Japón anuncia un plan de estímulo económico de 73.000 millones de euros
El plan de estímulo económico que pondrá en funcionamiento el Gobierno incluye medidas de respaldo a los consumidores, a las empresas y a los agricultores para reducir el impacto del alto costo de los carburantes, así como garantías para pequeñas y medianas empresas con dificultades para obtener créditos.
Las medidas vinculadas al crédito representan gran parte del paquete de 11,7 billones de yenes (107.000 millones de dólares o unos 72.000 millones de euros), y se prevé que el aumento del gasto estatal ronde los 2 billones de yenes. El gobierno también estudiará recortar los impuestos sobre los ingresos.
"Este paquete busca sostener de manera continua la economía japonesa, así como la calidad de vida de la gente", explicó el ministro de Economía, Kaoru Yosano, en una conferencia de prensa.
Críticas
Pero los expertos dudan de que el paquete tenga un impacto significativo en la economía. "Puede lograr apagar algunas de las llamas causadas por los elevados precios, pero es improbable que extinga el origen del fuego", estimó Katsuhiro Hachiya, un economista del Instituto de Investigación de Japón.
"Lo que la economía japonesa necesita no son medidas improvisadas sino acciones para cambiar drásticamente la estructura económica para que Japón pueda sobrevivir a las circunstancias rápidamente cambiantes de la economía mundial", agregó.
Los temores de recesión se acrecentaron en Japón tras la divulgación este mes de una contracción del crecimiento económico de 0,6% en el segundo trimestre del año en relación al trimestre anterior.
La inflación se dispara
A ello hay que sumar los últimos datos sobre la evolución de los precios que se ha conocido hoy. La tasa interanual de la inflación de Japón se elevó en junio hasta el 2,4% desde el 1,9% de junio. Se trata del nivel más alto en once años, al que se llega por la escalada de precios de la energía y los alimentos.
Ese índice (que excluye de la lista a los productos perecederos) es levemente superior a la expectativa promedio de los economistas, de 2,3%, según una encuesta realizada por el diario Nikkei.
Es la primera vez que la inflación en Japón llega a ese nivel desde octubre de 1997, y en ese momento eso se debió a un aumento de impuestos.
Las metas inflacionarias del Banco de Japón tienen un techo de 2%, pero para retrotraer el aumento de precios por debajo de ese nivel la institución tendría que subir las tasas de interés, lo cual tendría un efecto negativo en el ya anémico crecimiento económico.
Producción y mercado laboral
Hoy también se han conocido nuevas pistas sobre la situación económica del país. Según los datos difundidos por el Gobierno, la producción industrial japonesa creció el 0,9% en julio respecto al mes anterior.
El índice de producción de minas y fábricas se situó en 107,9 sobre la base de 100 del año 2005, de acuerdo con el informe preliminar del Ministerio nipón de Economía recogido por la agencia local de noticias Kyodo.
El dato de la producción industrial, que en junio cayó el 2,2%, se colocó en julio bastante por encima de las previsiones del mercado, que apuntaban a un retroceso del 0,3%, de acuerdo con una encuesta realizada por Kyodo.
En cuanto al mercado laboral, la tasa de desempleo japonesa se situó en julio en el 4%. El número de personas sin empleo ascendió en junio a 2,56 millones de personas, 220.000 más que en el mismo mes del año anterior, según el Ministerio del Interior y Comunicaciones.
La tasa de desempleo de julio se situó ligeramente por debajo de las previsiones de mercado, que apuntaban al 4,1%.
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