04 junio, 2008

Los planes de Porsche para controlar Volkswagen preocupan al mercado

Por Edward Taylor
Francfort

La automotriz de lujo Porsche Automobil Holding SE pudo comprobar ayer cómo le cambiaría la vida si se concretan sus planes de comprar una participación mayoritaria en su socia Volkswagen AG.

La automotriz de lujo alemana ha dicho que su estrategia de elevar su participación en Volkswagen a más de 50% respecto al actual 30,6% para fines de año fortalecería a ambas compañías, a medida que enfrentan una creciente competencia internacional. Así,
Porsche, un pequeño fabricante con sede en Stuttgart, Alemania, pasará a tener acceso a los recursos de investigación y desarrollo de VW, una automotriz mucho más grande. Esto podría ayudar a Porsche a reducir las emisiones de gases contaminantes y el consumo de combustible de sus vehículos antes de que se adopten nuevas normas más estrictas en los mercados de Europa y Estados Unidos.

Tradicionalmente, Porsche ha logrado capear mejor las oscilaciones económicas debido a que su acaudalada clientela suele ser menos sensible al precio que los consumidores de marcas más baratas. En medio de una caída en la demanda en EE.UU., la empresa está redirigiendo sus ventas hacia mercados emergentes como Rusia y China. Porsche vendió 3.004 autos en Norteamérica en mayo, un declive de 17% frente a un año antes.

Porsche ha asegurado que no intentará fusionarse con Volkswagen y que administrará las dos empresas de forma independiente, por lo que probablemente los clientes no notarán ninguna diferencia en su estatus en el futuro.

Sin embargo, los mercados financieros pueden empezar a preocuparse por el riesgo de que, con la adquisición de Volkswagen, la automotriz esté más expuesta a los problemas de los mercados masivos. Porsche no ofrece descuentos en sus vehículos, lo que la ayuda a mantener el liderazgo en las ganancias del sector. Pero, con frecuencia, a las automotrices del mercado masivo no les queda otra alternativa que apuntarse a la tendencia de los descuentos ofrecidos por sus rivales, lo que reduce sus márgenes de ganancia.

Frank Gaube, portavoz de Porsche, dice que es un error ver a la automotriz como una empresa del mercado masivo. "Esto subestima la contribución de Porsche. Es precisamente gracias a que somos tan rentables que podemos hacer esta transacción", señala.

[porsche]

Porsche se asegurará el acceso a la tecnología y conocimientos de Volkswagen, que ha desarrollado las marcas de lujo Lamborghini, Bugatti, Bentley y Audi. Porsche, que fabrica aproximadamente 100.000 vehículos al año, frente a los 6,2 millones de autos de Volkswagen, también podrá beneficiarse de las economías de escala de Volkswagen para la compra de materias primas como el acero.

En este contexto, algunos analistas empiezan a preguntarse si deberían seguir tratando a Porsche como un fabricante de autos de lujo, capaz de navegar mejor los vaivenes económicos que las automotrices del mercado masivo. Ayer, Credit Suisse rebajó su calificación para las acciones de Porsche, de "desempeño por encima del promedio del mercado" a "desempeño por debajo del promedio", y redujo su meta para el precio de la acción de 150 euros (US$233,10 ) a 110 euros (US$170,94), "para ajustarse a los riesgos asociados al negocio masivo de autos de VW". "Creemos que la evaluación de (la acción) de Porsche debería y será definida por su participación en Volkswagen", concluyeron los analistas de Credit Suisse. Según el banco suizo, después de que Porsche complete su adquisición de una participación mayoritaria en Volkswagen, 92% de sus ingresos totales y 77% de las ganancias antes de intereses e impuestos serán generados por Volkswagen.

Algunos analistas también ven como un factor preocupante el historial de fracasos de otras automotrices alemanas de lujo en sus intentos por adquirir a rivales del mercado masivo, como la compra de la británica Rover Cars por BMW AG y la adquisición de la estadounidense Chrysler por Daimler AG. Tanto BMW como Daimler terminaron ahogadas en grandes pérdidas y se vieron obligadas a vender los activos adquiridos. Las acciones de Porsche cerraron ayer en Francfort con una caída de 2,5%, a 116,36 euros (US$180,82) .

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