24 agosto, 2008

Morales ordena al Ejército controlar pozos petroleros

LA PAZ

El gobierno reforzó el control militar de pozos petroleros y gasíferos ante la amenaza de grupos opositores al presidente Evo Morales de cortar el suministro de carburantes a Brasil, Argentina y a mercados locales, se informó ayer.

''Se ordenó un refuerzo militar de los pozos petroleros'', dijo a la AP por teléfono el portavoz presidencial Iván Canelas. El operativo se inició el viernes.

Morales dijo el sábado en un encuentro con sindicatos afines que su gobierno ''va a garantizar los ductos''. ''He conversado con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Luis Trigo, quien tiene instrucciones de dar seguridad'', acotó.

El viernes, organizaciones cívicas del Chaco, al sur, donde están las mayores reservas de hidrocarburos, decidieron que cerrarán desde el lunes los pasos fronterizos con Argentina y Paraguay y cortarán rutas hacia esos países y al interior de Bolivia en rechazo al proyecto de Constitución que impulsa el mandatario.

También reclaman la devolución del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) que el gobierno descontó de los presupuestos regionales para pagar un bono a las personas de la tercera edad, según dijo el dirigente cívico de Tarija, Reynaldo Bayard.

Bayard no descartó el viernes una eventual ocupación de campos petroleros y el cierre de válvulas de los gasoductos de exportación si el gobierno no atiende las demandas, aunque por el momento esa medida no fue aprobada.

Entre las resoluciones adoptadas está la exigencia al gobierno para un ajuste en el precio del gas natural que Bolivia vende a Argentina y Brasil. Esos países pagan entre $6 y $7 por cada millón de unidades térmicas británicas (BTU).

En la región del Chaco están localizadas el 85 por ciento de las reservas de gas que ocupa el primer rubro de las exportaciones con $1,983 millones en el 2007.

Morales dijo en un discurso ante sus seguidores el viernes que esas medidas de fuerza manifiestan ''la agonía de la derecha fascia y racista'', mientras su vicepresidente, Alvaro García declaró a periodistas que ''sería una atentado criminal'', si se interrumpiera el suministro de hidrocarburos.

La confrontación política entre Morales y líderes opositores regionales que impulsan gobiernos autónomos en Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando se ahondó tras el referendo del 10 de agosto en el que el mandatario y su vicepresidente fueron ratificados con 67 por ciento de los votos.

También los prefectos (gobernadores) opositores de esas regiones fueron confirmados en el cargo. Desde entonces los líderes regionales protagonizaron diversas protestas en contra del gobierno en una suerte de pulso político.

La batalla ahora está centrada en la devolución de los fondos y en el proyecto constitucional que el gobierno se propone llevar a referendo ratificatorio tras su victoria electoral.

La carta constitucional aprobada en diciembre del año pasado en ausencia del grueso de la oposición política en la Asamblea Constituyente, plantea la reelección de Morales; propone un régimen estatista y otorga mayor poder a los indígenas.

Por su parte, la oposición conservadora advirtió con llevar las autonomías regionales hacia el federalismo si se aprueba la reforma constitucional, lo que ha sido tildado por el gobierno como una amenaza de separatismo.

El secretario de Autonomía de Santa Cruz, Carlos Dabdoub, dijo que la reforma constitucional no expresa a todo el país y forzar su aprobación desencadenaría violencia.

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