Bernanke voltea la mirada de la Fed hacia el dólar
Por Sudeep Reddy, Joanna Slater y Deborah Solomon
WASHINGTON—En una inusitada declaración pública, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, dijo que la Fed monitorea los movimientos del dólar e insinuó que la debilidad de la moneda podría influir en la dirección de las tasas de interés.
Los comentarios de Bernanke, que rompieron con la larga tradición de la Fed de no referirse a la evolución del dólar, sugieren un intento concertado de las autoridades estadounidenses para dejar de manifiesto su oposición a nuevos declives del dólar. El mensaje podría reforzar la creciente convicción entre los inversionistas de que el prolongado descenso de la moneda estadounidense podría estar tocando fondo. El dólar ganó terreno frente al euro y el yen después de las palabras de Bernanke.
"En colaboración con nuestros colegas del (Departamento del) Tesoro, continuamos monitoreando cuidadosamente lo que sucede en los mercados cambiarios", declaró Bernanke en una alocución transmitida vía satélite a una conferencia internacional de banqueros en Barcelona.
Las tribulaciones de la economía estadounidense en los últimos 12 meses han hundido al dólar, dijo, contribuyendo al "inoportuno aumento en los precios de las importaciones y la inflación". Con el tiempo, la Fed incluirá el impacto de la divisa en sus deliberaciones sobre las tasas de interés para mantener a raya la inflación y las expectativas de inflación y asegurarse de que "el dólar siga siendo una moneda estable y fuerte".
El declive del dólar en los últimos dos años ha ayudado a apuntalar las exportaciones estadounidenses, proveyendo un importante amortiguador contra el desplome del sector inmobiliario y el debilitamiento del consumo. Sin embargo, si los inversionistas comienzan a sospechar que las autoridades estadounidenses estimulan un dólar débil, podrían hundirlo aún más.
Los comentarios de Bernanke se produjeron después de una intervención del Secretario del Tesoro Henry Paulson, quien el lunes reiteró su postura de que un dólar fuerte es de interés para el país y que su fortaleza se deriva de "los sólidos fundamentos subyacentes de la economía estadounidense".
Los mensajes de Bernanke y Paulson fueron coordinados. Bernanke consultó a Paulson antes de pronunciar su discurso, según una fuente al tanto.
Las dos alocuciones tenían la intención de enviar un claro mensaje a los mercados de mirar más allá de los problemas a corto plazo que aquejan a la economía estadounidense y concentrarse en su salud a largo plazo.
En abril, los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete emitieron un comunicado conjunto para indicar su descontento con la caída del dólar a niveles históricos y dijeron que buscarían prevenir un mayor descenso.
Algunos en Wall Street interpretaron los comentarios como un indicio de una posible intervención de la Fed, en nombre del Tesoro. La intervención sería comprando dólares en el mercado abierto, quizá en coordinación con otros bancos centrales. Sería algo que no se ha hecho desde que George W. Bush asumió la presidencia en 2001. Pero como la Fed se ha estado enfocando en los problemas domésticos causados por el declive del dólar, Ted Truman, ex funcionario del banco central y del Tesoro, sostiene que "no hay una señal particular de intervención".
No hay indicios de que Bernanke coordinó sus comentarios con funcionarios europeos. De hecho fueron una sorpresa para el Banco Central Europeo. Aunque las declaraciones van de acuerdo con el discurso del G7 en abril, el momento, más de un mes después, fue inesperado.
La extensión y profundidad de la caída del dólar desde 2002 significa que, según muchas mediciones, está extremadamente barato, particularmente frente al euro. Goldman estima que el euro está sobrevaluado en 20%, según los fundamentos económicos.
"Tenemos muchos de los ingredientes" para que el dólar suba, dice Jim O'Neill, director de investigación económica global de Goldman Sachs. Parte de los factores que afectan al dólar, como el déficit comercial de EE.UU., están mejorando, opina. Los comentarios de Bernanke, agrega, indican que los funcionarios estadounidenses están concentrados en los impactos negativos de la debilidad del dólar. Mientras tanto, los fundamentos positivos, como las exportaciones, parece que continuarán. Eso "no desaparecerá si el dólar se estabiliza o sube un poco", cree O'Neill.
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