23 junio, 2008

¿Representa Obama el cambio?

Por Pilar Marrero
La Opinión, Los Angeles

Barack Obama tiene que navegar aguas algo revueltas en su intento por reunificar a su partido y prepararse para la campaña general contra John McCain.

No será fácil integrar a miembros y partidarios de Hillary Clinton en su organización, tomar medidas que le permitan ser competitivo en la elección de noviembre y, al mismo tiempo, seguir siendo el candidato del cambio.

"Es una especie de acto de malabarismo el integrar a los personajes regulares del partido y de anteriores administraciones, y seguir siendo la cara fresca, el candidato del cambio", señaló en una entrevista telefónica David Mendell, un reportero político del Chicago Tribune que siguió a Obama en su campaña por el Senado y escribió un libro sobre él.

"Se hace un poco más difícil para él venderse ahora como el cambio, cuando tiene el aparato entero del partido de su parte", añadió Mendell.

Obama ha estado reuniéndose con prominentes partidarios de Hillary Clinton, incorporando asesores y personal de su campaña y en los próximos días se reunirá con ella y con los principales recaudadores de fondos de la senadora de Nueva York.

Eso es parte del proceso normal que se da después de una competencia primaria, sobre todo una tan prolongada y amarga como ésta.

"Tiene que dar pasos para unificar el partido", apuntó Adam Segal, profesor de la Universidad John Hopkins en Washington. "Una vez que haga eso tendrá más libertad para moverse en nuevas direcciones, redefinirse y diferenciarse del otro candidato".

Esta misma semana, Obama dio un paso controvertido, que hizo que su contrincante John McCain lo criticara y acusara de ser un "típico político": rechazó utilizar el sistema de financiamiento público para su campaña, alegando que éste no funciona.

McCain dijo que la decisión, que obliga a Obama a llevar su campaña exclusivamente con fondos privados "debilita su mensaje de ejercer un tipo de política nuevo".

Para observadores políticos, sin embargo, esto no es lo que preocupa al público.

"No estoy segura de que lo que el votante promedio busca es este tipo de contraste", señaló Sherry Bebitch Jeffe, analista política y profesora de política y medios en USC. "Yo creo que a la hora de comparar a los candidatos lo que la gente quiere ver es el aspecto de cambio en política pública".

En el caso de algunos votantes clave para Obama, como los latinos, acercarse a partidarios de Clinton sólo puede ayudarlo.

También ayuda a Obama tener en su círculo a respetados estadistas como Madeleine Albright y Warren Christopher, quienes fueron parte prominente de la administración Clinton, sobre todo cuando las encuestas muestran que McCain lo aventaja en la percepción de que tiene más experiencia, particularmente en cuestiones de política exterior.

Para Jeffe, todos los personajes de "cambio" pierden un poco de su pátina cuando se meten de lleno al ruedo político.

"Le pasó al [gobernador de California] Schwarzenegger", dijo Jeffe. "Cuando llegó lo hizo como el antipolítico, y el minuto que se puso a hacer campaña, se volvió político. Para cambiar las cosas, hay que ganar primero".

Mendell apunta que Obama aún puede presentarse como el candidato del cambio, porque el contraste que debe existir en esta contienda general es con McCain, no consigo mismo o con Hillary.

"Su campaña será indicar que McCain es McBush, es decir, que es una continuación del gobierno de Bush y que él representa el cambio en políticas concretas", indicó el periodista.

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