Cuba no cumple pagos a empresa petrolera
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Presionado por los crecientes gastos en alimentos y el alza del combustible, el gobierno cubano está experimentando serias dificultades financieras para cumplir sus compromisos con empresas extranjeras como la petrolera canadiense Pebercan.
Según un comunicado de Pebercan, la estatal Cuba Petróleo (CUPET) no ha podido pagar desde comienzos de año por el combustible extraído, y la firma canadiense está negociando actualmente con las autoridades cubanas para tratar de subsanar los incumplimientos del acuerdo bilateral.
"Debido a la difícil situación económica y el contexto general de incrementos en el costo de las materias primas y los alimentos, CUPET ha sido incapaz de efectuar los pagos correspondientes a abril y mayo del 2008, de acuerdo con lo establecido en el acuerdo firmado en noviembre del 2007 para reprogramar los términos de pago de la deuda pendiente'', indicó la nota de Pebercan.
El reporte señala que hasta la fecha CUPET sólo ha pagado $2 millones de los $39.1 millones fijados por el acuerdo entre ambas compañías, y mediante el cual el gobierno cubano debe retribuir un total de $118.9 millones hasta el próximo noviembre.
En otras palabras: Cuba sólo ha podido compensar un 1.7 por ciento de sus deudas con Pebercan.
"Las discusiones están en proceso con CUPET, el Banco Nacional de Cuba y las autoridades cubanas'', señala el comunicado. "Sin embargo, no se ha llegado a ninguna conclusión, pero deberían, como ha sucedido en el pasado, conducir a un resultado positivo'', aseveró la firma canadiense.
La petrolera pública Pebercan --con sede en Montreal-- opera en Cuba desde 1993. Es una de las compañías pioneras en la exploración, desarrollo y explotación de las reservas de crudo en la isla. En alianza con la corporación canadiense Sherritt, comparte tres bloques en la plataforma insular, en la costa norte de las provincias de La Habana y Matanzas.
Sus operaciones se concentran en el llamado Bloque 7, donde explotan pozos en Canasí, Seboruco y Santa Cruz del Norte. Las cifras oficiales indican que durante el presente año su producción ascendió a 20,004 barriles diarios, en comparación con los 19,650 que se reportaban en el mismo período del 2007.
Según el contrato establecido, Pebercan le vende su producción completa al gobierno cubano, pero no existe ninguna restricción que le impida comercializarla internacionalmente.
Los analistas consideran que se trata de una encrucijada particularmente difícil, agravada por los altos costos de los alimentos y el combustible, así como por el descenso del precio del níquel en el mercado mundial.
El níquel representa el 50 por ciento de las exportaciones cubanas. En julio, el precio de la tonelada de níquel se cotizó en $20,500, lo que equivale a una caída del 38 por ciento en el presente año.
"La situación es extremadamente complicada para el gobierno cubano, al punto que Pebercan se ha visto en la necesidad de ventilar los incumplimientos de pago'', consideró el ex ejecutivo petrolero Jorge R. Piñón, investigador del Centro de Política Hemisférica de la Universidad de Miami. "Cuba confronta serios problemas con el flujo de efectivo y las líneas de crédito ya se han agotado''.
La advertencia de Pebercan coincide con el anuncio del aumento de la producción petrolera cubana a 2.1 millones de toneladas en lo que va de año, un 6 por ciento por encima de lo planificado para esta fecha.
Yadira García, ministra de la Industria Básica, dijo este lunes ante una comisión del Parlamento cubano que la producción podría escalar hasta los 4 millones de toneladas a finales de año, aunque reconoció que el ascenso corresponde en gran medida al "mejor aprovechamiento del gas'' existente en los yacimientos.
Y alertó que "la nación vive muy fuertes tensiones debido al incremento de los precios del hidrocarburo importado''.
Cuba consumió 158,000 barriles diarios de petróleo en el 2007, de los cuales produjo unos 75,000 y el resto los importó mayormente de Venezuela. El consumo que el año anterior implicó un desembolso de $8.7 millones diarios, costará en el 2007 un 32 por ciento más a las arcas nacionales, es decir, $11.6 millones.
Algunos expertos no descartan que las recientes visitas de Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento, a Brasil, y del canciller Felipe Pérez Roque a Angola, pudieran vincularse a gestiones diplomáticas para garantizar petróleo y créditos en un plazo inmediato.
Pero además de comprar la mitad del combustible que consume anualmente, Cuba tiene que importar el 85 por ciento de los alimentos de la canasta familiar, lo que ha acentuado la crisis de flujos monetarios para un país que se verá obligado a invertir unos $2,600 millones para al menos igualar los volúmenes de abstecimientos del 2007.
Con un déficit en la balanza comercial de unos $6,000 millones, el gobierno asegura que trabajará para "garantizar el almacenamiento de productos y reorganizar la distribución de los alimentos de la canasta básica y el consumo social'', según un reporte presentado por el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) ante el parlamento el pasado lunes.
Sin embargo, reconoció --con inusual realismo del lenguaje oficial-- que "el país no podrá incrementar la cantidad en los productos subsidiados de la canasta básica dado el alza de los precios de los alimentos''.
Las cartas están sobre la mesa y ya los funcionarios gubernamentales alertaron de ciertos ‘‘ajustes inevitables en la economía'' para evitar los riesgos de un desbalance financiero.
En una intervención pública el pasado domingo, el gobernante Raúl Castro adelantó que se había estado preparando para las sesiones del parlamento cubano, donde deberá pronunciar esta semana ‘‘algunos discursos no fáciles''.
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