07 julio, 2008

GM planea más despidos y evalúa deshacerse de varias marcas

Por John D. Stoll

DETROIT— Reaccionando a una profunda caída en sus ventas y el hundimiento del precio de su acción, General Motors Corp. está preparando una nueva ronda de recortes de puestos ejecutivos para reducir costos y ha comenzado a considerar si debe deshacerse de otras marcas de automóviles, además de la marca Hummer, la cual ya está a la venta, según fuentes al tanto.

Ambas decisiones forman parte de una amplia reevaluación de la estrategia de GM y su habilidad para cumplir con una meta interna de regresar a la rentabilidad en 2010, aseguran estas fuentes.

El plan de recorte de empleos probablemente será aprobado cuando la junta directiva se reúna a principios de agosto, dicen las fuentes. La gerencia también podría presentarle a la junta opciones para mejorar su liquidez para ayudar a GM a sobrellevar la crisis, dicen.

La cúpula directiva también podría presentar sus más recientes evaluaciones sobre si GM debería reducir el número de marcas que vende en EE.UU. La compañía actualmente vende vehículos bajo ocho marcas diferentes, pero cinco de ellas, incluyendo Buick, Saturn y Saab, pasan apuros para atraer compradores, pese a ofrecer nuevos modelos cuyo desarrollo le cuesta miles de millones a GM.

Las discusiones entre los altos ejecutivos sobre las ocho marcas se han intensificado en las últimas semanas, señalando un potencial cambio en la mentalidad de la compañía, especialmente por parte de su presidente Rick Wagoner. A medida que comienzan a escoger los autos y camionetas futuros "nada está fuera de la mesa", dijeron varias fuentes. Otros opinan que Cadillac y Chevrolet son las marcas centrales de GM y no serán vendidas.

Durante décadas, GM se ha concentrado en mantener su participación de mercado como la clave para generar dinero en Norteamérica, incluso a medida que los críticos han argumentado que mantener ocho marcas constituye una hemorragia de recursos y hace que muchas de sus divisiones compitan entre sí. Los ejecutivos han sostenido que las filiales amplían el alcance de GM y le dan más herramientas para luchar contra rivales como Toyota Motor Corp.

A medida que rivales de GM, como Chrysler LLC y Ford Motor Co., han entrado en épocas difíciles, una de las áreas en la que se han concentrado es en el tamaño de sus portafolios. Las medidas de Ford han sido drásticas: han vendido Land Rover y Jaguar, han considerando la escisión de Volvo, y han puesto en marcha un plan para acabar con el Mercury a finales de la década.

A la hora de hablar de marcas, ya se están empezando a ver cambios. El mes pasado, GM dijo que cancelaría el desarrollo de la siguiente generación de sus vehículos más importantes, las camionetas y las todoterreno. Como resultado, los ingenieros de estas divisiones han sido reasignados y se cree que muchos podrían perder sus empleos.

GM también pospuso la nueva edición del Saturn Aura, un auto en el que inyectó miles de millones con la esperanza de revivir la marca al igual que hizo con Cadillac a principios de la década. Pero los precios fueron demasiado altos para los consumidores y GM se quedó 100.000 vehículos por debajo de su meta anual de ventas.

El primer lugar en la lista de problemas, al menos para Wall Street, es la cada vez más reducida liquidez de la empresa. GM ha estado quemando efectivo desde 2005, cerca de US$20.000 millones a lo largo de tres años, y la única forma de obtener fondos ha sido vendiendo activos, como el control de su brazo de financiamiento GMAC en 2006 y su unidad Allison Transmission en 2007.

Recientemente, la compañía analizó las ventajas de vender su 49% restante en GMAC o emitir más acciones. Pero ambas medidas podrían ser prohibitivas. Dado el estado del mercado inmobiliario y de préstamos automotrices, podría decirse que GMAC está en el fondo de su ciclo de valoración. GM, a cerca de US$11 por acción, tendría que al menos duplicar la cantidad de acciones en circulación para obtener un resultado que haga que la operación valga la pena.

Aunque se cree que la junta suspenderá el dividendo, eso sólo le ahorrará US$550 millones al año. Los analistas calculan que GM necesita entre US$10.000 millones y US$15.000 millones en financiamiento adicional para seguir operando hasta 2010.

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