También, en muchos casos, tratamos con los propios proveedores de telefonía móvil, puesto que algunos quieren tener sus marcas propias.
WSJ: ¿Cuán grandes pueden ser los mercados de los MID y los Netbooks?
Otellini: Creo que cada uno bordeará los US$10.000 millones. El tema es ¿qué porcentaje de eso podemos obtener? No es nuestra meta estar en 1.300 millones de celulares. Al menos aún no. Pero buscamos estar en el 10% o el 20% más caro, como punto de partida.
WSJ: ¿Crecerán en forma orgánica en estos mercados o planean alguna compra?
Otellini: No nos cerramos a la idea. Pero hasta el momento las adquisiciones que hemos realizado en los últimos años han sido pequeñas y su fin ha sido llenar vacíos estratégicos. Se trata de operaciones de entre US$25 millones y US$300 millones y es fácil integrarlas a la compañía. Muy pocas adquisiciones grandes de empresas tecnológicas han dado resultado, de modo que somos cautos.
WSJ: ¿Qué cambios internos hizo para reducir sus costos?
Otellini: Tomamos dos direcciones. Una tuvo que ver con el producto que estábamos diseñando dirigido a estos nuevos mercados y orientado hacia una estructura de costos mucho más baja de lo que habíamos tenido antes.
Por otra parte, [en la reestructuración] usamos referentes externos, los mejores, para cada elemento de la operación y luego los sopesamos frente a lo que estábamos haciendo.
Cuando suma todo eso, encuentra la estructura de costos que tenemos hoy, la cual creo que es buena. Dijimos que podremos hacer crecer los ingresos operativos más rápido que los ingresos durante 2007, 2008 y 2009.
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