12 mayo, 2008

Mitt Romney, el mejor vicepresidente para McCain


Alberto Acereda

En medio de las importantes primarias Demócratas en Indiana y Carolina del Norte este martes, en el lado Republicano se vienen ya barajando varios nombres para ocupar el puesto de vicepresidente en la candidatura que acompañe a John McCain. Para la Convención Nacional Republicana del próximo agosto McCain no tiene prisa todavía en elegir a su compañero de viaje, pero deberá hacerlo sin mucha demora en las próximas semanas, pase lo que pase con Obama o la Clinton. Varios nombres de gobernadores, otros tantos de senadores y algunas figuras más conocidas -como la actual Secretaria de Estado, Condoleezza Rice- se barajan como posibles entre los analistas políticos norteamericanos. Con todo, si McCain aspira realmente a ganar en noviembre, no haría mal en valorar la importante figura política de su más cercano oponente en las primarias Republicanas: Mitt Romney, el ex-gobernador de Massachussetts.

Romney sería una de las mejores soluciones para McCain a fin de atraer a una buena parte de la base electoral conservadora, una base ciudadana importante en fuerza y en número que sigue algo escéptica ante la figura del “maverick” disidente por el que se conoce a McCain todavía a estas alturas de campaña, y pese a las meteduras de pata de Obama . En las encuestas, McCain goza de apoyo entre votantes “independientes” y “moderados”, pero no tanto así entre los que se definen como “conservadores”. Por otra parte, Romney goza de la estima de los conservadores y tuvo el acierto de retirarse como un caballero de las primarias, tras el famoso “supermartes” de febrero. A la vista de los constantes líos e indecisiones internas de los aspirantes en el seno del Partido Demócrata, McCain haría bien aprovechando el actual tirón favorable y contar con Romney para crear un dúo verdaderamente ganador. Juntos cubrirían la necesaria experiencia en materia militar y de seguridad nacional (McCain) y la cada vez más importante cuestión económica (Romney). Como prueban las últimas declaraciones de Howard Dean, el líder del Comité Nacional Demócrata, Romney es un político ganador que inquieta seriamente a los Demócratas.

Afortunadamente, McCain no ha descartado nunca la posibilidad de contar con Romney como vicepresidente. Desde su salida de las primarias, además, Romney ha apoyado fielmente a McCain para la nominación y para la presidencia. Romney es así coherente con lo que dijo al dejar la campaña: que iba a ayudar a que el Partido Republicano ganara las elecciones y que, por el bien de Estados Unidos, haría lo posible para impedir la elección de Barack Obama y/o de Hillary Clinton. Romney supo ver a tiempo la imposibilidad de ir él solo contra la maquinaria del GOP…. y supo salirse de la carrera esperando la debida oportunidad. Repostó gasolina, sabedor de que quizá podría volver en el coche de McCain y con el agradecimiento y apoyo de la maquinaria Republicana.

Por último, Romney en la vicepresidencia ayudaría a despejar las dudas sobre McCain al encarnar aquél una figura más fresca en la política norteamericana, con un perfil de éxitos de gestión individual tanto en el ámbito privado como en el público. Romney, además, contaría con la ventaja de no provenir del entorno de Washington como ocurre con los actuales tres aspirantes, todos ellos senadores (McCain, Obama y/o la Clinton). En cualquier caso, sea o no Romney el elegido como vicepresidente, no cabe duda de que –como buen estratega de los negocios- Romney se está posicionando para ello y también, de paso, para las próximas generales en 2012… o en 2016. Tiene tiempo. Y dinero... Si McCain pierde en las generales de noviembre, Romney se presentará solito en 2012. Si gana McCain, Romney podría estar de vicepresidente y optar también en 2012, si es que McCain -ya entonces con 76 años- optara sólo por un turno presidencial.


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