04 junio, 2008

Nueva ley de inteligencia desata protestas en Venezuela

Abogados venezolanos se manifestaron el martes en Caracas.
AFP/Getty Images

Una nueva ley que sanciona a los venezolanos que se nieguen a cooperar como informantes de las agencias de inteligencia decretada por el presidente Hugo Chávez, causó protestas de grupos de defensa de los derechos humanos que la consideran un instrumento para aplastar a la oposición.

Chávez dijo que la ley ayudará a las autoridades de Venezuela a detectar y neutralizar amenazas a la seguridad nacional, incluido cualquier intento de asesinato o conspiración para derrocar al gobierno.

Pero los grupos de defensa de los derechos humanos denunciaron el lunes que la ley viola el derecho de los sospechosos a contar con un proceso en conformidad con las leyes.

Bajo la ley promulgada la semana pasada, los venezolanos que se nieguen a cooperar con los organismos de inteligencia actuando como informantes enfrentan hasta cuatro años de cárcel.

Las fuerzas de seguridad quedaron habilitadas para recolectar evidencias a través de medios electrónicos de vigilancia, como grabación de llamadas telefónicas, sin necesidad de contar con la orden de un juez. También las autoridades pueden retener pruebas que soliciten los abogados defensores si consideran que lo hacen para proteger la seguridad nacional.

"Entre otros problemas con la ley, el derecho a la defensa de cualquier sospechoso puede ser violada, y eso es inaceptable", dijo Carlos Correa, líder de Provea, un grupo de defensa de los derechos humanos en Venezuela.

Rocío San Miguel, directora del grupo no gubernamental Control Ciudadano, declaró el martes que la ley representa "la suspensión de garantías de manera permanente" y por ende la "declaración de un estado de excepción" sin cumplir los parámetros previstos en la constitución.

Dijo que le parece un peligro para la sociedad que la ley promueva "el concepto del enemigo interno".

"El involucramiento de la inteligencia de la fuerza armada en tareas domésticas no termina siendo feliz para los países", comentó.

Julio Borges, coordinador nacional del partido opositor Primero Justicia, condenó la regulación pues cree que "busca sembrar miedo en los venezolanos" y distraer la atención sobre el auge delictivo en el país.

Chávez negó que la ley viole las libertades civiles. Está integrada en "un marco de un gran respeto a los derechos humanos", afirmó.

El líder venezolano, que acusa con frecuencia a Estados Unidos de actividades de espionaje y de querer asesinarlo, dijo que la reforma de los servicios de espionaje de Venezuela tiene como propósito frustrar los esfuerzos de Washington por recoger información sobre su gobierno.

Durante un discurso por televisión el domingo, Chávez dijo que la ley ayudará a evitar rebeliones militares similares al golpe de abril de 2002 que lo desalojó brevemente del poder. Chávez acusó a Estados Unidos de orquestar el golpe de estado. El gobierno del presidente George W. Bush ha negado esa acusación.

Correa dijo que el decreto promulgado por Chávez es similar a la Ley Patriótica de Estados Unidos, que amplía la autoridad de las agencias policiales norteamericanas luego de los ataques de septiembre de 2001 y de la cual Chávez ha sido un denodado crítico.

El ministro del Interior de Venezuela, Ramón Rodríguez Chacín, atribuyó la importancia de que los venezolanos se conviertan en informantes del estado a que "estamos hablando de la responsabilidad que tenemos todos los venezolanos con la seguridad del Estado y la resolución de cualquier crimen".

La nueva ley venezolana reemplaza a dos agencias de inteligencia del gobierno -la Disip, la policía secreta, y el Directorio Militar de Inteligencia- con cuatro nuevas agencias, dos bajo el ministerio de Justicia, y otras dos bajo control del ejército.

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