Las FARC ya no tienen unidad de mando

BOGOTA

Tres posiciones actuales de las FARC, simultáneas y contradictorias, sugieren que esa organización, por primera vez en su historia de más de 40 años, carece de unidad de mando y estaría dividida, además de replegada y desarticulada entre sus jefes y frentes de guerra como consecuencia de las persistentes acometidas del Ejército en su contra.

Una postura de Guillermo Sáenz Vargas, alias "Alfonso Cano'', supuesto nuevo jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, mantiene un pedido de diálogo con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que este aceptó y se habría reunido en Managua con seis delegados de la organización el 17 de julio, de acuerdo con versiones sin confirmar del diario La Prensa, de Managua.

En segundo lugar, delegados de Jorge Briceño, alias "Mono Jojoy'', plantean "contactos directos de buena fe'' con generales colombianos activos o en servicio pasivo para explorar una salida negociada a la guerra, propuesta que han saludado al menos dos ex comandantes de las Fuerzas Militares y del Ejército y otro ex general de brigada, bajo la condición de que tengan la representación expresa del gobierno.

La tercera postura fue planteada en una carta de cuatro páginas firmada por el llamado ‘‘canciller de las FARC'', Rodrigo Granda, así como por Jesús Santrich, supuesto comandante de la organización, en la que aseguran que "no seremos nosotros [las FARC], no y mil veces no, quienes bajemos las armas''.

¿A quién creerle?

De hecho, es la primera vez que la cúpula de la organización produce declaraciones simultáneas y contradictorias sobre el principal de todos los temas: la disyuntiva entre continuar la guerra o acudir a una negociación.

"Están divididos, eso se nota y lo dicen bandidos que hemos capturado. Además, están incomunicados y cada grupo es como si fuera una guerrilla aparte'', dijo a El Nuevo Herald un oficial del Ejército vinculado a las operaciones militares que persiguen al "Mono Jojoy''.

"Pongamos un caso: ‘Cano' no tiene cómo darle órdenes a ninguno que no esté cerca de él y así no puede ser el jefe de todas las FARC. Eso mismo pasa con ‘Jojoy'. El Ejército tiene descompuestas a las FARC, divididas. Es un hecho'', agregó.

De acuerdo con el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, "Jojoy'' está "muy enfermo'', por efecto de la "diabetes'' que sufre, y mantiene una relación de tensiones y celos con "Alfonso Cano'', el nuevo jefe general que reemplazó al desaparecido Pedro Antonio Marín, alias "Tirofijo'', líder histórico que murió de infarto cardíaco.

El miércoles, durante su visita a Washington, donde fue recibido por el presidente George W. Bush, Santos expuso que todavía no se debe menospreciar la capacidad de de las FARC para ‘‘reinventarse o reagruparse'' y reveló que esa organización actualmente posee una fuerza estimada en 7,000 hombres en armas. Menos de la mitad del pie de fuerza que alcanzó a tener hace ochos años: 15,000.

De su lado, el secretario de Estado Adjunto para América Latina de Estados Unidos, Thomas Shannon, las FARC se encuentran peor de lo que estima Santos:

"Están en una fase terminal'', dijo el miércoles en La Paz, Bolivia. Ese grupo, agregó, está ‘‘fracturado, fragmentado, ha perdido liderazgo y está en un momento en que tiene que decidir si va a seguir una lucha que ya no tiene sentido en la selva o si va a buscar una manera de integrarse dentro de la sociedad colombiana''.

El ex ministro de Defensa y candidato presidencial colombiano Rafael Pardo Rueda dijo a El Nuevo Herald no saber con seguridad si la organización realmente está dividida, pero considera que existe "más un problema de dirección. Falta de comunicación y falta control de "Cano''. ‘Cano' es el jefe nominal, pero no ha asumido [la dirección] por los operativos militares'' en su contra.

En esas circunstancias, Pardo estima que ninguna de las tres propuestas simultáneas y contradictorias "es de las FARC'' en su conjunto. "Cada uno está tratando de pescar en río revuelvo''.

Las posturas de "Jojoy'', "Cano'' y Granda pueden no ser síntomas de división sino "globos de ensayo'' para medir el ambiente, estima Pardo, pero no necesariamente prueba de que exista un claro fraccionamiento en tres grupos dispersos de una organización que siempre se distinguió por su unidad monolítica.

El ex ministro considera que un proceso de negociación para un pacto de paz con las FARC debería hacerse con toda la organización, "el diálogo tiene que ser de consenso'', sostiene.

El investigador sobre temas de violencia en Colombia y catedrático de la Universidad de Los Andes, Gustavo Duncan, considera que no se puede inferir una división probada en las FARC a partir de las propuestas contradictorias que han lanzado simultáneamente, "No se puede sacar esa conclusión tan precipitada''.

"Ojalá estuvieran divididas'', dijo.

Por lo demás, cree que "el diálogo con Ortega el gobierno [de Colombia] no lo va a aceptar y con los militares, tampoco''. Opina que la declaración de Granda de rechazo a la dejación de las armas no representa a las FARC sino que es "personal. Granda está por fuera, en Cuba''.

Duncan calcula que en este momento las FARC van a tratar de recomponer las fuerzas que les quedan y resistir la arremetida del Ejército'' como lo presume también el ministro Santos, y vaticina que la caída definitiva de esa organización "va a ser de un día para otro''.

Laura Gil, analista de la guerra colombiana y consultora internacional, de nacionalidad uruguaya, tampoco se atreve a afirmar que exista una división evidente en las FARC y prefiere ver una oportunidad de diálogo con la organización para encontrarle una salida política al conflicto armado.

"A mí me parece que en la misiva a Daniel Ortega hay algunos [miembros de las FARC] dispuestos a hablar en el exterior. Hay que recuperar eso'', pues "Uribe ha dicho que si se habla, que se haga en el exterior. Eso hay que rescatarlo''.

"Si Uribe consigue un espacio en el exterior para hablar podría lograr algo. Obviamente, no sería Nicaragua'', agregó, pero, "en lo que hay que concentrarse es en el mensaje'', en el sentido de que las FARC han planteado un acercamiento que sea fuera de Colombia.