La compra de Asarco resalta cómo los países emergentes mantienen vivas las fusiones
Por Joel Millman y Dana Cimilluca
La compañía india Vedanta Resources PLC alcanzó un acuerdo por US$2.600 millones en efectivo para comprar los activos de la quebrada minera estadounidense de cobre Asarco LLC. El pacto resalta la creciente influencia global de las empresas de mercados emergentes.
El acuerdo, anunciado el sábado por Sterlite Industries (India) Ltd., una unidad de Vedanta, es el más reciente en una serie de adquisiciones internacionales por parte de firmas indias. En una subasta, la empresa de metales, que cotiza en Mumbai, superó a otros tres grupos, incluyendo a Grupo México SA, que había comprado a Asarco en 1999, pero cuyo control perdió en el tribunal de quiebras. Grupo México aseguró que apelará la venta.
La transacción marcaría un giro para los gigantes mineros mundiales, creando un enfrentamiento entre un poderoso grupo latinoamericano y un rival asiático por el control de una icónica empresa estadounidense.
Con las arcas llenas de dinero después de años de gran crecimiento económico y elevados precios de los commodities, las compañías de los países en desarrollo están cerrando acuerdos que habrían sido impensables hace unos cuantos años. En muchos casos, estas empresas están comprando firmas occidentales establecidas que se encuentran en aprietos. A menudo, el objetivo es crear un campeón nacional que eclipse a sus competidores en otras partes del mundo.
A medida que la contracción del crédito en Estados Unidos desacelera el cierre de acuerdos en el mundo desarrollado, los países emergentes como India y Brasil han tomado una mayor tajada del pastel de las fusiones y adquisiciones. La actividad de estos acuerdos en mercados emergentes en lo que va del año ha subido 17% frente al mismo período del año anterior, a US$218.000 millones. Mientras, para el resto del mundo ha bajado 43%, a US$991.000 millones, según Thomson Reuters.
La venta de Asarco, que forma parte de un acuerdo general de las demandas de los acreedores contra Asarco, depende ahora de la aprobación de un tribunal de quiebras estadounidense en Texas.
Quiebra y demandas
La batalla por el control de Asarco comenzó en 1999. En ese entonces, Grupo México, un conglomerado familiar mexicano de construcción y minería, sorprendió a Wall Street al superar a su rival estadounidense, Phelps Dodge Corp., en una adquisición hostil a para quedarse con Asarco.
Asarco enfrentaba acusaciones del gobierno federal y estatal ligadas a daños ambientales, tras operar durante más de un siglo en la parte occidental de EE.UU. En los años siguientes a su compra, Grupo México traspasó las propiedades mineras rentables de Asarco, que eran controladas por su unidad estadounidense, a otras empresas del grupo. En 2005, Grupo México colocó a Asarco bajo la protección de las leyes de bancarrota.
La gerencia nombrada por la corte demandó a la compañía mexicana, alegando que ésta le quitó a Asarco activos para evitar pagar los costos de limpieza medioambiental. Esta demanda civil está todavía en curso en un tribunal de Texas y podría terminar en una multa de hasta US$10.000 millones.
Sterlite dijo que asumirá los pasivos operativos, pero no se hará responsable por los daños ambientales ligados a operaciones cerradas de Asarco.
Jorge Lazalde, subdirector de Asarco Inc., la propietaria nominal de Asarco LLC, creada por Grupo México, negó las acusaciones de desmantelamiento de activos y dijo que la demanda es una táctica legal diseñada para perjudicar a Grupo México.
La empresa mexicana argumenta que la subasta de Asarco, ordenada por la corte, tenía errores. La compañía insiste en que ofreció pagar todo lo que debía a los acreedores de Asarco cuando se presentaron las ofertas iniciales en abril y que eso debería prevalecer sobre cualquier intento por parte de una empresa externa de comprar los activos de Asarco.
"Lo cierto es que estamos ofreciendo un pago completo, y ellos ni siquiera leyeron nuestra propuesta", lamenta Lazalde.
Los abogados de Asarco dicen que Grupo México no puede calcular el valor de lo que representa el "pago completo" hasta que no se resuelvan las demandas ambientales, algo que podría tomar años.
Aunque las acciones de Vedanta cotizan en la Bolsa de Londres, el grueso de los activos de la compañía está en India. El presidente de la junta, Anil Agarwal, y su familia controlan la compañía, cuya acción ha subido cerca de 70% en el último año. La compañía tuvo ventas de US$8.200 millones en los 12 meses que terminaron en marzo.
Vedanta produce aluminio, cobre, zinc y plomo. Además, cuenta con operaciones de cobre en India y fundidoras y operaciones de refinación en Zambia. La compañía generalmente no se lanza a hacer adquisiciones, pero las pocas veces que lo ha hecho, incluyendo la compra en 2004 de una participación mayoritaria en las minas de cobre Konkola de Zambia, no ha tardado en cosechar sus frutos.
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